Opinión Nacional

No hay chavismo sin Chávez

El Sí escogido por la oposición para decir NO al antivalor que representa el chavismo es símbolo de la Venezuela Positiva que ha surgido en estos casi seis años de lucha contra un régimen que sólo tiene el respeto que le da su elección constitucional. En estos duros tiempos, los venezolanos han aprendido el valor de vivir en libertad, la necesidad de tener un Estado estructurado en poderes autónomos, la importancia del respeto a las instituciones y sobre todo, la imperiosa máxima de ser gobernados siempre por los mejores.

A Venezuela el chavismo la ha volteado como a un guante, dejando al descubierto sus entrañas podridas por la pobreza moral, intelectual y económica ocasionada por el injusto reparto de las riquezas nacionales. El resentimiento por la exclusión, la incapacidad alimentada por el odio, las malformaciones de una sociedad que perdió en el camino al núcleo familiar, se ven representadas en su máxima expresión por este chavismo vengativo, capitaneado por un lumpen dirigente, exacerbado por quienes mamaron la teta de la democracia para luego escupir lo mejor de su leche. Renegados hasta de sus madres, el chavismo radical que se apoderó del poder disimuló en principio su profundo resentimiento con la excusa histórica del bolivarianismo, del interés por los pobres, de su inmensa generosidad para con los excluidos.

Sin embargo, esta pantalla no ha sido lo suficientemente articulada como para conformar en sí misma una doctrina o una corriente política. Hasta el momento el chavismo sólo ha demostrado ser una respuesta aluvional a las injusticias sociales de los anteriores períodos democráticos, pero de ninguna manera ha aportado una respuesta válida a esos problemas. La arbitrariedad como forma de gobierno, la injusticia como trato al ciudadano, la destrucción institucional sin una proposición alternativa, el agotamiento de las riquezas por la vía de la dádiva, el irrespeto como estilo de dirigirse a los gobernados disidentes, la presión y el chantaje como armas de convicción, la incapacidad como valor fundamental para el ejercicio de la función pública, la voluntad presidencial como fiel de la balanza de la justicia, el acomodamiento maquiavélico de la ley a los fines del régimen, la exaltación de los líderes no por su formación sino por la capacidad de daño institucional que tengan, son las características del chavismo.

Evidentemente que estos antivalores no pueden compendiarse para dar la organicidad que requiere cualquier partido político o movimiento serio. A diferencia de otras revoluciones, el chavismo carece de un libro fundamental; un Mein Kampf, un libro Verde, un libro Rojo, un Capital. El Oráculo del Guerrero no pudo ser la Biblia del chavismo, porque su autoría homosexual develaba ciertas notorias debilidades de personeros del régimen, así que escogieron otro libro: la Constitución Bolivariana, que sirve para todo, hasta para ser violada continuamente. Tampoco tiene el chavismo unos cuadros organizados, sus círculos bolivarianos no cumplen la disciplina y preparación mínimas. Lo que tenemos en Venezuela no llega ni a revolución, es una caimanera de resentidos que llegaron al poder por el golpe de injusticia que azotaba la democracia y ante su manifiesta incapacidad para resolver el problema optan por intentar comprar su permanencia en el gobierno repartiendo el presupuesto nacional mediante kinos y misiones.

Los seguidores del chavismo lo son a) por ingenuo convencimiento de que este movimiento tiene soportes filosóficos como para perdurar en el tiempo y ofrecer salidas a los venezolanos; b) porque están comiendo a manos llenas del erario nacional. Los primeros son los eternos comeflores que algún día fueron comunistas, adecos, copeyanos o masistas y que van de carro en carro buscando incesantemente la alternativa válida para sus inquietudes políticas. Los segundos son unos aprovechados que saben que sólo con un movimiento tan coyuntural como éste podían acceder al poder. Revisen a los funcionarios del chavismo para que constaten currículos de Ministros que no hubieran llegado ni a ingeniero I, a diputadas que actúan como prostitutas de frontera, a gobernadores practicantes del abigeato, a dirigentes que ninguna madre quisiera como marido de sus hijas. Los embajadores chavistas en su gran mayoría nos avergüenzan; los oficiales chavistas deshonran con su servilismo a la tradición institucional de la FAN. La destrucción de Pdvsa es el mejor ejemplo de cómo esta marabunta desorganizada, incapaz y corrupta del chavismo ha chupado la prosperidad y las expectativas de desarrollo de Venezuela.

