Opinión Nacional

Los Veedores después del 30 de julio

Mí artículo anterior para Venezuela Analítica (Las Elecciones del 30 de julio), que también envíe a la Red de Veedores, suscito de parte de un amigo dos comentarios que reproduzco a continuación:

Mensaje 1:
El antichavismo tan explícito de los veedores de la UCAB terminó por arruinar su condición de árbitros, una lástima.

Mensaje 2:

Mi amigo Pérez Vigil nos parece tan neutral y arbitro como Semtei intentó serlo en su momento…el daño infringido al arbitarje (sic) y la neutralidad es irreparable…

Lamento que Ruth y los otros se hayan inmiscuido en este río de destino incierto, cuando pudieron jugar el gran papel venezolano…¡que lástima¡…¡LAS PASIONES!!!

Ambos mensajes, lacónicos y escuetos, llegados con escasos minutos de diferencia, produjeron en mi algunas reflexiones que he decidido compartir con todos, omitiendo el nombre de mi amigo, para evitar que se personalice el tema.

Le he dado muchas vueltas a lo que escribí, para tratar de dilucidar en donde esta plasmado el “antichavismo explícito de los veedores de la UCAB” que “arruino” de manera tan “irreparable” nuestra “neutralidad” y nuestra supuesta condición de “árbitros” del proceso. En todo caso, exculpo a los Veedores y me hago único responsable por las opiniones emitidas en los artículos que firmo, pues las de ellos siempre se manifiestan por escrito, en boletines y cartas perfectamente identificados. Pero, como tampoco caigo en la ingenuidad de desconocer que he sido un vocero del grupo, me parece, por lo que dijo mi amigo, que el caso amerita una cierta explicación y apelo nuevamente a la compresión y paciencia de los lectores e integrantes de la Red.

En el artículo, “Las elecciones del 30 de julio”, comienzo reconociendo que todos en este país, y los Veedores incluidos, queremos salir cuanto antes de este proceso electoral. Quizás la única diferencia que tenemos los Veedores con otros grupos y que siempre lo hemos dicho, es el momento, la fecha para salir de esto. A nosotros nos parece que estamos sacrificando calidad por fecha, criterio que no comparten ni el CNE, ni el llamado “chavismo”, ni la oposición, por mencionar solo algunos de los actores.

Después, en el escrito publicado, enumero una serie de preguntas que nos hacemos, que son las mismas que hemos hecho en documentos públicos de los Veedores y enviado al CNE.

Luego hago una reflexión en torno a tres grandes interrogantes; en el primero me refiero al poder electoral y lamento que el CNE sea la cabeza de un poder disminuido y limitado. A esa situación hemos contribuido todos, y explico ahora algunos de los ejemplos que cito en el escrito: El llamado Congresillo que le “impuso” o “publicitó anticipadamente” una fecha y luego le negó al CNE los poderes y prerrogativas que este le solicitó; el Presidente de la República, que como candidato infringe normas electorales cada vez que se presenta en público, lo que es muy frecuente, y promueve sus candidatos a diversos cargos; Arias Cardenas que se declara en campaña antes de ser autorizada esta por el CNE y obliga a este cuerpo a declararla abierta antes de lo que se tenía pensado; Claudio Fermín, que frecuentemente desconoce públicamente la autoridad e imparcialidad del CNE; las empresas con las que negocia que le imponen condiciones que de no aceptarlas peligraría la realización de los comicios en la fecha seleccionada; el Comité de Auditoría, que le anuncia las empresas seleccionadas antes de que se pronuncie; el Contralor General de la República que en un infeliz y desafortunado informe sembró más dudas sobre el organismo, aun cuando se retracto y aclao el mal ya hecho; y por que no, los Veedores, que con nuestros informes y preguntas los colocamos en situaciones delicadas.

El segundo interrogante de mi artículo se refería a las auditorias en proceso de contratación, en ese entonces, por parte del CNE: allí se señalan las razones por las cuales nos retiramos de ese proceso, que las dijimos desde el 30 de junio, aunque fueron resaltadas por El Nacional, en primera pagina, varios días después. Muy mal tituladas, por cierto, pues dejaban la falsa impresión de que nos retirábamos del proceso de observación o de la “supervisión” (?) del CNE. Nunca nos hemos retirado del proceso, tampoco hemos sido nunca supervisores del CNE; a pesar del titular el desarrollo de la noticia que hizo la periodista aclaraba perfectamente la situación, pero ya sabemos que en Venezuela mucha gente no pasa de leer los titulares de prensa. En efecto, nosotros nos retiramos del Comité de Auditoría pero solo para la fase final de selección de las empresas auditoras, pues consideramos que no hay tiempo para organizar unas buenas auditorias que arrojen resultados útiles para estas elecciones.

