Un embajador de carrera a Pakistán
Mientras aquí desmantelan la Cancillería un diplomático de carrera venezolano es nombrado en Pakistán. Este maracucho que ha pasado por Kenia, Yugoslavia, Naciones Unidas –Ginebra-, Sudáfrica, Honduras y México, en sus más de 20 años al servicio diplomático del Vaticano, ha sido nombrado Nuncio en ese país islámico.
En nuestra época ginebrina lo presentaba, jocosamente, como el único diplomático venezolano que representa a otro gobierno. Lo hacía con el orgullo que se siente cuando vemos que nuestra gente triunfa por sus méritos en el exterior.
Monseñor Edgar Peña Parra es una persona afable, buen conversador excelente persona y mejor amigo, nuestros días en Suiza fueron hermosos. Los domingos a la Nunciatura a oír misa y luego de un refrigerio los venezolanos conversábamos sobre lo divino y lo humano. Muchas noches pasamos juntos en las maratónicas reuniones de la Comisión de Derechos Humanos de NN.UU. Recuerdo los excelentes paseos por el lago, que él mucha veces hacía en bicicleta. Siempre ocupado preparando informes o estudiando, francés por ejemplo, pero con tiempo para los amigos.
Tuvimos la fabulosa oportunidad de acompañarlo a visitar su Roma, aquella que disfrutó como estudiante. Los pequeños cafés y pizzerías. Pero sobre todo aprovechar el Jubileo y cruzar algunas puertas que se abren sólo al paso de los siglos. Y lo inolvidable, asistir a la misa del Papa Juan Pablo II consagrada a la Virgen de Fátima.
En Pakistán, a pesar de tener una élite modernizada y “pro-occidental”, las minorías religiosas- los cristianos – son perseguidas utilizando, la Ley de la Blasfemia que el propio Papa ha considerado “…sirve de pretexto para provocar injusticias y violencias contra las minorías religiosas». Además, está la guerra que un ejército internacional liderado por EE.UU. libra una contra los Talibanes y otros extremistas religiosos en Afganistán, su vecino, y el temor a una posible desestabilización de este país que posee bombas nucleares y cohetería. Nuestro Obispo ya ha pasado por asignaciones difíciles. En Yugoslavia vivió el desmembramiento nacional que condujo a una guerra fraticida étnica-religiosa y generó una vergonzosa y masiva violación de los derechos humanos, y que terminó con el juicio de Milosevic, en la Haya. ¡Bravo! caro amigo y que Dios también bendiga a esta patria que requiere de hombres como tu para salir adelante. Por lo demás estamos seguros que este reto también lo sortearás con la inteligencia y el profesionalismo ya demostrado.
