Solo observadores amigos del gobierno
Negarles tiránicamente el derecho a los parlamentarios chilenos de participar como observadores o veedores en las próximas elecciones parlamentarias a realizarse en Venezuela el próximo 26 de Septiembre, pareciera ser un indicador de que algo oscuro trama y/o desea ocultar el CNE para el día de ese magno evento.
Esta posición del CNE no sorprende a los venezolanos demócratas, dado que por experiencias y hechos ilícitos habidos y demostrados en anteriores elecciones desde 1999, pareciera que la misión primordial del CNE es la proteger a toda costa al proceso revolucionario comunista del chavismo, aún cuando tengan que mentir, manipular y violar constantemente la constitución.
Cómo es posible que se ataque de la manera brutal, grosera y soez como se hizo, a estos parlamentarios chilenos, defensores de las democracias latinoamericanas, por el solo hecho de pretender asistir a estas elecciones en el rol de observadores. Los parlamentarios chilenos, acudieron a la OEA para que ésta abogara por ellos ante el gobierno venezolano y les permitieran ir a Venezuela. La OEA, reconoció astutamente, que no puede hacer nada al respecto.
El hecho de que el gobierno chileno haya hecho críticas ocasionales al gobierno chavista por la poca transparencia democrática que muestra éste con sus actuaciones represivas y totalitarias, no debe ser motivo de esta posición antidemocrática de impedirles que participen como observadores en nuestras elecciones. Por el contrario, permitirles observar, sería la mejor oportunidad de este gobierno para demostrarle al mundo, que en Venezuela se practica la democracia plena y el gobierno chavista no tendría nada que temer ni que esconder.
No obstante, las experiencias en elecciones pasadas y la realidad actual, nos obligan a pensar, que el gobierno fragua algo extraordinario e ilegal para las próximas elecciones, razón por la que, la Mesa de la Unidad (MUD) u oposición política al gobierno, deberían estar muy alertas y tomar todas las previsiones que les sea posible y permitido tomar, para desenmascarar cualquier acto inconstitucional del CNE que favorezca al gobierno en estas vitales próximas elecciones.
Como podemos visualizar, la oposición democrática venezolana se enfrentará otra vez al gobierno, en unas elecciones parlamentarias, con el mismo CNE compuesto por 4 de los 5 directores principales pertenecientes al partido del gobierno, con inmensa desventaja y en condiciones marcadamente desfavorables impuestas, que des balancean la equidad entre contendedores políticos que debería existir en estos eventos supuestamente democráticos.
Dada la férrea posición del CNE de impedir la participación de personas imparciales y comprobadamente democráticas que ideológicamente tengan alguna afinidad con la oposición democrática venezolana, es de esperarse, que los observadores que han sido invitados a que presencien los comicios, sean todos amigos y allegados al chavismo o del izquierdismo del Foro de Sao Paulo, lo cual deja una enorme preocupación en el sector de la Venezuela democrática.
