Si no gana arrebata…

¡Enviaremos a la Armada!… Si es necesario, tomen preso al Gobernador. Las afirmaciones anteriores no forman parte del guión de una película de guerra, ni tan siquiera de un relato histórico correspondiente a la época de la Colonia, cuando se dictaban ordenes de ese estilo desde la milenaria Europa. Esas frases tienen un autor muy reciente; nuestro presidente durante la transmisión de su programa de televisión dominguero. Ordenó tomar los puertos de la nación, cuyo manejo le corresponde, por mandato de la Constitución, a los gobernadores de estado. Entre otros argumentos, dice que los puertos los controlan las mafias del narcotráfico. Lo que no dice es que los puertos están bajo el control de dos órganos centrales como lo son el Seniat (El ente tributario nacional) y la Guardia Nacional. Si los puertos los controla el narcotráfico, la culpa es del Gobierno Central. Lo único que le corresponde a las Gobernaciones de estado, son los tributos portuarios y eso es lo que veladamente, les quita desde ayer, con una ley amañada.

Creo que estos actos marcan un punto de inflexión en la conducta de este Gobierno. Están perdiendo las proporciones y acercándose muy rápidamente a formulas de conducta que irrespetan todo principio de legalidad democrática. Ya no se cuidan mucho de los extremos. Ya no importa lo que dice expresamente la Constitución, ellos generan una rápida y acomodaticia interpretación que le queda a la medida de sus pretensiones y sin importar si una ley -redactada en abierta contradicción a principios constitucionales- no ha sido aun sentenciada y publicada, envían a los militares a tomar posesión de lo que decidieron arrebatar. Sigue mintiendo cuando afirma, sin pena alguna, que este Gobierno respeta la propiedad privada.

Este es el mismo Gobierno que ofreció y ofrece todavía, un Gobierno participativo, al tiempo que les quita poder a los gobernantes que el pueblo escogió con sus votos, para entregarlo a unos funcionarios que se nombran a dedo, sin participación alguna del pueblo.

Ayer arrebataron los puertos marítimos, En diciembre pasado, amenazaron a un Centro Comercial en Caracas, casi terminado de construir y están en conversaciones para convertirlo en un hospital o una escuela, hace un par de semanas tomaron control de unas plantas de arroz, la semana pasada unas fincas industriales en Barinas y un terreno de una embotelladora de refrescos en Catia. Expropiaron unos buques pesqueros que serán hundidos para acabar con la pesca de arrastre. Cuando le convino, hace un par de años, se quedó con los activos de transmisión de Radio Caracas Televisión, que todavía no ha pagado o devuelto a sus legítimos dueños. El año pasado las compañías productoras de cemento. El aeropuerto de la Carlota, de donde retiraron a la aviación privada. Hace unos años la compañía de teléfonos, las concesiones petroleras otorgadas por gobiernos anteriores, la compañía eléctrica que sirve a Caracas. En ocasión de los triunfos de Gobernadores que no son afectos a la Revolución, en diciembre pasado traspasaron una cantidad de activos y operaciones, que antes estaban bajo la tutela de los Gobernadores, a manos del Gobierno Central. Aquí ya no se respeta nada. ¿Que sigue en su lista, me preguntaba esta madrugada?

Este Gobierno ha demostrado una incapacidad funcional para manejar con buen criterio esta nación. Un presidente no puede, pretender manejar un país a gritos, con epilépticas órdenes y contraordenes, tal como si esto fuera una hacienda de caña de azúcar de la Cuba del siglo pasado, o peor que eso, un batallón de soldados en plena guerra de Independencia. Cuanto más arrebata, más se acerca al sitio de donde pretende alejarse… falta menos.