Opinión Nacional

¿Socialismo o Socialismo?

El maestro Simón Rodríguez, de quien otro gran maestro, Manuel Caballero, dice que no le tiene ningún respeto, tenía una teoría que planteaba que “los brutos podían embrutecer a un pueblo y que un pueblo bruto hacía que sus gobernantes sean más brutos aún.

Y como yo creo pertenecer a esa banda de brutos, de los recontra brutos, quiero preguntarles a los inteligentes y cultos chaveros, o chavistas, o “socialistas del siglo XXI”, como ahora se auto catalogan, y que en estos días cuentan con partido y todo, (aunque este no tenga ideología ni carta de principios), cómo definen ellos el socialismo del siglo XXI.

Buscando respuestas

Yo, personalmente, como hombre estudioso indefinidamente, o estudioso continuo, como dice Cilia Flores, la más intelectual de las diputadas que ha tenido Parlamento alguno en la historia patria venezolana, he tenido que calarme hasta La Hojilla[.1] , para ver a varios amigos intelectuales pontificando sobre el “socialismo del siglo XXI” pero, ninguno de ellos ha definido dicho concepto; también me he calado un programa dominguero, en donde aparece un cura hablando de socialismo y éste lamentablemente confunde socialismo que significa lucha de clases (cuestión que algunos sabemos) con Evangelio que significa paz y amor. En otras palabras, el susodicho curita tiene un tremendo arroz con mango intelectual en el cerebro y se está destruyendo las neuronas.

También he tenido que luchar denodadamente con mi esposa quien me quita el control del único televisor que tenemos cuando yo quiero ver el “Aló Presidente”. Le digo: “amor, por favor entiende. Yo soy politólogo y quiero saber qué es eso del “socialismo del siglo XXI”, pues al fin y al cabo lo inventó nuestro amigo Chávez, ese Hugo que tanto admirabas, ¿te acuerdas?” – Obviamente, yo termino entregando el control pues pienso que es estúpido, a estas altura de mi vida, tener otro divorcio por un asunto tan banal. Ya me imagino en un tribunal peleando por quedarnos con los dos perros, las dos tortugas, el gato y el loro; eso sería tremendo para nuestras psiquis… Y, por culpa del socialismo…

La cuestión es que en ningún programa, de los “titantos” canales de TV del Estado, en ningún foro oficialista, en ningún taller o seminario de esos que inventó Izarra, (en los que me he colado), he logrado que alguien me explique que es “socialismo del siglo XXI”. He andado medio loco por allí, igual que Condorito, gritando a todo pulmón ¡exijo una explicación! Y, siempre termino en el consabido ¡Plop! – Ahora, ni siquiera tenemos a don Luis Miquilena en el poder para que nos diga “con qué se come” dicho socialismo, o como diría Cantinflas ¿qué de qué?. Yo he querido explicarlo, pero como la CIA no paga por eso, no lo he hecho.

Pero, inesperadamente, apareció un personaje que no es de mi devoción, porque una vez tuve que increparlo porque ofendió a una colega periodista de RCTV, Anaís Cruz, lo cual causó también mucho malestar en los demás periodistas presentes en esa rueda de prensa del General Raúl Isaías Baduel. Este militar, que ha pasado a retiro sin pena y menos gloria, aunque por allí se dice que va a PDVSA a poner orden se refirió al “socialismo del siglo XXI” de una manera, por lo demás extraña pero, que al parecer, no le gustó al Presidente, quien más rápido que Superman mandó a imprimir varios miles de ejemplares del discurso badueliano para que lo estudiara el ejército, dejando así más picado al general y profesor Müller Rojas, y más aún a sus “jaletis”. Y, al escuchar a Baduel, inmediatamente me acordé del ex Presidente de la República, Luis Herrera Campins y dije, a toda voz, para que todos me oyeran (es decir, el gato y los perros), “tarde piaste pajarito”.

El partido creado por el presidente Chávez no ha sido capaz aún de explicar lo que es el “socialismo del siglo XXI”, a pesar de que tiene una Comisión (secreta) encargada del diseño ideológico del partido Socialista Unificado de Venezuela, del cual al menos tienen el nombre.