El tiempo nos ha dado la razón; la USB también se retiro y la llamada “auditoría en caliente” se va a hacer al día siguiente y con carácter muy limitado: Solo para las elecciones Presidenciales y para los Parlamentos Andino y Latinoamericano. Los resultados de la llamada auditoría de gestión solo podrán ser utilizados para futuras elecciones. Cabe preguntarse entonces si estas auditorías cumplirán con los objetivos para los que fueron diseñadas y pensadas y si se justifican los casi 700 millones de bolívares que costaran.

El tercer interrogante, se refiere a la abstención, que anticipamos será grande; primero porque hay una “abstención endémica”, que ronda el 50% en los últimos procesos electorales; y segundo porque por la forma en que esta diseñado este proceso y la magnitud de la elección que se va a efectuar, las largas colas que inevitablemente se formaran, desanimaran a muchos electores poco informados y poco motivados. Por eso, en mí artículo, concluyo respecto a esta elección que: “…pareciera estar concebida para desestimular la participación popular y no para incrementarla.”

Este análisis me llevo también a concluir que este será un evento “… de maquinarias partidistas que tengan capacidad de movilizar electores. Una minoría bien organizada, con capacidad de movilización, y concentrando su voto le podrá imponer a todo el país sus candidatos.”.

Hoy en día también afirmo que, además de la alta abstención, también nos espera un largo y complejo proceso de escrutinio, donde será difícil que se acepten los resultados y un complicado y largo proceso de impugnaciones, que nos puede llevar a repetir varias elecciones locales.

¿Será esto el desliz antichavista a que se refiere mi amigo?. ¿Pero, por qué colegir o suponer que la única “maquinaria” con capacidad de imponer sus candidatos es la chavista?. ¿Por qué ver a través de mi articulo en una determinada dirección e intencionalidad y no en otra?. ¿Qué es lo que permite, a través del artículo, esa lectura de lo más recóndito de mi pensamiento, que no he manifestado?.

Para mi estamos en presencia no de uno, sino de varios procesos electorales, que se comunican, pero que pueden tener independencia. En el ámbito Nacional, elegiremos Presidente de la República, Parlamentos Andino y Latinoamericano y Asamblea Nacional; en el ámbito regional, escogeremos Gobernadores y Asambleas Legislativas; y en el ámbito más local, en Caracas elegiremos Alcalde Metropolitano y Alcaldes en cada Municipio del resto del país. Sostengo que en cada una de esas elecciones, un grupo organizado, incluso minoritario, con “maquinaria” y capacidad de movilización puede imponer fácilmente sus candidatos. Llámese es grupo MVR, seguidores de Hugo Chavez Frías, seguidores de Arias Cardenas, los Electores de Miranda de Enrique Mendoza, William Davila en Mérida, PPT y Laya en Vargas, o PPT con Rosales en Anzoategui, AD en algunos estados, la Causa R en Bolívar, Didalco Bolívar y el MAS en Aragua, Primero Justicia en algunos municipios, Ivonne Attas en Baruta, Gonzalez en Chacao, Sergio Omar Calderon en Tachira, José Curiel en Falcón, Salas Römer en Carabobo, Rosales en Zulia, Convergencia y Lapi en Yaracuy, William Ojeda o Raoul Bermudez en el Municipio Sucre, Alfredo Peña en Caracas; y un enorme etcétera con el que espero me disculpen todos a los que haya omitido en esta lista ilustrativa de maquinarias que pueden movilizar votos e imponer candidatos.

Por lo tanto; solo cabe tres interpretaciones a los cáusticos mensajes de mi amigo.

Primera, que se trata de una incorrecta interpretación de mi articulo y del papel de los Veedores, que no somos ni pretendemos ser “árbitros”, ni mucho menos “garantes” del proceso electoral. Arbitro y garante debe ser el CNE; otra cosa es que objetivamente pueda serlo o que se le acepte ese papel. Nosotros somos observadores, que informamos y denunciamos lo que a nuestro juicio le resta transparencia y equidad al proceso. Son las circunstancias y nuestra tarea lo que ha llevado a que seamos un punto de referencia en lo que al proceso electoral se refiere. Ese objetivo si lo estamos buscando, con toda seriedad, y lo hemos logrado a fuerza de trabajo.

