Triquiñuelas

 “Yo soy un demócrata y acepto los resultados”. Henrique Capriles Radonski, ex candidato presidencial, reiteró que estaban luchando en condiciones desiguales: “mientras teníamos 3 minutos diarios de publicidad en televisión el candidato del gobierno tuvo casi 60 horas de cadenas de radio y televisión”. “Esto es una lucha desigual y para poder ganar la lucha necesitamos el apoyo de todos, esta lucha no se gana en reglamentos, en leyes, esta lucha se gana con la participación”.

La anteriormente indicada grafía parte de una entrevista que el ex candidato brindó a medios radiales en la oportunidad de abordar las deliberaciones regionales y observar sus fallas.

Vicente Díaz, rector del CNE, declaró a editores durante la cita de octubre: “El uso de recursos públicos en cualquiera de sus manifestaciones, programa de TV, vehículos, dinero, está prohibido. Nadie puede poner o quitar afiches sin autorización del CNE”. “Mi admiración por el Presidente Chávez, con independencia de la inequidad electoral que lo acompaña. Asumir el costo personal de una campaña como esta luego de estar lidiando con una gravísima enfermedad como el cáncer revela una vocación y un temple que no es para nada común”.

Según la Real Academia de La Lengua, la palabra iniquidad es maldad, injusticia grande. También conforme al Pequeño Larousse fraude es engaño, acto de mala fe. Sobre este término la Academia de la lengua indica sobre fraude: “Acción contraria a la verdad y a la rectitud que perjudica a la persona contra quien se comete. Acto tendente a eludir una disposición legal en perjuicio del Estado o de terceros. Delito que comete el encargado de vigilar la ejecución de contratos públicos, o de algunos privados, confabulándose con la representación de los intereses opuestos”.

Diversas personas han denunciado viciado el transcurso electoral y debe ser anulado, llamadas nuevas autoridades y reeditada la convocatoria. Es de todo conocido las denuncias sobre utilización de recursos del estado para beneficiar a Chávez en la maniobra que pretendían reelegirlo. Miles de millones de bolívares del erario nacional fueron designados para promover al abanderado del PSUV, expresan los querellantes. Vicente Díaz lamenta la indebida utilización de estos réditos.

El candidato Capriles luego de asumir como parte total de los comicios las cifras dadas por el CNE omite referirse a los hechos delictivos cometidos para calificarlos posteriormente como “fallas” o triquiñuelas por parte del PSUV. Este desdeña su influencia territorial.

La gente se pregunta: si Chávez no fue capaz de llenar la avenida Bolívar de Caracas en un día, cómo logra en dos horas llevar más de dos millones de votantes a sufragar cuando muchas de las mesas de selección habían clausurado en virtud de la hora legal.

El rector Díaz ha debido acudir a los tribunales a exigir la anulación de las elecciones realizadas como consecuencia del ventajismo del gobierno y la indebida utilización de los recursos. De no hacerlo pasará a la historia junto a sus compañeras de directorio como cómplices por delito de omisión.

Ese 7 de octubre Capriles consideró debía reconocer el triunfo de Chávez sin más ni más. Los ciudadanos esperaban de su más calificado dirigente una palabra de protesta por la indebida utilización de bienes y dinero del estado en el cotejo. Destacar de igual forma la importancia que para Venezuelasignifica sacar el 45% de los votos exigiendo al gobernante acabar con la imposición del socialismo del siglo XX1, luego de ser negada esta forma de administración en acto comicial anterior. Percibo que los venezolanos anhelaban ese día rechazar el apoyo delincuencial de las rectoras del CNE al chavismo al permitir el abuso en la utilización en los medios públicos y privados por parte del oficialismo. Los hijos de Bolívar creían que el guerrero de los humildes acudiría a los tribunales de justicia a pedir se juzgue al barinés por los hechos anteriormente expresados. Al igual que Rosales, nada hizo el capitalino. Hay quienes intentan hoy con pocas esperanzas lograr un veredicto judicial contrario al resultado conocido, mientras otros aún decepcionados del liderazgo luchan por evitar caer bajo el yugo de la bota castrense y de la sociedad de cómplices.