Madrugonazo
No tiene nada de novedoso que el gobierno ‘madruguee’ a la sociedad civil
(que el funcionario 1 no es el único que puede contribuir al acervo
lingüístico). Así, nadie puede extrañarse de este madrugonazo del gobierno
consistente en introducir un proyecto de reforma de la ley de educación
justico antes que los ciudadanos entreguen el suyo a la Asamblea Nacional.
Como ciudadano en ejercicio, no sólo no me importa sino que hasta diría que
estoy encantada. De esta manera, a partir del 19 de enero, la sociedad
venezolana podrá debatir el espinoso tema de la Educación (en mayúscula y
sin «pellides» de pública o privada) teniendo acceso a toitica la
información. Se acaba entonces la conversadera confidencial, la tonelada de
rumores, el ‘que tú que yo’ y la lluvia de babiecadas. Ahora vamos a hablar
en serio, con papeles en mano.
Ahora viene la parte linda, la sabrosa, la verdaderamente interesante. Ahora
viene el debate profundo, en el cual participaremos todos. Porque el asunto
no se va a quedar en el tradicional dejarle el problema a los diputados y al
gobierno. No. Este tema nos compete a todos, nos afecta a todos, nos
pertenece a todos. En este caso, las voces de todos son indispensables.
Ahora viene el desmenuzar cada propuesta, llegar al tuétano, poner sobre la
mesa cada artículo, cada inciso, cada línea. Analizar en detalle. Ver el
bosque y cada árbol, y más aún, cada hojita de cada rama.
Bienvenidos sean ambos proyectos. Y ahora, todos, padres y representantes,
profesionales y gremios, organizaciones de la sociedad civil, centros de
pensamiento e investigación, diputados y funcionarios, a trabajar, con
pluralidad e inteligencia, y teniendo presente que lo que se va a discutir
es el futuro de un solo país, y no simplemente el pasado mañana de esos
millones de países particulares que tontamente hemos logrado inventar.
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