¿Patrullero o ciudadano?
La democracia se fundamenta en la participación de los ciudadanos en las decisiones de su sociedad, enfocadas a la construcción del bien común. En democracia los ciudadanos asumen una participación activa tomando en cuenta los intereses grupales y los intereses individuales. En la constitución se planteó la necesidad de trabajar por una “sociedad democrática, participativa y protagónica”, pero no hay nada más contradictorio que el discurso y las estrategias de algunos representantes de los sectores políticos; aunque uno espera de quien ejerce la autoridad, ser el ejemplo de sus principios.
Los sectores polarizados han asumido una actitud radical e irracional ante el hecho cierto y real de la convocatoria al referéndum presidencial. No han valorado la importancia de que un sector de la sociedad asumiera activar este derecho constitucional y su significado a nivel de participación y de movilización social, a pesar de las presiones ejercidas por los sectores políticos. Un signo positivo de estos tiempos es la conciencia creciente en los venezolanos de su papel como ciudadanos; pero ciertos líderes siguen empeñados en buscar estrategias que no están al nivel de nuestra población, para poder garantizar un triunfo electoral.
La concepción del militante partidista, defensor de una ideología, de un individuo o de un partido ya es historia. Este descenso de la simpatía hacia los partidos se interpretó como un indicador de la crisis democrática, pero hoy este descenso pareciera entenderse como la presencia de ciudadanos más críticos y escépticos* que están exigiendo a los grupos políticos y a sus líderes, otro tipo de acciones más coherentes. Un indicador en Venezuela es que el 71,2% de individuos que conforman la población electoral se autodefinen como “independientes”; porcentaje muy alto en comparación con los que se autodefinen “simpatizantes” (19,2%) o “activistas o militantes” (5,8%). Teniendo como base ésta investigación*, los partidos políticos y algunos de sus líderes no están identificando la voluntad política de la mayoría de los venezolanos.
En el país las calificaciones hacia los sectores “no simpatizantes, activistas o militantes” están de sobra. Los “patrulleros” del oficialismo por inmensos recursos que posean, o el “ahora – ahora” de la Coordinadora Democrática, no parece que van a influir en la conciencia crítica de la ciudadanía venezolana de cara al referéndum. Esta conciencia crítica es un signo para los líderes, quienes deben comenzar realmente a evaluarse en función de su futuro político en este país. La “sociedad democrática, participativa y protagónica” era uno de los objetivos impulsados por la denominada Revolución Bolivariana, y es decepcionante que por esa misma causa, entre otras, este proceso se esté reduciendo a una minoría. (*Paralelo 2003 es un estudio sobre opiniones y valores políticos realizado por la USB a cargo de los profesores Adolfo Vargas y Zaira Reverón).