Mi brutalidad e ignorancia no son supinas, son ciertas, totalmente reales. He leído en mi vida centenares de libros, ensayos y escritos sobre el tema. Leí a San Agustín, a Tomas More, Cabet, Witting, obviamente a Sócrates, Aristóteles, Platón, a Owen (no al famoso jugador del fútbol británico), Proudhom, Weber, Marx, Engels, Kinsley, Lemanais, Lenin, Mao, Castro y pare usted de contar…Al mismo Simón Rodríguez, de quien escribí un libro; a Trotsky, y, ustedes no me creerán, el único que me dejó algo fue Fidel Castro quien dijo en una entrevista por TV que no importaba como se llamara la revolución de Chávez, “si se llama bolivariana, es bueno para mí”, dijo Fidel, “si se llama socialista, también, si se llama comunista, mejor, si se llama del siglo XXI, bien también…Lo importante allí es Chávez…” En otras palabras, Fidel Castro es el único que tiene la película clara: la revolución venezolana es sólo el Poder del presidente Hugo Chávez.

¿Socialismo?

Más de alguien me saldrá al paso, en esta discusión teorética para decirme que estoy equivocado ya que Heinz Dietrich (quien no es dueño de las sopas Heinz pero si le gustaría serlo) y Martha Harnecker, han definido claramente el “socialismo del siglo XXI”. Yo debo confesar que he leído sus trabajos al respecto, así como el de una economista cubana de cuyo nombre no me recuerdo (todo lo escribo de memoria y a veces se me olvidan nombres y fechas, pero para el caso no tiene importancia) y como soy bruto, he quedado más confundido que antes. Ya verán por qué.

Hay algunas cuestiones que aprendí de Marx, Engels, Trotsky, Plejanov y Lenin, entre otros, sobre el socialismo. A estas ideas les llamamos socialismo científico y a sus pensadores les llamamos “los clásicos del socialismo”, con el fin de no confundirlos con las generaciones posteriores.

Los clásicos plantean (todos ellos) la necesidad de una “guerra de clases” o “lucha de clases”, con de los obreros, quienes al ganar el Poder instauran la dictadura del proletariado. Esto se planteaba en el siglo XIX y si no me equivoco estamos en el siglo XXI, ¿verdad?

Por otro lado, los socialistas contemporáneos hacen énfasis en el socialismo democrático que debe permitir la convivencia de las clases sociales y productoras haciendo énfasis en los problemas sociales, léase salud, educación vivienda, trabajo bien remunerado, etc.. Ejemplo de este tipo de socialismo tenemos varios: el español, danés, holandés, alemán, inglés, chileno y uruguayo, en América Latina, y podríamos considerar al brasileño, a partir de Luis Ignacio “Lula” Da Silva. Este socialismo está mas cerca del pensamiento de Rosa de Luxemburgo que de Lenin ya que esta filósofa polaca-alemana no creía en los ejércitos y pensaba que los partidos revolucionarios tenían una sola tarea, la cual no era otra que educar a las masas para la toma del poder, pero, el partido, no debía ser parte de este poder pues desvirtuaría la conciencia de las masas revolucionarias, las cuales deberían actuar democráticamente. El otro ideólogo del socialismo democrático fue el italiano Antonio Gramsci, periodista y filósofo comunista de principios del siglo XX quien plateaba que el parlamentarismo no representaba a la clase obrera y sí los consejos comunales, Gramsci sostenía que la democracia proletaria asigna a los consejos de fábrica esta posición democrática necesaria para el nacimiento del nuevo orden. Es decir, del socialismo. El no creía en el control del Estado sobre el proceso revolucionario. Gramsci también habló de la hegemonía cultural, la cual debía ser cambiada a favor del proletariado, pues controlando un sistema cultural se podía interferir y destruir al sistema capitalista hegemónico. En otras palabras, lo que se está haciendo en Venezuela, podría catalogarse como una revolución a la Italiana. Pero, Gramsci no estaba de acuerdo ni con el totalitarismo ni el partido único pues estos terminaban por embrutecer a los revolucionarios.

Cambios en los modos de producción

Con los cambios históricos, de épocas, eras, la evolución histórica, ha creado nuevas situaciones en los modos de producción. Los modos de producción, para los clásicos eran las fuerzas productivas como elementos necesarios para que se pueda llevar a cabo la producción; en ese tiempo (S.XIX), se consideraba solamente a los factores hombres, materia prima y las herramientas; pero, con los cambios que se fueron produciendo, hubo que agregar capital, ciencia y tecnología, energía, organización, y, finalmente globalización por la interdependencia de las naciones pues, ninguna puede sobrevivir en su aislamiento o soledad; y sin estos factores no puede haber producción tal como la conocemos en el siglo XXI, producción masiva. Estos factores son importantes para llevar a cabo el modo de producción capitalista y, sin ellos, no hay producción y podemos llamar a este sistema el modo de producción de capitalismo avanzado. El socialismo real y el socialismo democrático se diferenciaron inmediatamente en los factores de producción quedando los primeros totalmente rezagados, primero del mundo industrial y luego del mundo cibernético. La mejor prueba de esto es la República de Cuba, que es uno de los países más atrasados del continente en materia industrial.

