Todos a votar el 26S
El próximo 26 de Septiembre los venezolanos votaremos para escoger los nuevos diputados de la Asamblea Nacional (2011-2015), en medio de una campaña electoral caracterizada por un grotesco ventajismo del oficialismo, tanto en dispendio de recursos económicos, como en la utilización de los bienes del Estado. Todo ello con el aval celestino de las 4 damas del Consejo Nacional Electoral.
Tendremos la oportunidad de rechazar en las urnas a los representantes de un proyecto político que degrada la condición de los seres humanos, transformándolos en objetos impotentes ante la figura de un líder mesiánico, y de un Estado intolerante y represor. Repudiaremos con nuestros votos a ese grupete que ha hecho suya la consigna fascista de “Creer, obedecer, combatir” como les exige el iletrado de Miraflores. NO votaremos por los castrados que han creado una idolatría estructural en torno al tte coronel, al considerar su figura como intérprete infalible de la voluntad del pueblo, merecedor de ovaciones, y de citas panfletarias.
NO permitiremos que lleguen a la Asamblea Nacional estos sumisos y serviles representantes de un proyecto que ha llevado al país a un colapso económico, a pesar de la inmensa masa monetaria que el Estado venezolano ha recibido por concepto de la renta petrolera. Adulantes de franelas roja que defienden el endeudamiento irresponsable (deuda interna 65 mil millones de bolívares fuertes, deuda externa 52.568 millones de dólares al cierre del primer trimestre del 2010) a que ha sido sometido la nación.
NO llevaremos a la Asamblea Nacional a los representantes de un gobierno que asigna los recursos presupuestarios para el sector salud con base a las simpatías políticas de las autoridades electas y no en función de las necesidades de los habitantes de la región. Que desmanteló la estructura médico asistencial del país, al excluir por razones políticas al personal con formación, conocimiento y experiencia en administración de Salud Pública, sustituyéndolos por uniformados, sin conocimiento de la materia. Ello se ha traducido en el resurgimiento de enfermedades, infecto-contagiosas tales como: paludismo, sarampión, parotiditis, fiebre amarilla, tuberculosis, lepra, Chagas, leishmaniasis y dengue que afectan la salud de miles de venezolanos.
Le diremos con nuestro voto NO, a los sargentones del facho-chavismo por representar un proyecto que ha despojado a la clase obrera de importantes reivindicaciones, e impuesto condiciones precarias de trabajo. Que mediante el engaño, el chantaje, o la coacción desean transformar a los trabajadores en simples peones de una política oficial, que fundamentalmente atenta en contra de sus propios intereses de clase.
Repudiaremos con nuestra participación masiva en las urnas a los candidatos sin rostros, acríticos, y carentes de dignidad, que aplauden las cobardías del inquilino de Miraflores. A los abyectos que salivan ante el goce de la bota pestilente que los patea y que utilizan a los medios de comunicación social para repetir una y mil veces el ya desgastado libreto del magnicidio, así como para criminalizar cualquier protesta social, la cual etiquetan como un acto de traición a la Patria.
Esta falsa revolución redentora atraviesa uno de sus peores momentos políticos. Ya no representa aquel pedestal macizo sustentado en un amplio apoyo popular. Importantes sectores de la población están desencantados por la carestía y el alto costo de la vida, por la inseguridad personal, por la falta de vivienda, y porque el tan cacareado poder popular, es una argucia para establecer un férreo control social de la población por parte del gobierno. Se han decepcionado porque una buena parte de los recursos de la renta petrolera se destina para la compra de conciencias de los gobiernos vecinos, en lugar de atender los problemas que afectan a los venezolanos. Se indignan ante el surgimiento y derroche de una oligarquía cívico-militar corrupta que se enriquece a la sombra del Estado. Sin embargo, no hay que promover falsos triunfalismo, el facho-chavismo no se encuentra totalmente derrotado, pues aún cuenta con el apoyo de sectores populares y del tradicional lumpen proletariado. Todos a votar el 26S por la unidad, para derrotar a los nuevos estafadores de franela y boina roja. La victoria es difícil, pero con nuestra participación la haremos posible.
