Paso a paso construimos la democracia
El sábado 10 de julio se llevó acabo en la ciudad de Mérida una marcha a favor de referéndum revocatorio de mandato. En donde todas las toldas políticas hicieron acto de presencia, conjuntamente con la Gente de la Universidad de Los Andes, que a pesar del luto que nos embargaba por la perdida de nuestro gran Rector, Pedro Rincón Gutiérrez (PERUCHO, como se le llamaba cariñosamente) salimos a la calle al lado del ciudadano de a píe. Ese ciudadano, como tú y como yo.
Ver como los merideños se volcaron a la calle, es de por sí algo importantísimo como reflejo de lo que será el RR el 15 de agosto y demuestra la fe democrática de la mayoría, en contra de todos los diagnósticos tórridos.
En las caras se veía esperanza, se escuchaba tolerancia, se sentía el crujir de los pasos hacia la democracia. Se sentía el despertar de la clase media en pleno, (o lo que queda de ella) y el olor que se percibía era de nuevos tiempos. A diferencia de marchas pasadas en donde la sociedad civil salía a la calle molesta. Está vez era de alegría porque vamos y estamos caminando para establecer las reglas del juego que antes no estaban del todo claras. Aunque todavía se debe observar, el régimen trata de objetar esas reglas.
Vamos hacia tiempos de reflexión, tiempos por venir, que debemos aceptar serán duros. Serán duros por las condiciones en que se encuentra el país, por la situación de desgobierno que estamos padeciendo. Por la estúpida creencia de un grupo de intolerantes que no supieron capitalizar el descontento acumulado por largos años de inoperancia. Inoperancia que en estos tiempos de milicos y corruptos desde 1998 aumentó de manera exorbitante.
No sólo los merideños marchan, está marchando el país, y lo más interesante es que los venezolanos estamos recorriendo nuestro territorio a favor de la paz, la democracia, la tranquilidad. Hemos transitado kilómetros y kilómetros con una consigna en la cara. Ya basta de tanta corrupción, ya basta de tanto cinismo, y sobre todo, de populismo de corte autoritario que se quiso imponer.
Este ensayo democratizador de las marchas, (entre otras muchas manifestaciones democratizadoras que se llevan acabo en la actualidad) está demostrando una vez más la alta cultura democrática del ciudadano venezolano y demuestra, como los proyectos retrógrados, sin sentido, y de arribistas; los venezolanos no lo aceptan.
Y está demostrando que los partidos políticos son de vital importancia para establecer la institucionalidad perdida. Le está demostrando al ordeñador de Sabaneta que su revolución “bonita” no es tal. Y que sin los puentes que facilitan los partidos políticos entre Estado, gobierno y sociedad civil, la democracia está asesinada.
De hecho aceptamos las búsquedas pacificas hacia la construcción de políticas de Estado que perduren en el tiempo y el espacio. En donde nuestros hijos crezcan con la convicción de acceder a un mundo mejor.
Es de felicitar a todos y cada uno de los venezolanos que se dan cita en las marchas, o en las manifestaciones pacificas a favor del SI y de la institucionalidad.
En fin, de la participación de todos y cada uno de nosotros depende el futuro de un país que pide a gritos ya no más burlas.