Por otro lado, este modo de producción del capitalismo avanzado, prácticamente ha eliminado al proletario, por lo tanto el “ejército” de trabajadores que tendría que hacer la guerra de clases murió antes de disparar un tiro pues los modos pseudo socialistas de producción que se trataron de instalar en la URSS y China, además de sus países satélites, fue un fracaso pues, también, terminó como un sistema capitalista pero de Estado o burocrático, cuyo mejor ejemplo, en la actualidad, es Cuba. Este capitalismo de Estado, ha sido nefasto para las naciones que lo han aplicado porque es burocrático, perversamente dado a la corrupción e ineficaz en la producción de bienes, amén de ser un sistema vil que no permite las expresiones de los trabajadores: todo lo contrario de lo que planteaban Luxemburgo, Gramsci y Carrillo.

El socialismo real (estalinista) , de acuerdo a los clásicos es una ideología política que defiende un sistema económico y político, basado en la administración de los sistemas de producción y en el control social por parte del Estado de los sectores económicos y políticos evitando que los dueños de los medios de producción puedan ejercer la explotación sobre una mayoría que al no poseer los medios de producción se ve obligada a vender su fuerza de trabajo a cambio de un salario (proletariado). Sin embargo, el nuevo dueño de estos medios de producción produce una clase burocratizada que en el fondo ejerce el mismo papel de la clase reemplazada, con la diferencia de que en ese modelo no hay posibilidades de reclamar.

Cambios

La revolución científico técnica, iniciada en los años 60 del siglo pasado, cambió radicalmente los modos de producción e hizo colapsar al Modo Socialista de Capitalismo de Estado. Los medios de producción manuales y mecánicos se cambiaron por los medios cibernéticos digitales y apareció la robotización que poco a poco ha ido desplazando al proletariado.

Por eso, al cambiar los modos de producción capitalista y socialista, emerge una nueva clase social, la cual es tecnócrata y técnico-científica, lo cual hace desaparecer la alienación provocada por la modernidad para acceder a un nuevo tipo de enfermedad social, provocada por el post-modernismo, llamada estrés.

Este estrés es una enfermedad social psico-somática que es completamente distinta a la alienación de la que se hablaba en el siglo XIX y parte del XX. El estrés, es parte también de la nueva cultura y de la revolución de las comunicaciones que ha logrado enviar una gran cantidad de información a los seres humanos los cuales la toman, muchas veces como algo del entorno aunque el fenómeno informativo ocurra al otro lado del mundo. En otras palabras, la cultura se globalizó, así como se globalizó la economía.

Por otro lado, este estrés no ha permitido que el individuo que vende su tranajo pueda determinar fehacientemente cual es el valor real de él pues tiene que competir con la robótica, cuyo único costo es la poca energía que la alimenta y los gastos de mantenimiento.

¿Respuestas?

Para los nuevos fenómenos sociales a enfrentar en los albores del siglo XXI, el socialismo real y el socialismo del siglo XXI, no tienen respuestas, lamentablemente, Sólo, el socialismo democrático que se subió al carro de la revolución científico técnica, que aceptó la globalización como parte de la evolución histórica de los procesos de cambios, ha salido airoso en esta situación.

El antiguo socialismo entró en contradicción con los antivalores del capitalismo enunciados por Simón Rodríguez[.2] y luego, magistralmente explicados por Marx y Engels. Estos antivalores son la alienación producida por la industria moderna y la plusvalía que según Marx expropiaba parte de su trabajo al obrero. Estas cuestiones, como ya lo vimos, han ido desapareciendo con el paso de la robotización.

Otro de los problemas para los cuales ningún socialismo ha dado respuestas, y menos el “socialismo del siglo XXI”, es el del valor. Ante esto tenemos varias teoría que no logran ponerse de acuerdo. La teoría del valor-trabajo considera que el valor de un bien o servicio depende directamente de la cantidad de trabajo que lleva incorporado. Esta teoría partió de Marx y pertenece a lo que hemos llamado los clásicos del marxismo. Esta teoría, sin embargo es fácil de destruir pues cómo se valora un producto si este no tiene uso y no sirve para nada. Obviamente allí hay una pérdida de trabajo que el único valor marginal que produciría sería el de reciclaje del producto si este sirve para eso. Por ejemplo, si yo fabrico un “Turo-ruru”, me preguntarán que es eso, para que sirve, cuanto dura, etc.; obviamente caemos en una trampa económica porque el “Turo-ruru” no existe…

Por otro lado, la teoría del valor de Friedrich von Wieser, de la Escuela Austriaca afirma que los factores de la producción tienen un valor debido a la utilidad que ellos han conferido al producto final (su utilidad marginal). Otra vez caemos en el mismo problema anterior. ¿Cómo valoramos a un bien o producto? ¿Qué pasa si no tiene uso?

