Los ejes del gobierno

El pasado 23 de abril de 2013 en la oportunidad de juramentar los miembros de su gabinete, Maduro anuncio los seis ejes estratégicos de loa que sería su gestión administrativa para el período constitucional 2013 / 2019. El acto intenta demostrar una situación de normalidad creíble solo a los ojos de un desconocedor absoluto de la situación venezolana.

En el acto señalado se formula la continuidad de un proyecto político, asumiendo el mismo ha sido tremendamente exitoso. Del análisis y disección del discurso, claramente se puede concluir como si estas seis líneas estratégicas representasen la optimización de áreas específicas y de mayor prioridad en la gestión a futuro.

De igual manera el acto presume una normalidad política, en donde la corriente oficialista recibió un contundente apoyo popular y el partido eje de la coalición gubernamental recibió el apoyo mayoritario de la población. El oficialismo exige reconocimiento, respeto y una tolerancia, condiciones todas que nunca ha brindado para con aquellos a los cuales hoy les demanda ese proceder.

El escenario, los actores, el guion etc., todo ello representa una negación de la realidad venezolana. Tenemos un país donde el partido eje del oficialismo ya no representa la mayoría, aun más, sin el concurso de los aliados hubiese sido imposible el cuestionado triunfo de Maduro. La ausencia de figuras pertenecientes a los aliados en el gabinete recién juramentado igualmente niega la importancia de tales aliados, situación que tarde o temprano resquebrajará aún más la alianza oficialista.

Por otra parte no queda nada claro el apoyo popular para imponer un modelo político económico dentro de reglas democráticas, por lo que para poder realizarlo tendrían que apelar a la represión política y económica exacerbando cada vez más las tensiones con el consecuente agravamiento de la crisis política, la cual requerirá de más y más represión.

La formulación de ejes estratégicos de gestión requiere del reconocimiento de la profunda crisis económica que impera en nuestro país, no es un tema de hacer más eficiente un modelo que en sí mismo ha fracasado rotundamente en todo el mundo. El desastre en las empresas básicas no se arregla por militarizar las mismas, o pensar que los temas más importantes lo constituya un problema de eficiencia. El problema lo constituye el modelo económico implantado y el cual requiere de una profunda reflexión sobre el mismo y la mínima disposición para realizar los cambios requeridos. Pretender ser eficiente cuando ni siquiera se alcanza eficacia es simple no entender el problema. La eficiencia es un estadio más avanzado una vez alcanzada la eficacia.

Las líneas de acción perfiladas por Madura enfatizan en el gasto público, todas ellas son consumidoras de caja, de recursos del tesoro nacional. En las líneas de acción hay una carencia importante sobre los mecanismos generadores de ingresos. Los sectores agrícolas, industriales, empresas básicas están exhaustos, tanto los públicos como los privados, ellos necesitan del auxilio y respiro para poder ofrecer una contribución en el mediano plazo, olvidémonos de repuestas importantes de estos sectores en al menos un año. La generación de caja solo vendrá de la industria petrolera, al menos en el corto y mediano plazo. Es por eso que una adecuada política y gestión petrolera se hace indispensable si se quiere obtener algún resultado positivo. El sector petrolero exige de un diagnóstico compartido por gobierno y oposición, para posteriormente implementar las acciones que de allí se deprendan, de manera que este sector motorice la salida de la crisis económica que sufre el país.

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