País de Niños Cantores y Ayayeros
“Les Choristes” de Barratier nos conmovió el pasado año. Nos recordó el espíritu docente capaz de dejar impronta en los jóvenes; esta vez a través del canto coral y la música para vencer un mundo represivo en un orfanato. La política del absurdo, que se nos impuso en el 2005 desde la sociedad civil y el eCNE, maniató los instrumentos políticos del país; produjo dos resultados impensables: Desnudo al régimen al mostrarle que lo que hay son 10 millones de votos que no les acompañan y le proporciono a la revolución una asamblea de 167 niños cantores y a la disidencia un coro de ayayeros. Estos coristas de la ANC de Chávez nos conmoverán este año con canto coral y música para aplastar un mundo disidente que los resistirá al principio con un sostenido “ayayay”.
Alerte a tiempo que: “Uno de sus fines políticos es sustituir al parlamento. Identificar gobernado a gobernante y moral a política radical. Es Chávez la voz de Dios. En consecuencia, no hay moral ni libertad fuera de esa virtud cívica. Su desobediencia seria injusta. Solo justificarían la desobediencia civil de los excluidos y apelarían al discurso que la democracia directa es un proceso nunca acabado para devaluar tal acción. Pero con seguridad, usarían el terror para reducirla.” Este es el escenario de legalidad radical y desobediencia civil que signara al 2006.
La orquestación coral la impondrá Miraflores. Para la directiva de tenores escogerá una variedad del mismo color coral. Exhibirán articulaciones, pasajes divisi cuidadosamente colocados y una paleta de tonos y significados ligeramente diferentes. Para el resto hará uso del contrapunteo; pues no será posible la polifonía de contra voces. Observaremos el uso paralelo de voces que dirigen, de líneas melódicas controladas y la imitación entre las voces. Todas cantando como lo haría el director del coro.
Dudo que presenciemos sinfonías. Tendremos arias – composiciones para una sola voz con acompañamiento – parte de Oratorios de alcahuetería o de Cantatas revolucionarias. Según el placer del director observaremos la ejecución ad libitum de violines o flautas aunque por lo general todas las voces serán pautadas en obbligato. El ridículo será común al modo de airosos o declamaciones histriónicas de música coral a medio sesión.
Seremos espectadores de solo cantatas – trabajos para una o mas voces pero terminadas en coral para el coro – donde el cantus firmus – melodía principal – saldrá desde Miraflores. El proceso de aprobación de las leyes serán movimientos. Todas las sesiones comenzaran con un ritornelo o recurrencia introductoria de la revolución y serán suites – colección de danzas instrumentales precedidas por preludios – Tendremos sopranos, altos, bajos y tenores. Voces, solistas y el coro de una parranda bolivariana. Intimidadores seriales a través de la ley y de la nueva función de alcahuetar al poder nacional.
Esas leyes serán la oportunidad para que la sociedad como un todo muestre su rechazo y devele la ilegitimidad de la ANC. Una policía nacional, el control de los partidos políticos, de los medios y de las universidades, la judicializacion de la política, la constricción de la estructura societaria de empresa y de propiedad privada, la justificación del peculado, el despilfarro de fondos públicos y la perpetuación del que pretende actuar como Presidente de la América Latina serán desarmonías de esa ilegitimidad que pondrá fin al segundo coro griego de “ayayeros” o canto coral de la disidencia para tener en la calle que mostrarse como desobedientes en resistencia a la música coral del régimen represivo.
Cantar en armonía implica respetar la línea base las voces paralelas, las imitaciones, las improvisaciones y los arreglos. Eso se sucede en un parlamento; no en un coro de niños cantores como el del fracasado modelo cubano. La sociedad le busco tres patas al gato. Pues ha encontrado cuatro. Desesperada buscara políticos para que actúen en su defensa. La división del país se acentuara hasta que se sucedan nuevos eventos de intolerancia nacional. Tienen algo de razón. Rojo será el color del canto, de la música y de la represión.
