Otro lamentable fallecimiento
El pasado fin de semana trajo consigo la lamentable noticia del fallecimiento de un valioso venezolano, el Dr. Ricardo Hernández Álvarez, nativo de su queridísimo Estado Lara, hijo de esos recios antiguos matrimonios de conocidas familias larenses. Ricardo fue un venezolano ejemplar, además de un conspicuo amigo y ferviente servidor a la justicia y las leyes.
Destacado abogado del foro larense y nacional, pues aun cuando estaba residenciado y habitualmente despachaba en Barquisimeto, fueron también muchos los casos de otras latitudes de nuestra tierra, donde emitió su parecer y brindó sanos consejos profesionales.
Ricardo, fue formado en Caracas, pues no había entonces como hacerlo sino en la capital, el Zulia o en los Andes, pero pronto retorno para el ejercicio profesional en su tierra querida. Ricardo dejó otro digno profesional, su hermano Oscar Hernández Álvarez, otro gran profesional del derecho y orgullo para nuestros especialistas en Derecho Laboral , quien ha brindado y sigue dando lustre a nuestra doctrina patria, reconocido por igual dentro y fuera de Venezuela.
Todos los que les conocemos, apreciábamos el respeto y llevadero vínculo familiar entre ambos, lleno de fraterna familiaridad, gran sentido del humor, y brillantes salidas.
La partida anticipada de Ricardo, deja un hondo vacío en el foro venezolano y en el campo de la amistad, donde supo sembrar a dos manos y mucho quedará por recoger de su sana manera de sembrar amistades y crear lealtad.
En el mundo de la enseñanza del Derecho, nunca, aun para quienes no lo conocían, podrá olvidarse su labor y gestión gremial, pues conjuntamente con algunos de sus inseparables amigos promovió materialmente hasta sus últimos días los estudios del Derecho e impulsó y llevó adelante los diplomados, estudios de especialidades y post grado en Derecho en el Estado Lara. Sin su tesón, y valido también de otros amigos en universidades, no contarían hoy innumerables colegas larenses de su acreditación en estudios de tercer nivel en Derecho.
Como compañero, era un modelo. En torno a ello solo quiero expresar una idea que me llena en lo personal, nunca mas conoceré a alguien tan grato y culto como para adornar una velada, realizar una reunión profesional o cumplir con una junta de negocios inolvidable y grata, independientemente de su índole o materia.
En esta lamentable hora, solo me resta divulgar estas líneas en su honor y hacerle llegar mis sentidas condolencias a su mujer, a su hermano y todo el resto de su gran familia, al igual que a todo el gremio de abogados de Lara, pues con la desaparición de Ricardo queda un vació muy difícil de llenar en el campo familiar, en la difícil relación de la verdadera amistad entre los hombres y en el mas delicado de las relaciones profesionales sobre todo en la rama jurídica, que fue su acontecer vital, donde tanta importancia comportan la ética y los valores sociales que deben tenerse siempre presentes. Pasarán largos años antes de poder mitigar tu lamentable ausencia.
