Ser Autónomo
Había pensado titular este trabajo con el nombre de: “Te guste o no, el Zulia es autónomo”. Sin embargo, dado el desarrollo y contenido del mismo lo cambié por este: “Ser autónomo”; más universal, menos localista.
Un grupo de zulianos agrupados, libremente, “sin coacción alguna”, hizo una “propuesta política” al resto del país que levantó una mar de vejámenes, como si con ello, la propuesta fuera a cambiar su esencia o, sus promotores, de convicciones. Los venezolanos nos hemos ido acostumbrando a escuchar, insultos, descalificaciones, vejámenes verbales cada vez que alguien expresa una idea diferente a la de la “prima voce”, sin que nada ocurra, salvo, la provocación, alteración e irritación del “gen de las hostilidad” que cada uno carga a cuestas.
Un alto: los programas educativos de reciente data, parecen haber incluido palabras tales como: “mínimamente”; “adquerir”; “espionando”; “doceavo”, para designar, esta, un decimosegundo puesto o el duodécimo ordinal, todas de reciente data y expresadas por personas de altísimo rango. En virtud de tales, supuestos, añadidos lingüísticos y como quiera que, al igual que muchos otros, fui formado por una generación de maestros que con su sola pronunciación enseñaban la ortografía de la palabra, recurro al Diccionario de la Lengua Española que, supongo, sus encargados de formularlo deben tener mayor autoridad sobre la materia, para así orientarme sobre las palabras: autónomo; autonomía.
Autónomo, es un adjetivo que significa: “que goza de autonomía”. Esta palabra es de origen griego, según lo aprendido en el Pequeño Diccionario Etimológico de Joan Coraminas y se divide en dos vocablos: “auto”, traduce propio; “nomos”, que significa “leyes”. En otros términos, “el autónomo” se rige por leyes propias.
Autonomía, a su vez, y según el mismo DRAE, es un sustantivo de origen latino y del este de Grecia con cinco acepciones: a) Estado y condición del pueblo que goza de entera independencia política; b) condición del individuo que de nadie depende en ciertos conceptos; c) potestad que dentro del estado pueden gozar municipios, provincias, regiones, u otras entidades de él, para regir intereses peculiares en su vida interior, mediante normas y órganos de gobierno propio; d) comunidad autónoma, e) capacidad máxima de un vehículo marítimo, aéreo o terrestre para efectuar su recorrido sin repostarse. Acepte, Profesor Márquez Rodríguez la disculpa por invadir su campo de acción, pero es inevitable recurrir a la “guía de las palabras”, transcribir e incluir lo que de ellas se dice en esos libros.
Surgen, entonces, en la mente del escribidor preguntas, dudas razonables, razones cuestionables y las vierte sobre el papel. Preguntas que seguramente generarían polémicas, marchas y contramarchas y, finalmente, disculpas, cuyas respuestas las tiene cada quien. Interrogantes tales como: a) ¿A quien se le ocurre la peregrina idea que, los zulianos se van a asociar con los estadounidenses para entregarles el territorio si, los centralistas venezolanos, sus propios paisanos, no han querido aprobar, tan solo, la Ley de Hacienda Estadal? ¿Se van a asociar para ser colonia, estado asociado cuando al zuliano no le gustan las sujeciones que le restan libertad? Para decirlo en lenguaje llano: ¿Van a salir de Guatemala para entrar a guatepeor? Eso es desconocer la esencia, el orgullo y la historia de un pueblo; b) ¿Alguna vez, se han puesto a pensar que hubiera sido de la población venezolana si, los conquistadores del Sur del Lago, en el pasado, principios del siglo XX, no hubiesen convertido esa zona que eran ciénagas en lo que es hoy: un emporio de riquezas y el suplidor seguro de alimentos que es?; c) ¿Si no creen en la “autonomía”, bien sea de las personas o de las instituciones, por que hablan, disertan y reflexionan sobre: “desarrollo endógeno”, soberanía, vida sustentable u otros lemas afines? ¿Para engañar, para ilusionar?; d) ¿Si no cree en el “individuo autónomo”, como generador de riquezas, entonces cual es la razón de crear un sistema de micro finanzas, apoyar el sistema de microcréditos, otorgarlos y aupar el crecimiento de los microempresarios, formación de “empresas familiares”? ¿Mera formalidad?; e) ¿Si no creen en la autonomía de los seres humanos, para que se vende el petróleo en el exterior, no es mejor convertirlo en “productos endógenos”: arepa, plátanos, remolacha, maíz, sorgo, tomates, cebolla, pimentón, mango, cambures y otros? ;f)¿Será que el Zulia es a Venezuela, según algunos, lo que los Estados Unidos al resto de América: un mal necesario?
Cuando una organización socio – política, con ideología “auténtica” no cree en los individuos acostumbrados a desarrollarse solos y paulatinamente como han sido los zulianos, inmediatamente estos deducen que se cree en lo heterónomo y ¿Saben ustedes, los que no lo saben, que significa ese vocablo? Nada y menos y nada más que estar sujeto a un poder que impide su desarrollo natural. Una población acostumbrada, educada y en ocasiones, arreada en el “caudillismo”, indudablemente, le costará ser autónomo, independiente o dueño de sus actos.
Bien vale recordar esta frase de Jesucristo: “El que quiera ser el primero debe antes ser servidor. Si quiere mandar tiene que servir”. Una población acostumbrada, educada y en ocasiones, arreada en el “caudillismo”, indudablemente que le costará saber lo que es el servicio.