Sin embargo Wieser insiste: afirmando que el valor natural es un fenómeno neutral, independiente del régimen económico. Su idea de valor natural tiende a poner de relieve cómo el valor de los bienes está continuamente dependiendo de la distribución de la renta entre las diversas clases sociales, de modo que, en presencia de una situación distante a la equidistribución, bienes o servicios dotados de escasa utilidad social pueden tener un gran valor, y viceversa, por ejemplo una pintura de Dalí…

Carl Menger, también de la Escuela Austriaca, mantuvo que el valor de los factores no es la contribución individual de cada uno de ellos en el producto final; sino que su valor es el valor del último que contribuyó al producto final (la utilidad marginal antes de alcanzar el punto óptimo de Pareto).

La teoría neoclásica que afirma que el valor es una magnitud subjetiva que se mide por la estima en que el público valore un objeto. Por ello, la teoría neoclásica supone que los precios no tienen por qué tener ninguna cercanía con los costos de producción. En otras palabras, tenemos que el trabajo si bien algo tiene que ver con el valor, finalmente el uso del objeto, la necesidad de tenerlo es la que le pone el valor; en otras palabras, la oferta y la demanda.

El socialismo a la venezolana está planteando un Estado propietario; es decir, se vuelve a lo que ya no sirve, a la cubanización que ha demostrado un total fracaso de la economía cubana, que no puede culpar a Estados Unidos por su estúpido semi-bloqueo económico a la isla. Hay países como Chile, Uruguay, etc. que tienen un intercambio total de apenas del 14% al 15% de su comercio con EE.UU., y no han perecido económicamente sino todo lo contrario.

El Estado propietario fue duramente criticado por el general Isaías Baduel, ex Ministro de la Defensa Nacional venezolana y a quien no se le puede acusar de anti socialista, estando considerado, además, como héroe del chavismo pues salvó a Chávez del coup d’état de 2002.

Este socialismo a la venezolana no tiene proletarios ¿de dónde los sacará si en el país casi no quedan industrias? ¿Hará la revolución con los vendedores callejeros, como alguna vez lo propuso el filósofo venezolano Domingo Alberto Rangel? ¿Será una minoría revolucionaria la que establecerá el socialismo? En otras palabras, ¿volvemos al estalinismo?
General Raúl Isaías Baduel y el socialismo

Durante su discurso de despedida del cargo, (julio 2007) el General Raúl Isaías Baduel advirtió que “nuestro modelo de socialismo debe ser profundamente democrático” y, “que nuestro sistema se transforme en un Capitalismo de Estado, donde sea el Estado el único dueño de los grandes medios de producción”.

Baduel, admitió la propuesta socialista aún no tiene significado uniforme, y advirtió que “mientras esto sea así, persistirá la incertidumbre en algunos de nuestros grupos sociales”. – “El término Socialismo lamentablemente no tiene un significado homogéneo para todo el que de él habla y de allí quizás la incertidumbre e inquietud que se generan en algunos sectores de la vida nacional cuando siquiera se le menciona”. Esto último es totalmente cierto e incierto a la vez. En Venezuela se ha creado una Federación de empresarios socialistas, lo cual no deja de ser una estupidez en momentos que el gobierno está planteando una economía basada en el capitalismo de Estado.

El general, después de más de ocho años acompañando al régimen revolucionario, se viene a dar cuenta de que hay que “inventar el Socialismo del Siglo XXI, pero no de manera desordenada y caótica (…) Debemos inventar nuestro modelo propio con lógica, con método, con orden, en fin con ciencia”. Esto, es ambivalente. ¿Pide el General volver al socialismo científico o pide crear el nuevo socialismo desechando el socialismo democrático?

