Soberana mentada…
Un taller que concluyó el 4 de mayo, con el concurso de 60 dirigentes políticos representantes del arco iris partidista e ideológico de la disidencia, concluyó, como constantes indiscutibles:
1º) Chávez es un psicópata carismático, sin escrúpulos y aferrado al poder, al cual no renunciará nunca, que concentra en su totalidad y usa impune y verticalmente (Ejecutivo, Legislativo, Judicial y Ciudadano) incluyendo el dinero a través del Min. de Finanzas, de Producción, Cordiplan, BCV, SENIAT -PDVSA-) las FAN, DISIP, algunas policías regionales y locales, así como el terror a través de los círculos -unos 200.000 miembros de los cuales violentos un 20%, adiestrado y armado- y la guerrilla bolivariana con sus nexos (FARCS y ELN), en base a la estrategia diseñada por cubanos y su experto criollo, Carlos Lanz, con el apoyo de un 25% a 30% de la población, menguante por su fracaso económico y cada vez más radicalizado y un proyecto castro comunista.
2º) La disidencia, si bien cuenta con una mayoría del 70% creciente, no tiene unidad en sus dirigentes y carece de una estrategia con un plan “B” a pesar que la misma entiende que la salida ha de ser demócrata por medio del referendo revocatorio.
A pesar de su fortaleza, Chávez está políticamente cada vez más débil confirmando la ecuación: “A mayor debilidad política mayor violencia…” En el exterior, salvo la asesoría de Fidel, muy remunerada… por cierto, y las relaciones con la guerrilla colombiana, Chávez está solo y, por el contrario, el Grupo de Amigos con USA al frente, le tiene arrinconado pues éstos últimos no permitirán el manejo de la OPEP con fines políticos y menos que un resentido social con aires de grandeza revuelva con sus aspiraciones izquierdistas el continente americano.
Pero la falta de unión en los dirigentes opositores, quienes deberían estar verdaderamente comprometidos con el país antes que con sus respectivos planes partidistas como sucede en algunos, y la ausencia de una estrategia técnicamente concebida y no visceralmente como sucedió con el costoso Paro -que demostró la verdad del país en el exterior- han impedido la salida de Chávez.
Por ello, desde esta columna que tan sólo aspira la restitución de la democracia con la salida de Chávez mediante la firma de un documento por todos los partidos de la disidencia que contenga un plan a corto y largo plazos, con base a valores inherentes al ser humano como el de la familia, la propiedad privada y principios democráticos como la libre expresión, la separación de poderes y, particularmente, la atención a los más desposeídos; por atentar contra la debida unidad que requiere la oposición cuando se juega democracia o comunismo, va al candidato extemporáneo y egoísta, que antepone su persona al país, a Salas Römer y no a su partido, vaya la mentada más soberana que pueda dirigirse a político alguno, la peor expresión de la Cuarta. Si pude votar por él, por “pajaro bravo”, por ondear a destiempo su bandera haciendo el juego a Chávez y no la venezolana, conmigo perdió el voto.
Sería una buena oportunidad y un reclamo de las Coordinadoras regionales y locales como de quienes marchamos incesantemente y fuimos al paro con las consecuentes pérdidas, para lograr la debida unidad entre los dirigentes de la oposición, entre todos los partidos y principales ONG´s, posponer candidaturas hoy inoportunas, que un grupo de notables, incluyendo la Iglesia, asuman el papel de mediadores y lleven a dichos dirigentes a un pacto por el país, a la firma de un plan de gobierno a corto y mediano plazos, a un verdadero compromiso, único, claro y transparente que garantice la unión en torno a un candidato único llegado el momento, pues lo que está en juego es la vida o la muerte de la república, es democracia o comunismo, libertad o totalitarismo.
Por ello, ni de Cuarta ni de Quinta. Yo quiero mi Venezuela de Primera. Todos, juntos, a por ella.