Quienes se unen al chavismo asumen las mismas características de esta rebullonera. Verbigracia, José Vicente Rangel, uno de los pocos que puede vestir un flux sin que parezca disfrazado. De ser una referencia nacional en materia de denuncias de corrupción y defensa de derechos humanos, pasó a ser el organizador (si eso fuera posible) de la marejada de ideas seudo revolucionarias de Hugo Chávez, para darle alguna coherencia a los efectos de gobierno. Sus esfuerzos han sido compensados con una prosperidad de la que no disfrutó en sus 40 años de oposición digna, pagando su jubilación con el duro precio de la venta de la honestidad.

Ante el inevitable desenlace de un Referendo Revocatorio que expulsará al chavismo del gobierno, los desesperados que han tomado el gusto a las mieles del poder y a ser alguien (¡por fin!) en la vida política nacional, están hablando de un “chavismo sin Chávez”, ubicando al líder en el epicentro de la discordia. “Que se vaya él, que es la piedra de tranca, y nosotros quedamos como factor de poder” dicen los vivos que entienden que la cosa es con Chávez. Pues no, el chavismo no existe sin Chávez. Véanlo en el simple hecho de que ningún corifeo del chavismo tiene discurso ni liderazgo propio, son loros repetidores del discurso sabanetero. Hasta Lina Ron entendió esto.

Aquí no habrá chavismo sin Chávez pero lo que sí habrá es una Venezuela diferente. “Los mejores” salieron de sus cómodas oficinas para recibir planazos y bombas lacrimógenas. “Las mejores” dejaron sus nichos para defender como leonas el futuro de sus hijos. Quién iba a pensar que esas tarbesianas, que esas niñas del Mater eran capaces de soltar discursos dignos de los más enjundiosos pensadores y plantarse ante un general armado sin que les aguara el ojo, que los salesianos y jesuitas habían formado líderes tan eficientes como para motorizar una organización que sumara las voluntades de los venezolanos libres. Esos son los mejores, los que después del Revocatorio tienen la inmensa responsabilidad de no retirarse de nuevo a sus cuarteles sino de quedarse al frente para lograr hacer el país donde todos sean “los mejores”, la Venezuela moderna, eficiente y honesta que el chavismo nos enseñó a desear.

AQUÍ ENTRE NOS

La Van Chevrolet blanca de Eleoccidente placa 110-AAC, lleva propaganda del NO. Exijo como venezolana copropietaria de esa empresa del Estado, que sus vehículos se abstengan de hacer publicidad electoral a favor de una parcialidad o que coloquen también propaganda del SI. ¿Está claro esto, CNE?… Las elecciones en la Universidad de Carabobo pueden no ser tan obvias como aparentan. Según una encuesta a un universo de 600 votantes realizada por el politólogo Santiago Rodríguez en la primera vuelta a realizarse este viernes 30 de julio, los profesores activos votarían 39% por María Luisa Maldonado, 45% por José Ángel Ferreira, 8% por J.M Vegas Castejón. Entre los jubilados la votación sería 23 %, 11% y 5% respectivamente. El voto estudiantil que representa el 25% del voto general, el resultado sería 38%, 52% y 4%. La gente de Ferreira asume que el 80% de los votos de Vegas se les unirían en la segunda vuelta, por lo cual María Luisa debería obtener 150 votos de ventaja para asegurar la segunda vuelta el martes 3 de agosto. Sin embargo, los números maldonadistas la dan ganadora con un amplio margen en la primera vuelta por lo que la segunda sería sólo un saludo a la bandera. Según la encuesta de Rodríguez, Jessy Divo ganaría el Vicerrectorado en la primera vuelta y estarían seguros Juan Macías en Secretaría y el Chino Reyes Lanza en el vicerrectorado. Esta semana sabremos cuál comando sumó correctamente…Hasta el próximo miércoles.

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