Optimistas, Pesimistas, Extremistas y Extremosos
Teodoro Petkoff, que a veces peca de gruñón, pero nunca de bruto, critica con toda la razón a algunos columnistas de El Universal, y al diario en sí, por su posición extremosa, más que extremistas, frente a las elecciones regionales y al RR. Y se refiere a algo que he oído en varios sitios: no se puede hablar de dictadura en Venezuela puesto que hay diarios en los que hay columnistas que atacan como quieren al gobierno y no les pasa nada. Algunos dirán que eso forma parte de la estrategia del gobierno, que tarde o temprano se quitará la máscara. Como diría Mario Moreno, «Cantinflas», indiscutible maestro de muchos de los personeros del alto gobierno, puede ser, pero no es, y mientras no sea, puede que no sea.
Esa posición de El Universal y sus columnistas, a la que se suma sin sumarse, siendo pero no siendo, el joven Borges de la edulcorada versión de Copei que se llama «Primero Justicia», recuerda la de los parlamentarios italianos que se retiraron del parlamento y le dejaron el campo absolutamente libre a Benito Mussolini. Retirarse del juego democrático es mucho peor que un error, es un crimen. ¿Qué el árbitro no es confiable? Es mejor que quede probado hasta la saciedad, y no como una acusación de quienes dicen que hay dictadura pero pueden escribir públicamente. Porque quienes dicen que hay dictadura pero pueden escribir públicamente, ante los ojos de los que no conocen nuestro país, pueden parecer unos necios que no saben lo que dicen, puesto que dicen lo que dicen (otra vez don Mario Moreno). Retirarse del campo de batalla es perder la guerra. Hay que perseverar hasta el final, y que quede demostrado que sí hay dictadura aunque parezca no haberla.
Los columnistas de El Universal no tienen paciencia, y sin paciencia no se consiguen frutos. La situación para nosotros los venezolanos, es clara: Chávez y los suyos no tienen cultura democrática; quieren imponerse a pesar de estar ya en minoría, son tramposos y deshonestos. Eso lo sabemos muy bien los venezolanos. Pero no los extranjeros. Sí es una dictadura, puesto que controla con mala fe todos los poderes del Estado. Pero eso hay que demostrarlo, y no se demuestra con artículos como los de El Universal. Casi es todo lo contrario. Ni se demuestra con pesimismo. Ni destruyendo todo sin proponer nada.
Tiene razón Teodoro: es fácil parecer extremista, y el que juega a parecerlo espera sacar ventaja de parecerlo. Pero es fácil también que se lo lleve por delante un alud de muertes, de sangre y de lágrimas. Habría que decir lo contrario de lo que dice Leopoldo Castillo: ¡es fácil!…
