Opinión Nacional

Profesionales y técnicos en fuga

No es por coincidencia que muchos jóvenes profesionales busquen suerte en otras latitudes como consecuencia del deterioro de las condiciones de vida en Venezuela en la última década. Y eso sucede por permitir seguirle el juego al desgobierno actual.

Ello viene acumulándose a raíz de la poca inserción de especialistas en los ámbitos laborales. Además del auge en total crecimiento y expansión de la economía informal que prospera en las postrimerías de la revolución. Base inconfundible para el aumento del clientelismo y populismo de Estado.

Así, el despido masivo que se sucedió en PDVSA entre finales de 2002 y principios de 2003, como consecuencia del paro petrolero, demuestra el total desprecio por parte de los dirigentes del desgobierno por el saber técnico y especializado. Para muestra un botón. La industria petrolera venezolana que en años anteriores era muestra de eficacia y productividad, se desmorona y cae a pedazos a raíz de la improvisación en tan delicado negocio.

Y no sólo el problema toca la industria petrolera, la improvisación está imbricada en todas las instituciones del Estado como política nefasta de auto-destrucción de todo lo bueno; por el simple hecho de venir de gestiones pasadas o no rendirle culto a la revolución, o, a la personalidad autoritaria de un grupo de hombres.

Por ello muchos profesionales tienen como norte salir del país para ejercer sus profesiones, emigrar para mejorar sus vidas a riesgo de lo que implica una vida insegura y llena de incertidumbre en otro país sin derechos, y en la mayoría de los casos ejerciendo profesiones lejanas para la cuál se formaron. Eso si corren con suerte. Fenómeno en vigencia en otras latitudes como en Europa Oriental que por la gran pobreza y guerras, sus ciudadanos, casi a modo de refugiados huyen hacia los países de la Unidad Europea. O como los balseros cubanos arriesgando sus vidas en busca de un futuro mejor… La comparación vale… La diferencia es que a esos venezolanos que emigran, casi en condiciones de fuga, se les denomina como los balseros del aire.

Siendo eso así, el Estado venezolano gasta recursos en la formación y educación de muchos ciudadanos sin la garantía de un trabajo seguro. La moda es el trabajo a tiempo parcial y por contratos a destajo. Sin planes claros de proyección de futuro se invierten sumas mil millonarias en misiones anacrónicas, viciadas de clientelismo por los favores de unos pocos. Sin promover la creación de verdaderas fuentes de trabajo. Se promueve la fila de clientes en los lugares de poder, que el cesarito dispone para tal fin.

El período de edades que padecen esta anemia social de inseguridad laboral rondan, entre los 25 y 40 años. Años claves de productividad del hombre.

Así viciados como lo estamos de discursos y más discursos, no se presentan proyectos claros de políticas públicas para el desarrollo integral del país. Y para colmo se ataca la Universidad y su autonomía, se pretende castigar al más capacitado en desmedro de una igualdad que nunca llegará.

Porque el saber técnico y especializado no es cuestión de todo el mundo, no es algo que se obtiene por simples diplomas y misiones sin política de Estado. El saber técnico especializado es cuestión de mucho sacrificio y constante estudio, es una carrera que nunca acaba, es cuestión de coherencia y racionalidad para hacer más humano lo inhumano, para dar cabida a los sueños como política de Estado que perdure en el tiempo y en el espacio de la Nación. Porque toda creación del hombre parte de un ideal racional, no de la incoherencia característica de los mesiánicos e improvisados en el poder. Que como todo poder terrenal es por tiempo limitado, no eterno.

Tan nefasta situación no es para nada nueva. Es un problema que muchos intelectuales en Venezuela han reclamado y descrito desde hace años…Así Mariano Picón Salas advirtió en Compresión de Venezuela; “todavía para muchos venezolanos la política es una cosa mágica e imprevisible; es suerte, azar, fatalidad. No en balde somos por excelencia un pueblo de vendedores y compradores de boletos de lotería. Antes que el plan y el trabajo metódico cada venezolano se entrega a su musa o a su demonio que en el instante crítico le inspirará una solución que pueda cambiar tanto como la del matador frente a los cuernos del toro”. (1948)
En fin, para profundizar la democracia como forma de vida, hay que acabar con la mediocridad de unos pocos embebidos en un socialismo que no es tal, porque lo promueven como forma de enfrentamiento, y no de entendimiento y consenso. Un socialismo de corte populachero jamás rendirá frutos. Eso es sólo un discurso totalmente populista y sin brújula. Eso sí, amén de los graves problemas que ello traerá para el futuro desarrollo de Venezuela. Es decir, la pobreza generalizada del venezolano común, es la política cooperativa y endógena que promueve el falsificador de voluntades.

Fundado hace 28 años, Analitica.com es el primer medio digital creado en Venezuela. Tu aporte voluntario es fundamental para que continuemos creciendo e informando. ¡Contamos contigo!
Contribuir

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Te puede interesar
Cerrar
Botón volver arriba