Pruebas de la existencia de Dios

Andamos en tiempos de la Natividad. Y de la llegada del nuevo año. La gente celebra. Las sonrisas abundan en ciudades y pueblos. Y también los besos y los abrazos.

No falta el “amarguete” que nos atormenta porque le da por discutir que Dios no existe, que es un invento del Hombre para justificar lo que no entiende. Y justo en estas fechas le da por filosofar que si el Universo fue un producto del “Big Bang”, que si el Génesis no es más que un cuento mal escrito, y así un largo blableo de esos que nos aburre más que borrachito en confesión. El “amarguete” no entiende que la vida es mucho más importante que su pensamiento necio. Y no entiende que a la mayoría de la gente su monserga le importa un pepino.

Dios existe. Y se manifiesta todos los días. A las evidencias me remito. He aquí una lista de algunas de esas indiscutibles e irrefutables pruebas.

1. El chicharrón (así lo afirma mi amigo Julio Castillo, Alcalde de Naguanagua, y yo lo suscribo totalmente).

2. Los tequeños (los originales, no esa versión modernoide de hacerlos con masa de hojaldre) .

3. Las mandocas que hace mi adorada Petra Mámber.

4. Las hayacas o hallacas de cualquier doñita de Venezuela.

5. El aceite de oliva de la cuenca mediterránea.

6. Los langostinos al ajillo que prepara en Margarita la esposa de mi amigo Álvaro Meleán.

7. La torta de queso criollo que hace mi suegra.

8. La pierna de cordero a la brasa de leña.

9. El chocolate hecho con base en el cacao de Choroní, que hoy es reconocido mundialmente como una exquisitez .

10. Las arepitas y los pastelitos andinos (que también venden en El Hatillo).

11. El “quindim” brasilero.

12. El churrasco de mero en salsa verde.

13. Las machas chilenas a la parmesana.

14. Los calamares en su tinta de La Tertulia.

15. Los turrones y tortas imperiales de Alicante.

16. Los bocadillos de guayaba colombianos envueltos en hojitas de bijao.

17. El lomito encebollado.

18. La salsa holandesa.

19. Las papitas fritas de la Asociación de Ganaderos de Carabobo en Valencia.

20. La pizca andina de Timotes.

21. La trucha en mantequilla de limón de Santo Domingo de Mérida.

22. La sopa de garbanzos del refugio del Pico El Águila.

23. La chicha de la Plaza Bolívar de El Hatillo.

24. Las empanaditas de cazón margariteñas.

25. Los buñuelos de Carabobo.

26. El Negro en Camisa de Aragua.

27. El pan de jamón de Claudio Nazoa.

28. El conejo en coco que yo preparo.

29. Los “moules” (almejas) a la mantequilla y ajo de Miguel Ángel Sucre.

30. El merengón de níspero de Antonio Cagiao.

31. La torta de guanábana de la Dulcería El Hatillo.

32. El queso telita de Upata.

33. El mole de “guajolote” de la Ex – Hacienda La Trinidad en Guanajuato en México.

34. Las cachapas de Cúpira.

35. Los cachitos de jamón de la panadería de Santa Eduvigis en Caracas
36. Las panelitas de San Joaquín.

37. La sopa de mariscos del chiringuito de Caraballeda (antes del puente San Julián).

38. El arroz con leche de mi tata Costa.

39. La salsa bernesa de mi marido.

40. El conejo con papas arrugadas de Gavilán.

41. Los perros caliente de Filipo en Chacao.

42. Las arepas peladas de Falcón.

43. El tarkarí de chivo de Sucre.

44. El pernil con naranja cajera según la receta del abuelo de mi amigo Gerardo Blyde.

45. Los sanduchitos de pernil de La Encrucijada.

46. La “reina pepiada.”
47. El cristal de guayaba de Ciudad Bolívar.

48. El Ron Santa Teresa.

49. El hervido de gallina.

50. El plátano maduro horneado con queso de año.

Algunos y algunas incluirían es esta lista de pruebas de la existencia de Dios al dulce de lechoza o lechosa (la Real Academia lo acepta tanto con “z” como con “s”)…

A mis amigos que me hacen el honor de leerme en este espacio, a los millones de venezolanos que saben que Dios existe, y también al “amarguete”, ¡Feliz Año 2008!