Poder social y poder político
Hace varias semanas un economista publicó un artículo en el Diario El Universal con el titulo ¿ES CHAVEZ UN DICTADOR? para llegar a la conclusión que “lo de Venezuela es una democracia procedimental donde han colonizado los derechos no por las armas sino a través de la base fundamental de la democracia, de origen pero no de ejercicio, que es la elección”. A partir de ahora deberá ser incluida esta novedosa democracia en sus manuales por los politólogos.
Cuando se ejerce el poder violando el Estado de derecho se deja al ciudadano sin sus derechos humanos y en este caso no estamos en ninguna democracia “procedimental”, término que no existe en la ciencia política, sino en una vulgar autocracia para no llamarle dictadura.
Como el problema es de desconocimiento en la materia reproducimos un artículo que publiqué en el Diario EL Globo el día 21-09-2000 donde se explica como el poder político está sometido al poder social y no al revés. Si esto no ocurre estamos en una autocracia impositiva de facto y no procedimental. Decía así este artículo titulado “PODER SOCIAL Y PODER POLÍTICO” que sigue teniendo actualidad.
“Deseamos contribuir con este artículo a definir qué es y, por contrario, que no es Sociedad Civil.
Empecemos por afirmar que cualquier sociedad es anterior al Estado. Cuando una sociedad se organiza, política y jurídicamente, es cuando surge el Estado, no antes. Mientras esto sucede los ciudadanos realizan diferentes actividades y para ello se asocian de diferentes maneras pues el hombre nace con una vocación natural a ser sociable. Esta vocación natural, como señalaba Aristóteles, nace con el hombre, no es una concesión del Estado. La complejidad y pluralidad de las actividades dentro de una sociedad civil llegan a un punto que hacen necesario que exista una autoridad y unas leyes para armonizar al conjunto y lograr el Bien Común. No para aplastarlo. Esto significa dos cosas: La primera es que los grupos sociales-familias, gremios, grupos religiosos, etc.-son anteriores al Estado; y lo segundo que la sociedad no está formada por seres individuales aislados sino por pequeños núcleos sociales que hacen de puente entre el individuo y la sociedad política o Estado. Este tejido forman las llamadas sociedades intermedias: familias, universidades, gremios, asociaciones obreras y empresariales, culturales., medios, etc. etc.
Las consecuencias de esto son bien importantes. El Estado tiene el Poder Político para ordenar la sociedad al Bien Común, como la sociedad tiene el Poder Social, que nace de su carácter primario anterior al Estado. Es por lo tanto función del Estado garantizar, promover y fortalecer a todos los sectores de la sociedad Civil que se desarrollan en su territorio porque una sociedad PARTICIPATIVA Y FUERTE sirve de equilibrio al Poder Político, garantiza el disfrute de las libertades a todos estos grupos sociales y, en definitiva, la libertad de todos los ciudadanos. Por supuesto que esto es válido si el Proyecto de cambio en el País es democrático. Limitar a la sociedad civil, desconocerla o peor intentar destruirla es un verdadero suicidio colectivo. Es matar a la gallina de los huevos de oro. El Poder Político abusivo lo que hace, ahora igual que antes, es comerse esos huevos y arruinar al País. Miren hacia Cuba donde el Estado aplastó a la Sociedad Civil.
El Poder Político, cabeza rectora del Estado, está conformado por los integrantes de los poderes públicos y por los partidos políticos. Por supuesto que los políticos vienen también de la Sociedad Civil que es la madre del cordero, (de donde van a venir) pero a quienes se incorporan a la actividad pública y pasan a constituir el Poder Público es la Sociedad Civil la que les ha dado una “licencia” o permiso para que actúen como gestores del Bien Común. Si lo hacen bien se quedan; si lo hacen mal, se van (en una democracia no procedimental sino auténtica por supuesto). Mientras cumplen su prueba como gestores del Bien Común el Poder Social sigue estando en la Sociedad Civil, o sea en los gobernados o soberanos, quienes no solo tienen el derecho sino el deber de disentir cuando por una razón u otra los que gobiernan lo están haciendo mal. Es el DERECHO A LA DISIDENCIA y a la revocatoria del poder cuyo ejercicio solo se prohíbe y penaliza en los países totalitarios.
De la convivencia pacífica, del respeto recíproco, del trabajo en equipo entre estos dos poderes, el Social, permanente y mayoritario, y el Poder Político, transitorio y minoritario, depende la estabilidad de un país. De este como de cualquier otro.
Ojalá hayamos contribuido a esclarecer el concepto de Sociedad Civil cuyos ciudadanos son los titulares de la Soberanía.
Profesor de Instituciones
Políticas de la U.C.A.B.