Los veedores además de observar y denunciar, es muy poco lo que podemos hacer para variar las decisiones o el curso de los acontecimientos electorales, o impedir algún fraude, que bien sabemos que es posible que ocurra. Algunos creen que somos todo poderosos, que lo que digamos es lo que se va a hacer y que vamos a ser garantes de transparencia y limpieza del proceso; desde luego que esto no es así, no podemos garantizar nada, todo lo más que logramos es poner incomodas a algunas personas y que se vean obligados a dar explicaciones adicionales o actuar más cuidadosamente. Muchas veces lo hemos dicho, nuestra presencia es un elemento de disuasión, un disuasivo, porque saben que no callaremos lo que veamos, y eso es lo único que podemos garantizar, pero más nada, pues es difícil que tengamos la fuerza suficiente para algo más.

No obstante, este es el inicio de un camino; ser Veedor es una forma de ser ciudadano; queremos ciudadanos conscientes de sus responsabilidades, deberes y derechos y organizados para defenderlos. No somos una organización, no tenemos personalidad jurídica, ni cargos, ni directivas; todos somos miembros en igualdad de condiciones y el liderazgo se ejerce con trabajo y capacidad de comunicación.

La segunda interpretación de los mensajes de mi amigo, interpretación que algunos ya me han mencionado, probablemente producto de la paranoia disparada que tenemos hoy en día los venezolanos, es que los Veedores hemos tocado puntos neurálgicos que irritan y se esta creando una “matriz de opinión” –como ahora se le llama- en nuestra contra; descalificando, atacando y desacreditando nuestra objetividad, neutralidad y capacidad como observadores se nos quiere excluir del proceso, relegar a un plano secundario, dejarnos de lado u obligarnos a callar o ser complacientes en nuestras observaciones o críticas. Es muy común combatir las ideas, posiciones y puntos de vista, desacreditando o sembrando dudas acerca de la idoneidad de las personas. Se me hace difícil ver a mi crítico amigo en ese juego.

La tercera interpretación, es que a mi amigo le gusto tanto mí articulo que decidió promoverlo de esta manera; porque, sin duda alguna, después de sus mensajes, entre todas las cosas que he escrito, esta ha sido la más comentada y sobre la que he recibido más mensajes y llamadas telefónicas.

Aclarado el punto de que los Veedores no nos hemos retirado del proceso, creo que es imprescindible comenzar a pasar la pagina y comenzar a pensar en los próximos procesos electorales, ¿Cómo queremos que sean las elecciones en el futuro?, y hay que hacerlo con años de anticipación, pues tenemos varias tareas urgentes; yo enumeraría por lo menos cuatro:

1) Construir un verdadero Poder Electoral con activa participación ciudadana. Un Poder Electoral designado, como mínimo, de la forma en que lo plantea la Constitución Nacional; con candidatos electos por una Asamblea Nacional plural, postulados por la sociedad civil y las universidades, que a todos nos merezcan plena confianza, que sean creíbles y que además de arbitro imparcial, tengamos también jueces imparciales a quienes acudir en caso de diferencias y disputas.

2) Cambiar Ley del Sufragio, no solo porque no se adapta a la nueva Constitución, sino porque es necesario simplificarla de ese bizarro y complejo sistema de alianzas; plantearse seriamente el tema del financiamiento de las campañas, a candidatos y partidos, sobre todo ahora que tenemos candidatos que ocupan cargos y que van a reelección y militares que votan que tienen el Plan República en sus manos, etc. Tenemos además que fortalecer la democracia interna de los partidos políticos, de los sindicatos, de las organizaciones profesionales y gremiales, etc.

3) Es necesario depurar el REP; depurarlo de muertos que votan, ciudadanos con dos inscripciones, ciudadanos con el mismo número de cedula de ifentidad; eso supone depurar la ONI-DIEX, estamos hablando de una tarea de varios años.

4) Cambiar la base tecnológica o al menos plantearnos la base tecnológica de la automatización, para eliminar la dependencia de empresas que tenemos ahora. No basta un contrato de transferencia de tecnología, por el cual nos transfieren una tecnología vetusta y desadaptada, que hemos pagado varias veces y que nos la vienen a vender como hace quinientos años nos vendían baratijas y espejitos.

Esas son, entre otras, las tareas que nos planteamos los Veedores después de que salgamos de estos episodios electorales. Queda por supuesto otra tarea, como es la de velar que no quede en pura averiguación e impune la suspensión de las elecciones del 28 de mayo, si es que se cometió algún delito o falta punible.

Tenemos plena conciencia de que nuestra actuación es política; y lo digo claramente, actuamos políticamente, porque estoy convencido de que esto no es un mero problema técnico, nuestra acción es tan política o más que muchas otras, solo que tiene un substrato técnico muchos más sólido, que debemos preservar.

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