Sin embargo, en forma, por lo demás contradictoria, Baduel plantea que “nuestro modelo de socialismo debe ser profundamente democrático. Debe dilucidar de una vez por todas que un régimen de producción socialista no es incompatible con un sistema político profundamente democrático, con contrapesos y división de poderes”. Así que aquí podríamos deducir que Baduel sugiere que se instaure un socialismo a la chilena, con toda su oferta de libre mercado, seguridad social, democracia plena, etc.. El General reafirma esto último diciendo que no se puede permitir “que nuestro sistema se transforme en un Capitalismo de Estado, donde sea el Estado el único dueño de los grandes medios de producción”. Agregó, además, que “Un país puede cometer el error de nominalmente llamarse socialista y en realidad practicar un capitalismo de Estado”

El ambivalente discurso del militar plantea cuestiones que son “vox populi”, en Venezuela, en donde gran parte de la población, según varias encuestas, no desea un socialismo a la cubana[.3] , se ha producido un descontento subterráneo que ha sido captado por el general Baduel, quien dijo, en su discurso, que: “La política de nacionalización total de todas las empresas agrícolas, industriales y comerciales crea entre el gobierno y la población graves malentendidos y un descontento que desembocan en la anarquía, el hambre y la rebelión anticomunista”,

Una de las partes más importantes y claras de este discurso fue el referido a la riqueza y su creación. Los comunistas latinoamericanos han estado acostumbrados a “nivelar” por abajo, distribuyendo la pobreza de los pueblos para igualarlos en la más infame de las pobrezas, como ocurre en Cuba. Ante esto, Baduel dijo: “antes de repartir la riqueza hay que generarla. No se puede repartir algo que no existe”; en otras palabras, el socialismo que se desarrolle en Venezuela debe ser diferente al que viene propiciándose; al respecto dijo: “que nos muestre el camino socialista hacia la producción y generación de riqueza primero y luego permita un reparto equitativo de la misma entre quienes la generaron (…) Para que el modelo socialista que nos planteemos tenga éxito, este debe encontrar las maneras de hacernos a los venezolanos más productivos”. – “Nuestro modelo Socialista debe romper con la mala costumbre del pasado de enseñarle derechos al pueblo, pero no deberes. Nuestro modelo socialista debe enseñarle al pueblo lo que tiene que hacer para poder obtener lo que no tiene. Nuestro modelo socialista debe enseñarle al pueblo que las cosas no aparecen por arte de magia, sino que hay que obtenerlas a base de esfuerzo y trabajo”. Esta parte tiene gran importancia si consideramos que el régimen se ha venido ganando el apoyo de unos 2,5 millones de venezolanos por medio de becas de planes inexistentes. Se está acostumbrando a una generación de venezolano a pensar que la flojera produce dividendos, que trabajar no es bueno pues el Estado da para todo y todos. Esto lo critica Baduel con mucha fuerza pues las becas son totalmente improductivas ya que no son una inversión rentable ni productiva.

En el ámbito militar, Baduel manifestó que los integrantes de la FAN “debemos ser propulsores y mantenedores de la paz, y generadores de sosiego y sendero cierto hacia el desarrollo de nuestro pueblo”

“La Fuerza Armada Nacional debe ser un instrumento de poder para la democracia política, la paz y el desarrollo, cuya actuación se enmarca en el reto que demandan la voluntad nacional y el liderazgo, con miras a la reivindicación de instituciones y procedimientos en beneficio del colectivo nacional”. Baduel, aparentemente, ha querido reiterar una vieja política de la FAN, la cual no es otra que la premisa bolivariana de no “atacar al pueblo”.

Baduel pudo haber dicho esto mucho antes. Aparentemente el socialismo planteado por el presidente Hugo Chávez choca, totalmente con los conceptos emitidos por el general Baduel, quien tiene un gran ascendiente sobre el Presidente pues es uno de los conjurados del MBR-200, aunque no participó en el golpe bolivariano, por considerarlo inapropiado. Baduel es el Jefe de una logia militar que cree en la necesidad de cambios sin traumas y con democracia. Finalmente, que criterio se impondrá. ¿Es muy tarde para que Venezuela salga de su laberinto? ¿Hay tiempo para que Chávez entienda que la FAN, como dice Baduel está para mantener la paz y no hacer la guerra? – ¿Debe tornarse la revolución chavista en una revolución castrista? – Pienso que esas son, fundamentalmente, las ideas planteadas por Raúl Isaías Baduel, aunque un poco tarde. Sin embargo, en política, lo que sobra es tiempo pues los hombres pasan y las instituciones permanecen.

[.1]Programa de opinión en TV 8(uno de los canales del Estado venezolano, transformado en Canal gubernamental (no hay acceso a él para los sectores de la oposición)

[.2]Pensador venezolano del siglo XVIII, quien descubrió la alienación estando en estados unidos. Lea: “Simón Rodríguez y la vigencia de su pensamiento social, político, educacional y económico en el siglo XXI” por mario H. Concha Vergara

[.3]Hay encuestas que dicen que más del 70%, algunas llegan a decir el 75% o más, de la población venezolana, rechaza el socialismo, en especial el socialismo a la cubana.

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