Misión Identidad
En líneas generales, el venezolano no cuestiona la presencia de extranjeros en nuestro país. Gracias al esfuerzo de los emigrantes de diversas latitudes se ha venido conformando nuestra identidad, desde hace muchos años. Han venido en busca de ilusiones, al igual que un grupo de venezolanos han emigrado por razones de estudio, de familia o en busca de una mejor calidad de vida. Nuestro país se ha convertido en un crisol de culturas, y es de justicia, además de ser un derecho al que pueden optar, que quien han compartido y desean compartir con nosotros los éxitos y fracasos de nuestra vida nacional sean incluidos como venezolanos. No obstante ¿cuáles observaciones podemos hacerle a la misión identidad?.
Según parecieran indicar algunos hechos, la exagerada politización de la misión ha trastocado el objetivo de la naturalización de extranjeros. Es cuestionable que durante años el proceso para la naturalización fuera engorroso, corrupto y denigrante; pero también es cuestionable ofrecer la naturalización como mecanismo para asegurar posibles votos. En un porcentaje significativo los emigrantes que han sido naturalizados han trabajado desde hace años en este país, tienen su familia y sienten a Venezuela como su patria. Sin embargo, de acuerdo a lo que se percibe hay otro porcentaje que no han pasado los mínimos criterios para ser seleccionados e incluidos en nuestra sociedad (Ver Art. 33, Constitución…). No estamos ante un problema de exclusión, sino de soberanía nacional. Por otra parte ¿existe una planificación en el ámbito de las políticas públicas para responder a las necesidades y requerimientos de una población de aproximadamente un millón de nuevos venezolanos, según es la meta del Presidente Hugo Chávez? ¿No le estarán creando a los nuevos venezolanos unas expectativas, que ni Hugo Chávez, ni los gobiernos que vendrán podrán garantizar?.
Nuestro presidente tiene en su mente el ideal de una América Latina unida ante los imperios mundiales. Sentimiento válido, excepto porque la mayoría de sus políticas han respondido y responden a los intereses de esos imperios. Además, los venezolanos que apoyaron su mandato ¿conocen realmente las intenciones del Presidente? ¿Está gobernando para Venezuela o para una unidad que no se concreta, porque no se han establecido los espacios comunes para el desarrollo social?.
La misión identidad, como las demás, no responde a los problemas estructurales de nuestro país. Son medidas populistas que lamentablemente traerán consecuencias no tan positivas en el futuro.
Las ilusiones y los sueños de los venezolanos están siendo confiscados por unos ideales que carecen de planes coherentes producto de una planificación sería, que garantice en el tiempo su permanencia más allá de la renta petrolera, que tanta corrupción y daño está haciendo al país, aunque parezca irónico.
