Opinión Nacional

SIn miedo

El domingo 15 de agosto Hugo Chávez va a vivir su propio Troya, cuando el caballo del Sí desborde todos los anillos de fuerza con los que ha pretendido amarrar la democracia de este país. El secreto del voto, reconocido a regañadientes por los miembros oficialistas del CNE, garantizará el deslave que ocurrirá el domingo. El voto factura, con el cual los ciudadanos vengarán estos seis años de ofensas y humillaciones, dará el triunfo a quienes quieren despachar por vía electoral a este régimen corrupto e incapaz.

La amenaza de que el voto iba a ser conocido, la especie de que la máquina cazahuellas era para determinar quiénes habían firmado, se ha desvanecido en el océano de mentiras desenmascaradas públicamente por este venezolano que ya no cree en el coco chavista. Ya todos saben que no hay manera de conocer por quién se votó, ya todos saben que el chavismo está desesperado porque las maniobras de presión y chantaje se estrellan contra la férrea voluntad de hombres y mujeres libres que desprecian a un régimen que quiere meterlos por el callejón del comunismo con todo lo que ello conlleva: hambre, aislamiento, atraso, privación de libertades indispensables e irrespeto hacia los derechos humanos.

Sólo los más ingenuos, los fanáticos o los que están chupando del presupuesto público pueden votar por el NO y apoyar a seis años de saqueo, de mentiras y contradicciones en las ofertas del gobierno, de desempleo galopante, de incremento monstruoso de la inseguridad, de quebrantamiento de las instituciones democráticas, de empobrecimiento de la mayoría nacional, de destrucción de las fuentes de riqueza moral y económica, de violencias verbales y físicas que han convertido al país en un campo de batallas fratricidas. Votar por el NO es admitir la incapacidad de entender los nefastos índices económicos y sociales de la revolución, contabilizados no por la oposición venezolana sino por organismos internacionales reconocidos por tirios y troyanos. Votar por el NO es ser tan pendejo y tan comeflor que a estas alturas, con el mayor presupuesto de gobierno democrático alguno y con todas las instituciones en un puño, usted todavía cree que el hombre puede hacer en los dos años que le restarían lo que no hizo en seis años. O cree que no lo han dejado mandar (¿quién no lo ha dejado?) o que Chávez es un buen muchacho pero mal rodeado. ¿Usted cree de verdad en la bondad de un Presidente que prometió acabar en un año con los niños de la calle y hoy ellos proliferan sin que él aún haya levantado un dedo? ¿Usted cree en verdad que es bueno un hombre que viste de Lanvin y usa relojes de siete mil dólares mientras ese pueblo que tanto dice amar muere de pobreza y de plomazos delante de él? ¿Usted cree que es bueno un hombre que permite el enriquecimiento grosero de su pandilla y de su familia, a costa del dinero que debía usar para cumplir las promesas a los desvalidos que todavía creen en él? ¿Usted cree en la bondad de un hombre que le caía a palos a su primera esposa, que le caía a palos a la segunda, que se les da de padrote y encima cree que eso es gracioso? ¿Usted todavía cree en la bondad de este individuo que ofrece en cadena nacional el denigrante espectáculo de la jaladera de bolas de su cumpleaños, desde una finca llamada “Falcón Crest”, para echarle en cara a este país muerto de hambre que ahora hay unos nuevos ricos, oligarcas y terratenientes, llamados Chávez?

Esta ingenuidad de creer en la revolución y en su líder la podemos atribuir a un legado de ignorancia y exclusión que dejó la cuarta república. Pero quienes no tienen perdón son aquellos que votarán NO sólo por cuidar la limosna de una beca de 190.000 bolívares, o por creer que va a conservar el carguito que consiguió con el carnet rojo, o porque el miedo lo hace chorrearse en los pantalones cuando cualquier chavista lo pecherea. Los peores son los mercaderes del NO, aquellos militares y civiles que han robado a manos llenas, que están haciendo los grandes negocios sin contraloría y sin licitaciones. A esa clase de ladrones les recomendamos que busquen el hueco donde se van a esconder porque como a ratas los iremos a buscar. No sé si la justicia alguna vez funcione pero como siempre, aquí estaremos los periodistas para recordarles su suciedad.

