Oro en el Caguán y la República imposible
Queridos lectores, si se les comunicara a las seis de la tarde, que a las doce de la noche tendrían que abandonar la vivienda donde han residido durante tres años y medio, de lo contrario recibirían una lluvia de “plomo”, lo más seguro es que en la carrera se les quedarían algunos documentos. Algo parecido les ocurrió a los terroristas de la narco guerrilla colombiana la semana pasada. Los documentos “olvidados” están siendo procesados por los órganos de inteligencia, los cuales sin duda calificaran el hallazgo como una “mina de oro”. Ojalá que la ya larga relación de Chávez con las FARC, no sea nuevamente confirmada y que el gobierno Venezolano no se vea otra vez involucrado en un escándalo internacional por culpa de la solidaridad automática que el comandante presidente le otorga a todo al que aún siendo delincuente se declara Bolivariano.
Chávez pretende crear una República sin ciudadanos. Veamos, el concepto de ciudadanía está enmarcado dentro de los parámetros más encumbrados de la sociedad y se refiere a la tolerancia, respeto, justicia y convivencia que todos los que nos llamamos ciudadanos debemos suscribir con los demas habitantes de nuestro entorno, sea este local, nacional o planetario. Ese es el verdadero contrato social. No existen ciudadanos buenos y ciudadanos malos, pues un narcotraficante, un pedofilico o un terrorista, al negar con sus actos derechos inalienables del ser humano simplemente se colocan en el lado opuesto de la vida y por lo tanto no “califican” como ciudadanos.
Los que como Chávez se suscriben a la doctrina del terror como arma de acción social, pretenden hacernos creer que personajes como la tristemente celebre Lina Ron, son ciudadanos dignos. No me sorprendería que el ministerio de educación, el mismo que propugna al “Che” Guevara como ejemplo de juventudes, tome ahora a esta nueva heroína Bolivariana y la convierta en la Manuela Sáenz de la Revolución Chavista.
Mientras aquí tenemos que seguir “por ahora” con el calamar a cuestas, en otros países tales como Brasil y Colombia, la sola asociación con Chávez, fue suficiente para que las candidaturas ganadoras de Lula y Serpa, se desplomaran y dieran vigencia a la “derecha”. Puesto que los “Ciudadanos” de nuestros países vecinos, decidieron no experimentar en carne propia la Revolución Bolivariana. Esto aunado a los millones de dólares “botados” en el intento de revivir el Sandinisno en Nicaragua, convierte a Chávez en el equivalente a un “leproso” político en el ámbito internacional. “El sistema de Gobierno más perfecto es aquel que produce mayor suma de felicidad, mayor suma de seguridad social y mayor suma de estabilidad política” (Simón Bolívar). Será!!!
