Quien apueste a la división es un chavista con otro nombre

«La unidad no es tan frágil como algunos creen y se ha fortalecido pese a las intriguillas» 

A poco más de un año de instalada la Mesa de la Unidad Democrática, su secretario ejecutivo, Ramón Guillermo Aveledo, no desestima las dificultades surgidas en los últimos días en la confección de las listas para las elecciones parlamentarias, aunque insiste en los avances hechos a lo largo de todo ese tiempo en la estructuración de una plataforma electoral unitaria que surge como una vigorosa y democrática opción de poder ante el chavismo. 

-La Mesa de la Unidad fue cuestionada por algunos precandidatos luego de acordar la candidatura, 

por acuerdo, del comisario Simonovis. ¿No era lo lógico colocar a los presos políticos en la lista, tomando en cuenta que no pueden hacer campaña y así preservarlos de una polémica innecesaria? 

-Lo que se decidió era una posibilidad prevista en el reglamento, podía llegarse a un acuerdo unitario donde estuviera convocada una primaria, cómo puede llamarse a primaria para un circuito donde no se llegue a acuerdos. Y esto no depende solo de quienes se lancen, porque sería muy difícil. 

-La denuncia es que la decisión se tomó cuando se suponía que habría nueve candidatos para dos cargos. 

-Hubiera preferido que esta resolución se tomara antes del miércoles 10 y quizás de otro modo, pero las decisiones tienen su proceso de maduración y ésta no estuvo lista hasta ese momento. En un cuerpo colegiado no siempre se hace lo que uno aspira o cree que sea lo mejor, se delibera y se llega a una conclusión. Si uno tiene un compromiso verdadero con los fines que se persiguen, acepta que su posición no se impuso y sigue adelante. 

-El tema es que ese descontento trascendió a la opinión pública. 

-Aquí se ponderaron varias posibilidades y se quiso dar una señal de compromiso. Los primeros consensos tienen una carga simbólica: un periodista, un profesional de la policía y un dirigente político. Todos presos injustamente, víctimas de procesos que distan mucho de ser limpios, porque nuestro Poder Judicial está interferido por quienes mandan. En el eluniversal.com – Noticias de Venezuela y del Mundo http://www.eluniversal.com/2010/03/14/imp_pol_art_quien-apu… 1 de 3 20/11/10 01:29 p.m, caso de (Richard) Blanco ni siquiera lo juzgan. Ahora, cada vez que se toma una decisión sobre candidaturas hay discusión. Así como se expresaron quienes están en desacuerdo, quisiera oír la voz de quienes nos lo pidieron. Pero la política suele ser así, hay una soledad propia de quien asume el costo de una decisión y los que se benefician no siempre se manifiestan. El punto está cruzado por aspectos humanitarios, consideraciones afectivas muy fuertes y ello es comprensible. Faltan otros casos a los cuales debemos encontrar ubicación y aspiro a que se resuelvan. Gente que ha sufrido y se lo merece. 

Algunos hacen demagogia presentando el asunto como muy simple y no lo es. Me parece que lo saben, pero fingen no saberlo porque otros deben decidir. 

-¿No se hubieran evitado estos desencuentros si los colocan en las listas? 

-Hay muchos más circuitos que puestos de lista. En cada estado se eligen dos diputados por lista. Apenas en tres lugares se elige uno más: Zulia, Miranda y Caracas. Por circuitos son casi 120 diputados, por lista 51. No puede descartarse que algún otro de los presos injustamente por razones políticas vaya en la lista. El análisis de las posibilidades lo dirá. 

He sido prudente en público y en privado en esta materia. Prudente por respeto a las familias de los presos y a la complejidad del proceso de toma de decisiones. Ahora, cada quien actúa según su responsabilidad. La conciencia es personalísima. 

-Algunos dirigentes dicen que los partidos se reservaron los puestos salidores en las listas y por eso prefieren a los presos políticos en los circuitos. 

-Lo sé y eso no me parece completamente justo. Además, sería sospechar de motivaciones egoístas, tanto en quienes deciden como en los afectados por la decisión. 

Claro, como los partidos deciden deben sopesar todas las variables y administrar su papel con prudencia, realismo y una visión no particular sino nacional. Todos debemos valorar cada paso pensando en el objetivo: la unidad para ganar la Asamblea, de modo que sirva a todo el pueblo y no a un jefe y su insaciable apetito de poder. 