Así como la justicia divina existe, este domingo ganará el Sí por un margen tan amplio como ciudadanos honestos y libres hay en este país. Nada de hacer caso a las camisas rojas de Jorge Rodríguez, a las amenazas de Carrasquero, a los insultos y violencias del oficialismo, a las encuestas pagadas con el dinero del país. Mucho menos a las digresiones desesperadas y encadenadas del líder de la revolución de pacotilla, que ya sabe su destino y está negociando su regreso con sus genuflexos del TSJ. Después del revocatorio nos encargaremos de enderezar la injusticia. Votaremos SÍ por los muertos y heridos de estos seis años, por la gente del petróleo, por los exiliados, por los presos políticos, por todas las lágrimas derramadas, el dolor atragantado. Personalmente cuando marque Sí, le dedicaré mi voto a ese ciudadano bueno y digno que fue Alejandro Armas. El estará sonriendo feliz donde se encuentre, porque estamos cumpliendo su última voluntad.

La soberanía de este pueblo libre una vez más se impondrá. No se amilanen con las amenazas de trampa, porque además de que la trampa siempre sale, éstos están tan salados que les han salido toditas. “Si los postes votaran, ganaría el NO”, me dijo un dirigente petrolero refiriéndose a la grosera utilización de recursos públicos para forrarlos de propaganda. Irán a votar SÍn miedo todos estos valientes venezolanos y venezolanas que plantaron cara, que han sido despedidos, vejados, golpeados, ahogados, perdigoneados, que han caceroleado, marchado, llorado, luchado. Este domingo estamparán ese inmenso Sí, premio a su tesón y garantía de futuro. Pobre Chávez, los postes no votan.

AQUÍ ENTRE NOS

El oficialismo está tan disminuido que no puede reunir 180.000 caraqueños para llenar la Av. Bolívar. El trágico accidente del bus de Monagas demuestra que tienen que traerlos de los sitios más recónditos del país. Autobuses circularon por los pueblos de Oriente, para transportar gente a Caracas ese domingo con un pago único de 200.000 bolívares que les cancelaban una vez dentro de la unidad. Una anécdota jocosa: un grupo de habitantes de Irapa abordó el autobús, cobró sus reales y en una parada en una bomba de gasolina en Carúpano se bajaron corriendo, pero ya cobrados… En Planta Centro, la campaña por el NO es descarada. Las instalaciones están tapizadas de propaganda roja, en el comedor obligan al personal a almorzar con la música de la campaña de fondo, decretaron una especie de suspensión de actividades no fundamentales para la operación entre el miércoles 11 y el martes 17. Descaradamente, la Orden de Pago N° 13255/3 ordena emitir cheque para pagar la “Elaboración de 15.000 etiquetas a ser utilizadas en el “Acto Nacional del Sector Eléctrico en apoyo al NO”, el viernes 23/07/04”. El oficio de la Gerencia General de Planta Centro argumenta tal egreso “a fin de dar cumplimiento a los lineamientos de la Presidencia de Cadafe”. O sea el delito de malversación está ordenado en papelería oficial, cuya copia tengo en mis manos. La próxima semana les sigo contando de la corrupción en Planta Centro… Sus iniciales son W. M. Es testaferro de S.A. en los ilegales negocios de intermediación de Servifértil con los productores agrícolas de Carabobo. Maneja en combinación con el general la distribución de comida a los Mercal. Los almacenes de Mercal están en el centro de la ciudad muy cerca de sus negocios de electrodomésticos. Acaba de comprar el Mercedes Benz más caro que hay en Venezuela. No paga los créditos que pide a la banca oficial. ¿Quién le pone el cascabel a este gato persa?… Hasta el próximo miércoles.

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