Opinión Nacional

Nelson Mandela

El sábado pasado vi la película Invictus. En ésta se muestra como Nelson Mandela, electo presidente de Sudáfrica en 1994, aprovechó el Campamento Mundial de Rugby celebrado el año siguiente en su país, para ponerlo al servicio de su propósito de que sus compatriotas blancos y negros superaran el odio sembrado por el régimen de apartheid.

El rugby era un deporte exclusivo de los blancos y, los negros, lo detestaban por percibirlo como un símbolo de segregación racial. Al comienzo, sólo los blancos festejaban los triunfos de los Springbooks, que así se llamaba la selección blanca nacional pero, a medida que avanzaba el torneo, los negros se incorporaban al espectáculo y su sumaban al júbilo, y éste llegó al clímax cuando Sudáfrica derrota en la semifinal a Francia y luego a Nueva Zelanda en el partido final, titulándose campeón. El presidente Mandela, que ya había vencido la resistencia inicial de sus seguidores y familiares, contempló emocionado en medio de aclamaciones a 60.000 aficionados blancos y negros que se abrazaban con fraterno orgullo nacional en el Ellis Park de Johannesburgo, al cual se había presentado vestido con la camiseta verde y oro de los Springbooks.

Esa fue uno de las primeras batallas por la reconciliación nacional que ganó Mandela. Esa tarea ya la había emprendido antes de ser presidente. Apenas fue liberado, después de 27 años de prisión, el 11 de febrero de 1990, inició negociaciones con el presidente blanco Frederik De Klerk, el cual, en clara apertura hacia la mayoría negra, ese mismo año, además de poner en libertad a Mandela y otros líderes del Congreso Nacional Africano (CNA), legalizó las organizaciones antiapartheid, levantó el estado de emergencia y, en el contexto de las negociaciones mencionadas, convino aprobar en a1993 una Constitución provisional que otorgó el derecho al voto de los negros y permitió las primeras elecciones multirraciales libres del 27 de abril de 1994, en las que CNA logró mayoría absoluta en la Asamblea Nacional y Mandela, el prisionero número 46664 de la cárcel de la isla de Robben, fue elegido presidente de Suráfrica.

Como presidente, Mandela formó un gobierno de unidad nacional en el que Thaba Mbeki (que sería después presidente) juró como segundo Vicepresidente. Se oyeron los dos nuevos himnos del país unido, el país arco iris. Unos cantantes blancos interpretaron una plegaria religiosa y unos cantantes negros interpretaron el viejo himno de la república sudafricana. Bajo el gobierno de Mandela se aprobó en 1996 una de las Constituciones más democráticas del mundo. No aceptó la reelección al terminar su mandato en 1999.

Si Mandela recibió el Premio Nobel de la Paz para el aprendiz de dictador que nos gobierna, debiera crearse el Premio Nobel de Odio. Aquél enterró el apartheid racial. Éste patrocinó el apartheid político. Aquél se rodeaba de pueblo en los eventos deportivos. Éste no va a los estadiums porque teme a las multitudes no acarreadas. Aquél cubrió a Sudáfrica con un arco iris. Éste si  ve un arco iris, le dispara con su cañones.

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