Tanto nadar para morir en la hojilla

El audio con la voz de Mario Delata, no Silva – antiguo carga maletas de Andrés De Armas – es el epítome del chavismo, hoy reducido, según las denuncias del cloaco del ocho a su patrón Fidel Castro, a una banda organizada de ambiciosos cohesionados por la codicia. Pero eso lo sabe hasta el gato de Otilia. Chacumbele Silva se incineró tipo Bonzo – la imagen de Danilo se le apareció en forma de zamuro y le señaló el horizonte caribeño: – Huye que lo que te viene es salsa de la brava – y todo sigue tan campante: Nicolás y Cabello salen en TV abrazados y la corrupción se salva por una decisión de la A.N., cuyo presidente es acusado de hacer negocio con Cadivi y el Seniat – “¿Tú recuerdas que en un informe anterior – espía viejo – yo dije que había que cercenar los puntos de financiamiento de Diosdado? (…) Incluso, te dije que (…) dos de sus puntos de financiamiento muy importantes eran CADIVI y el SENIAT”. Pero nada se investigará – “ese es un chisme”, y la Fiscal mira para otro lado, no sea que sea verdad, y ordena investigar el video, por si es un “montaje” – na´guará – del Mossad, nunca las declaraciones – porque hay que proteger a los inocentes camaradas que “han dado su vida – ¿su vidorria? – por la revolución y la patria”, como gime Tania Díaz, a quien el Mario tildó de ladrona por la calle del medio o como a Rangel Gómez a quien acusa de corrupto – “…García Carneiro está vinculado al Gobernador de Bolívar, a Rangel Gómez, que son los generales viejos, corruptos” – cosa más grande. Lo importante es que esa cloaca a cielo abierto que mostró el Mario viene emitiendo su tufo desde el primer día de gobierno chavista. Lo más granado de la inmoralidad nacional e internacional se dio su gran banquete con el dinero petrolero. Hay que ver como ante nuestros ojos – y los del pueblo autista por la supervivencia sin trabajar – surgían fortunas de la noche a la mañana, amasadas por reconocidos limpios de solemnidad enchufados en la godarria oficialista, que recibían honores y adulancias de la sociedad corrompida por el dinero fácil. Tenía que venir este sicario moral, con su informe a los servicios de espionaje cubanos, a abrirles los ojos a tanto necio “si mi general”. Venezuela se convirtió en un país experimental de la infamia, en el cual, en nombre de una revolución calenturienta – vadear las leyes y reducir la constitución a prenda lava y pon, es revolución – se produjeron hechos reñidos con el más elemental sentido patriótico. Pero así de corruptora es la plata petrolera, que como decía Aquiles Nazoa, arrasó con lo que no pudo acabar el paludismo. Por ejemplo cercano, aquí en Guayana se instaló la más deleznable delincuencia organizada, que destruir pudiera la moral pública – robar da estatus en este tierrero social – y encumbró pillos de siete suelas -importados y naturales – a expensas de la quiebra de las empresas básicas y de la destrucción de la CVG. Caso emblemático el de las cabillas – par del de Pudreval – que mantiene a un “turco” huyendo y a un ilustre pendejo en el Helicoide, pero ese es el botón de muestra. Lo de Ferrominera, por ejemplo, es para vomitar. Maleantes que prostituyeron hasta a sus hijos propios y políticos desde el poder derivado corrupción, juran “de Guayana no me voy más nunca”. Guayana, lastimosamente ha sido convertida en el pantanal de la inmoralidad pública y notoria. Por la plata baila la jauría y el insepulto sirve de sello real al arrase de lo que ya ni queda. Lo cierto es que provoca invocar el paredón para tanto hijo e´puta ladrón con ínfulas de gente. ¿Verdad Sancho?

De las confesiones del Mario lo más notorio es el miedo que expelen. Como gallina durmiendo en el palo de abajo. Emparamada. Hubo cacerolazos en el 23 de Enero y eso le dilata los esfínteres a la corruptocracia vil que se cogió el país. Quince años de loqueras y estupideces lo esguañingaron. Inflación desembozada. Garrotazos contra el humilde salario, que para los profesores universitarios es vergonzoso. Y desabastecimiento severo. Maduro parecía un lastimero limosnero en su visita a los países de Mercosur. Pidiendo comida. Y fiada, porque dólares no hay. Los empresarios bolivianos acusan de mala paga al gobierno venezolano. Y le cerraron el crédito. ¡Bolivia, carajo, le cerró el crédito a Venezuela! El país que vendía papel tualé perfumado a la reina de Holanda, ahora lo importa de alguna fábrica nigeriana con mejor suerte que nosotros. Esa es una muestra del desastre chavista al frente del gobierno. Pero la estupidez sigue tan campante a contrapelo de la lógica, defendiendo lo imposible de defender sin parecer cómplice. Hace años lo escribí: El chavismo es un péndulo que se balancea entre la estupidez y la maldad. Premonitorio análisis. Si algún ápice de dignidad les quedara entregarían el gobierno al presidente Capriles. Y se meterían en una celda a prueba de fugas.

Los delitos del Mario

En esa cretina quejadumbre de un tipo obsesionado por conservar su privilegiado estatus de grotesca nulidad escoltada y guardaespaldada, el Mario cometió y confesó varios delitos, comenzando por la traición a la patria que significa entregar a un país extranjero las debilidades políticas del gobierno de su país – tildó de loco de remate a Maduro – pero, además, este tipo incrimina al ministro de la defensa en un hecho punible que contempla pena de ochos años en chirona, si justicia hubiera en esta ruina republicana: “…a mi Molero nos dio cinco fusiles más. Tenemos ahorita 12 fusiles. Tenemos bastante balas…”. ¿Con que derecho o bajo que premisa legal este ministro – y no tengo porque dudar que voz y denuncias pertenecen al gelatinoso Mario – entrega armas de guerra bajo su custodia constitucional, a un civil que, para remate, funge como agente de un país extranjero? No hay nada más que agregar a esta patética confesión del Mario: “…Estamos metidos en un mar de mierda, compadre, y todavía no nos hemos dado cuenta…”. No te habrás dado cuenta tú. Sale pa´llá.