Opinión Nacional

¿Reforma constitucional o totalitarismo?

El dictador no es un órgano, o una persona jurídica: es, in primis, una persona física. Lo que nos lleva a la observación de que la personalización del poder es la característica determinante de un sistema dictatorial.

(Giovanni Sartori)

Si bien es cierto para el año 1998 veníamos advirtiendo sobre la poca y mala praxis que originaría la aprobación de la Constitución de la Quinta República Bolivariana de Venezuela de 1999. Pues bien, dicha constitución bolivariana ha sido una constitución de tipo fachada, (en lo que atribuye a los derechos y las libertades de los destinatarios de las normas son letra muerta) careta de dictadura, en donde el debate en los años que va del mal llamado proceso se ha burlado descaradamente de su propio bicho. Un desgobierno claro, que no ha ocultado su personalismo, su poca credibilidad en el pluralismo de ideas, como un día su propio proponente la llamó; “la bicha”. Una constitución que no ha resuelto el problema político en el país, una constitución que responde sólo a las ideas de unos pocos trasnochados, y sobre todo, unos pocos burócratas pagados para darle siempre el sí falso al regidor de sus conciencias. Conciencias que se venden como prostitutas cada mes por las dadivas del Estado. Dándole un ropaje jurídico a las tropelías del militar en el poder. Porque en realidad esta nueva constitución que se pretende es otra constitución, no es una reforma y sobre todo es violadora de los derechos humanos.

Hablar y pensar en la reforma constitucional en la actualidad, es seguir con lo propuesto desde el principio por su proponente. Totalizar el Estado para él, para entronarse en el poder, para seguir su política de centralización total de todos los poderes del Estado venezolano, y de esa manera terminar de acabar con la poca democracia que existe en Venezuela. Porque el socialismo del siglo XXI es una gran mentira, es una retórica marginal para excusar la gran mentira llamada la revolución bolivariana y su debacle como proyecto de país. Un país totalmente en crisis de todo orden en sus instituciones, e incluso, sus poderes están totalmente regidos por la mente de un grupo reducido de hombres y mujeres que responden, única y exclusivamente a los designios del jefe. Bajo un poder político maniatado a una sola voz, a un solo pensamiento. Pero lo peor para Venezuela, es que un grupo de oportunistas de bolsillo se presten a tamaño descaro totalizante, todo en pro de llenarse los bolsillos, como esos maletines que deambulan por América Latina.

En los 33 artículos que se pretenden reformar a la constitución trampa de 1999, se evidencia el descaro personal, se evidencia el fascismo, y se quita la careta de demócrata el dictador. Digámoslo sin temor. Lo que se propone es una dictadura totalitaria, lo que se propone es tapar con el dedo, el sol de los graves problemas del país. La constitución de 1999 permite este adefesio jurídico – político que se proyecta, pero además no se ha cumplido en la Asamblea Nacional y mucho menos en el Tribunal Supremo de Justicia de este ex país. Que son dos entes (instituciones al servicio del cesar como su guardia pretoriana) que están abalando esta dictadura de asamblea del siglo XXI. Y para colmo, se votará con un Consejo Nacional Electoral pro gobierno, un CNE que no garantiza, ni garantizará transparencia a la hora del conteo de votos para la reforma. Es decir, ya la reforma única y personal de la constitución es un hecho. Y el debate llevado a cabo en la Asamblea Nacional es un mero espectáculo, como es un espectáculo ese mal llamado parlamentarismo de calle, y además dentro de la Asamblea Nacional, como el TSJ, es un mero teatro de hipócritas sin adversarios políticos dentro del hemiciclo.

En tal sentido, el desafío del mundo real y de los demócratas en Venezuela es dificultarles a los demagogos autoritarios la posibilidad de arrasar con una constitución bisoña mediante llamamientos triunfales a un realismo xenófobo a una ortodoxia opresiva. En sí, y volviendo al tema que nos ocupa, debemos tener presente y, en cierto modo cabría decir que, en clara diferencia con las sociedades totalitarias, las sociedades democráticas aluden al proyecto de una sociedad que sólo puede acceder a su integración mediante el reconocimiento institucional de su capacidad de regular el conflicto dentro de un espacio común compartido. En otras palabras, la capacidad institucional del desgobierno de Chávez de regular el conflicto de manera compartida, no es algo de relevancia en su desgobierno, en sí, y con la agravante de que el ejecutivo, cada día utiliza más una política centralista-totalitaria; haciendo uso de un populismo agotado en discursos y falsas promesas entre sus prosélitos. Además la propiedad privada está condicionada a los designios del Estado, y ¿quién está en el Estado? Un autócrata, rigiendo y diciendo que puedes y que no puedes tener como individuo. Como esta pasando con los fundos, residencias, empresas en el país y como puedes disponer de la propiedad. Y constituye una amenaza de tal naturaleza que los capitales se van y no invierten en Venezuela. Aparte de la destrucción de las fuerzas armadas y el banco central de Venezuela.

De esa manera Venezuela va a un precipicio del totalitarismo, un totalitarismo del siglo XXI con nuevos matices que debemos explicar y que está buscando su “legitimidad” en una Constitución que desde sus inicios no ha sido respetada ni puesta en práctica. Una reforma (una nueva constitución) que se llevará única y exclusivamente para los caprichos del comandante, que ya con nueve años en el poder demuestra su ineficiencia como gobernante. Por eso la nueva consigna de los usurpadores del poder y del mal llamado socialismo bolivariano del temor y de la delincuencia, la incertidumbre sin un futuro claro en el país, será: capitalismo salvaje, totalitarismo y corrupción…

Fundado hace 28 años, Analitica.com es el primer medio digital creado en Venezuela. Tu aporte voluntario es fundamental para que continuemos creciendo e informando. ¡Contamos contigo!
Contribuir

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba