Paramilitarismo malandro
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La sociedad venezolana cada vez se mas acosada ante la proliferación
de bandas armadas proclives al régimen, que es usada para acallar la
disidencia al pensamiento único que ya de una vez y mas
aceleradamente se comportan igual o aun peor que los grupos armados
usados por el nefasto Noriega en Panamá, para amedrentar a sus
opositores, durante su mandato.
Paramilitares armados hasta los dientes, atemorizan, atacan a tiros
cualquier ciudadano o grupo de ciudadanos para crear miedo y zozobra
haciéndole el trabajo sucio al gobierno, el cual es permisivo o hace
poco por controlarlos, trayendo como consecuencia una ola de
criminalidad desatada.
Son estos mismos grupos los que tienen patente de corzo para atracar,
asesinar, vejar a la población venezolana, sin que autoridad alguna
haga algo para detenerlos, enjuiciarlos y castigarlos.
Autoridades o gobierno serio, con tantas pruebas con que cuenta, como
en el reciente caso de las bandas armadas que penetraron a la
Universidad Central de Venezuela, ya hubiese por lo menos presentado
ante los tribunales a cualquiera de esos malandros que le cayeron a
plomo limpio a unos estudiantes indefensos y pacíficos.
Pregona el régimen la paz y se alardea con que esta coadyuvando a
conseguir la paz en la vecina Colombia, y en nuestro país endurecen
el enfrentamiento entre venezolanos, lo cual sin lugar a dudas, deja
mucho que desear y puede traer consecuencia muy graves en un futuro
próximo.
El gobierno debe recoger sus locos, a los cuales ha armado hasta los
dientes, debe revisar su política contra la criminalidad la cual en
los actuales momentos, y por esa pasividad gubernamental, cada vez
más hogares venezolanos se visten de luto por que la muerte les llego
a uno de sus miembros.
Aprueban leyes de desarme a las cuales no se le ve ningún resultado,
por que no existe voluntad política para ello, ya que de aplicarse de
una manera severa, sus malandros paramilitares al servicio del régimen
quedarían desarmados, cosa esta que no les conviene de ningún modo.
La desfachatez es tal que se pudo observar, y quedo al descubierto
ante las cámaras de televisión, como un seudo diputado que dice
llamarse representante del pueblo varguense accionaba su arma contra
los estudiantes en al Universidad Central de Venezuela, y luego
demagógicamente y al verse descubierto señala que dicha arma se la
quitó a un estudiante que le disparaba, paso a creer que no es
diputado sino el superman venezolano, rematando luego que la misma la
consignaría ante la Fiscalia General de la Republica.
Pero ante cual Fiscalia, o acaso no sabemos que son todos los poderes
públicos venezolanos son genuflexos al régimen, y que todo no pasará
de ser una pantomima para protegerse, destituido es lo que debería
estar, pero quien lo haría, acaso el Consejo Legislativo de Vargas,
daría un primer paso, pues no, ya que ni siquiera se les ve el trabajo
por las comunidades, muchos menos se activarían para tratar un caso
tan serio como el que nos ocupa, lo mejor para ellos es quedarse
callados, y no molestar a su paramilitar malandro.