-¿Crees que el Gobierno permitirá que algunos de esos presos políticos puedan competir, ser electos y puestos en libertad? ¿No resulta, entonces, válida la propuesta de primarias para los suplentes? 

-Me preocupa ese argumento, porque colocaría a quienes pidan la primaria para las suplencias como deseando que el Gobierno cometiera otro atropello contra los presos. 

Sobre los presos políticos no pesa sentencia definitivamente firme y, por lo tanto, tienen sus derechos políticos intactos. La interpretación extensiva, y acomodaticia, de la presidenta del TSJ es inconstitucional. Espero que se inhiba si el caso llega a su conocimiento, pues adelantó opinión poco antes de la obscenidad de la jubilación corporativa, de la que discrepó una jueza de verdad, Blanca Rosa Mármol de León. 

-Una cosa son los principios y las leyes y otra la política real. 

-Para formarme un criterio no quise confiar en mi propia opinión ni en mi interés por el 

Derecho Constitucional. Consulté a juristas del más alto nivel disponibles en Venezuela y  eluniversal.com – Noticias de Venezuela y del Mundo http://www.eluniversal.com/2010/03/14/imp_pol_art_quien-apu… 2 de 3 20/11/10 01:29 p.m.

http://www.eluniversal.com/2010/03/14/pol_art_quien-apueste-a-la_1795929.shtml o dijeron con toda claridad: Pueden postularse. Si el Gobierno comete otra injusticia con ellos, estará actuando directamente contra la Constitución. Algo que no debería atreverse a hacer en estos tiempos de crisis de confianza en él, cuando revientan por todos lados las consecuencias de su incompetencia. 

-Todos estos casos, aunados a la polémica en Carabobo y Miranda, ¿no ponen en peligro la denominada unidad perfecta de la oposición? 

-La unidad está en peligro todos los días porque enfrenta a un poder gigantesco e inescrupuloso y también más de una intriguilla de quienes quisieran dirigirla desde lejos, sin mojarse. Pero no es tan frágil como algunos creen. Desde que empezamos, hace un año, están anunciando su fin, y aquí estamos. Con una política coherente, una estrategia sostenida, un cronograma para la selección de candidatos unitarios que se va cumpliendo, un programa y una agenda parlamentaria y un plan de defensa del voto en ejecución.

Es una alianza muy amplia, de personas con maneras muy diferentes de pensar, de partidos que tienen más historia de enfrentamientos que de coincidencias, pero que ha logrado un  clima de entendimiento, diálogo respetuoso y creciente confianza. Si entendemos que la  unidad es lo principal, ninguna dificultad, por grande que sea, nos derrotará. Lo que yo pido todos los días a los partidos, no porque no lo sepan, sino para que nunca lo olviden,  es que nunca pierdan de vista su gran responsabilidad ante los venezolanos. Y esa es  nuestra fuerza, la esperanza que la mayoría de los venezolanos tiene puesta en nosotros. 

Una fuerza centrípeta mucho más poderosa que las fuerzas centrífugas del sectarismo, la  aspiración personal o las maniobras divisionistas. 

-¿No existe la intención de quebrar el proceso unitario por parte de algunos sectores de oposición? 

-Sería criminal. El que apueste al fracaso de esta iniciativa unitaria con la ilusión de emerger como salvador de la patria, tendría un personalismo tremendo, una vocación  caudillista radicalmente regresiva. Nunca sería una alternativa al chavismo, sino un modo  de mantenerlo con otro nombre, y quizás con otros modales. Pero con parecidos  resultados. Porque el poder concentrado y personal es el pasado. Políticamente hablando, la civilización es el poder institucionalizado, distribuido, limitado. 

Por eso me niego a creer que pueda haber alguien tan insensato, egoísta y envidioso. 

-Con tantos intereses en juego y ante la necesidad de contentar a todos, ¿no se corre el peligro de no  contentar a nadie o dejar por fuera a los mejores candidatos? 

-Siempre habrá algún descontento y, lamentablemente, algún buen candidato quedará fuera. Pero habrá más gente contenta y muchos buenos candidatos en las listas y circuitos.