Pronóstico Electoral Venezolano

Lo que resta del 2009 será un tiempo de paz electoral hasta que arranque la campaña por las Parlamentarias. Esa fue la razón del por qué el congresillo genuflexo le brindó todo su apoyo “incondicional” al comandante. Aunque no es la única razón, como veremos más adelante, Chávez introduce la enmienda por la reelección indefinida y la amplia hacia los demás poderes, porque siempre ha gobernado a sus anchas con un congreso que no le ha hecho oposición, ni siquiera cuando ha pisoteado la Constitución con su bota militar. Eso debe resultar muy placentero para ambos. Para el caudillo, porque no tiene quien le reproche; y, para los congresistas, porque cobran sin trabajar. Eso no es nuevo; es una conducta que forma parte de la cultura política del venezolano mandón o vividor.

A Chávez no le agrada ni le sirve un Congreso que le cuestione su gestión; mucho menos que le cierre el paso a sus Quijotadas. No sabe hacerlo o deshacerlo de otra manera. Por lo tanto, Chávez se propone continuar gobernando hasta el 2012, pero con los mismos parlamentarios que le han acompañado al cementerio a sepultar a Venezuela, aún cuando no estén dispuestos a enterrarse con el ni con ella. Los asambleístas del oficialismo carecen de luz propia, por lo que Chávez volverá a servirles de portaviones, para lo cual volcará todo el poder del estado a fin de que continúen apoltronados, tranquilos y sin nervios levantando la mano para aprobar cualquier pistolada que se le ocurra a su jefecito. Sus más fieles seguidores serán postulados a la Asamblea por el PUSV, que es lo mismo que decir, por Chávez y su partido; por su partido y Chávez.

Si en las Parlamentarias Chávez no logra al menos un 75% de las curules, entonces convocará una Constituyente para disolver la Asamblea recién electa, hasta dejar a la oposición en minusvalía. Para lograr su propósito Chávez se valdrá de todos sus trucos genéticos habidos y por haber. Chávez le picará adelante a la oposición para atajar un nuevo Revocatorio y volverá a postularse como presidente de la Republica para gobernar, ya no los tres (3) años que le resten, sino ocho (8) que son un nuevo periodo completo. Les dirá a sus seguidores que necesita todo el Congreso para poder continuar con el proyecto socialista que todavía y después de once anos aún no habrá comenzado a echar frutos. No lo sabe hacer o deshacer de otra manera. Chávez se jugará el todo por el todo con tal de garantizarse un respaldo aplastante en la Asamblea, ya que no concibe el poder de otra manera. El volcán económico y social que para entonces entrará en ebullición, contrariamente a lo que la mayoría de la gente piensa, beneficiará a Chávez como ocurrió con CAP Parte II, cuando la gente le volvió a dar el voto para su reelección, porque vio en CAP el regreso del “dame dos” que en su primer periodo regalaba a manos llenas y le obsequiaba barcos a un país como Bolivia que hasta la fecha aún no tiene mar.

Aunque lo de Chávez es un asunto mental, no por ello deja de ser un proyecto continental alentado y orquestado desde la oscuridad del exterior. Por lo tanto, como dice él mismo para emular al libertador, no dará descanso a su alma hasta que no lo logre materializar su sueño o al menos lo distinga a lo lejos con esos ojos que se habrán de comer los gusanos, como ocurrió a Moisés que vio a distancia la tierra prometida pero no pudo poner su pie en ella. Chávez es un Quijote; un Caballero andante en avión; un Che Guevara, aunque no es un asesino en serie. Lo grave del asunto no es que Chávez alimente sus sueños con la coca Boliviana, sino que los quiera seguir financiando con los dineros de todos los venezolanos. Chávez jura que Lula en Brasil, La Bachelet en Chile, los Kinschers en Argentina, Evo en Bolivia, Correa en Ecuador, Ortega en Nicaragua, y las FARC en Colombia, para no mencionar a Fidel que es el que menos cree en esas vainas, le están creyendo sus pistoladas y que no lo están chuleando. Todos esos vividores – como dijera Jesús – andan detrás del pan que perece… Esas chusmas, en la primera de cambio se ofrecerán al mejor postor. Chávez, para continuar con su proyecto castro comunista, le tocara recorrer el mismo torcido camino del Che, al que tanto idolatra y quiere metérselo a los jóvenes venezolanos hasta en la sopa. Es una lástima que un hombre sinceramente equivocado, pero con ese mismo carácter indomable del “por ahora”, en pleno siglo XXI se haya entregado en alma y cuerpo a un proyecto irrealizable, mientras que durante estos últimos diez años, con todos los recursos y poderes a su disposición pudo fácilmente haber hecho de Venezuela una potencia económica regional y mundial. El balance de su gestión, será un rico país empobrecido, una sociedad dividida y adolorida, una población armada y muerta de hambre, un cementerio de pertrechos de guerra sin repuesto y, pare usted de contar. Su revolución fue “pacífica”, pero durante su gestión dejó un gigantesco rosario de muertos y muchos corazones enlutados por toda la geografía nacional. Qué Dios lo agarre confesado, porque de no ser así, irá a hacerle compañía al otro asesino e irredento de Fidel Castro.