Movimiento Nacional contra la Autocracia
Está a la orden del día la experiencia exitosa adelantada por el pueblo chileno. A menudo se olvida que sólo después de 17 años de crímenes, torturas, desaparecidos, exilados y clandestinidad fue cuando socialistas, socialcristianos, radicales y demás demócratas de ese país entendieron la necesidad de la unidad más amplia. Sin ir muy lejos en Venezuela desde 1948 hasta 1956 fue cuando comprendimos que debíamos cesar los ataques y descalificaciones entre las fuerzas que adversábamos a la dictadura militar. Ello creó un piso político para en 1957 constituir la Junta Patriótica y adelantar una acción que iba desde la Charneca (simbólicamente un barrio de San Agustín) hasta el Country club. Una plataforma política recogía las aspiraciones de la sociedad de aquellos días: conquistar la libertad, la legalidad de los partidos, liberación de los presos, regreso de los exiliados y creación de un Estado de derecho. Eso pasaba por la derrota de la aspiración continuista del dictador que se había negado a cumplir su propia constitución y convocar a elecciones. El 23 de enero fue derrocado por un movimiento cívico-militar.
Hoy vivimos una autocracia militarista. El autócrata que va a cumplir ocho años en el poder amenaza con perpetuarse hasta el año 2031. En el 2006 se plantean unas elecciones presidenciales en condiciones muy diferentes a las de 1957. La exigencia que se coloca en un primer plano es la de elecciones libres. Se quiere votar, pero se quiere que se respete ese voto, que se elimine el ventajismo oficialista, que se revise el Registro Electoral, que se auditen las máquinas, que se cuente manualmente los votos, en pocas palabras, que se abran las cajas, que estén presentes los testigos de la oposición a lo largo de todo el proceso. Son exigencias que están contenidas en los Informes de la OEA y de la Unión Europea., que están en la Constitución y en la Ley Electoral. Debemos conformar un movimiento nacional lo más amplio posible, donde todos seremos necesarios y útiles, para derrotar al autócrata y reconstruir al país.
PD: El espíritu rebelde de Argelia Laya estaría en estos momentos combatiendo la autocracia militarista y exigiendo elecciones limpias. A la candidatura de Chávez la consideré un salto al vacío.
