Promoción del Caos Pre Electoral
Preparémonos a los días previos a las elecciones del 8-D porque lo que viene es un guion que se ejecutará al pie de la letra, con Maduro a la cabeza y militares de resguardo. “Duro con Maduro” es una consigna de estos días ideada por los cubanos para hacer que el Presidente aparezca con más frecuencia en cadenas nacionales con dos mensajes claros. A) Continuar las amenazas a la oposición (de manera especial la semana previa a las elecciones para evitar manifestaciones post electorales) y B) animar a la población a una especie de prefiesta navideña donde se pagaran aguinaldos en todos los organismos públicos, se animaran fiestas callejeras y se promoverá y permitirá, bajo cualquier pretexto, el saqueo o la toma de establecimientos donde se venden los productos más codiciados para las fiestas decembrinas. ( Electrodomésticos, zapaterías, ropas, utensilios del hogar, etc) La medida anunciada el Domingo en la noche de establecer topes máximos de ganancias para todas las actividades del sector productivo, será el paragua “legal” para organizar tomas masivas de establecimientos comerciales con hordas de gente y carros oficiales para vaciar los inventarios, en medio de lo que parecerá una piñata abierta y colectiva. Una promoción del caos!
El gobierno necesita a toda prisa cohesionar su caudal electoral ahora disperso, descontento, insatisfecho y decepcionado. Y por eso no le queda otra alternativa que el diseño de este caos colectivo promovido por el mismo y al que aspira controlar, conforme a su conveniencia. Puede imprimirle al caos, diversas intensidades. Que el caos desatado, pueda o no controlarse es una verdadera incógnita, un imponderable. Porque cuando la gente ve al vecino llegando con un vehículo cargado de electrodomésticos, buscará su parte de la piñata y estará dispuesto a llevarse su cuota, con los mismos procedimientos u otros más creativos y violentos.
El diseño de una campaña electoral oficialista con la promoción del caos como eje central, trae retos muy serios a la oposición. Como norma elemental, no puede caer en la trampa del caos. Tampoco tiene las herramientas institucionales para provenirlo y mucho menos decirle a la población que no obtenga los beneficios de las medidas populistas. Allí el gobierno tiene las de ganar “por las dos bandas” en la estrategia electoral. Solamente denunciando en todas las instancias nacionales e internacionales, este caos preelectoral, podría minimizar sus efectos negativos, social y electoralmente.
No me cabe la menor duda que el caos forma parte del eje electoral en los días previos a las elecciones. Estemos preparados para ellos, como electores y como sociedad. Alguien podrá defendernos?
