Un llamado de alerta
En días pasados, el Grupo de Análisis Center For Security Policy en Norteamérica lanzó un llamado de alerta sobre un necesario cambio de régimen en Venezuela por la inestabilidad que se presenta tanto a nivel interno como su política externa.
Dicho centro preparó un informe en Washington sobre el peligro de la llamada revolución bolivariana como un proceso peligroso para Latinoamérica. Tal análisis critica de manera clara el descuido que ha mostrado el gobierno norteamericano hacia el hemisferio occidental, y en especial hacia los países latinoamericanos.
Así, J. Michael Waller quien escribió el informe sobre Venezuela, advierte a la secretaria de Estado Norteamericano Condoleezza Rice sobre el ascenso desenfrenado de un líder egocéntrico e inestable, “quien ha hecho causa común con terroristas y los regímenes que los apoyan, (ha creado alianzas estratégicas con estados que patrocinan el terrorismo, tales como Cuba, Irán, el Irak de Saddam Hussein y Libia antes del levantamiento de las sanciones) y ha desarrollado una ideología revolucionaria que comienza a hundir las Américas nuevamente en la violencia y el caos”.
Por ello el informe llama la atención y describe el proceso político que vive Venezuela como “la evolución de una dictadura agresiva”. Aunque es mejor llamarla como un semi-autoritarismo de la postura de Marina Ottaway en su libro Democracy Challenged The Rise of semi-authoritarianism. En fin, el hecho palpable está que con el correr del tiempo se percibe el socavamiento sostenido por parte del proceso revolucionario a las instituciones venezolanas.
Entre tanto, el informe lanza una dura crítica a la postura asumida por el gobierno norteamericano cuando este ignoró, “dos años de llamados de ayuda de Venezuela”. En sí, durante dicho período, ciudadanos, empresarios, líderes políticos, oficiales militares, clérigos e intelectuales entre otros venezolanos, pidieron ayuda y reconocimiento del gobierno de Bush, pero no se logró nada por parte de Washington.
La situación es preocupante dado los conflictos internos en países como Ecuador y Bolivia recientemente que han acusado algunos sectores políticos de estos países claramente las intensiones desestabilizadoras de la llamada revolución bolivariana de exportar sus ideas. Se está usando la riqueza petrolera con fines subversivos para apuntalar un Estado populista y violador claro de los derechos humanos, un estado que patrocina los conflictos, tanto internos como externos.
Así las cosas, aparece otro informe; Venezuela Seguimiento de la Sociedad Civil al Plan de Acción. Coordinado por el Centro al Servicio de la Acción Popular (CESAP), y el Instituto de Estudios Sociales y Políticos (INVESP) con el auspicio de la Corporación Andina de Fomento (CAF) y la Agencia Canadiense de Desarrollo Internacional. Los cuales advierten que en Venezuela la Gobernabilidad democrática esta en riego. ¡Descubrieron en agua tibia!…
Este otro informe al cual hacemos mención indica como en el país los temas tales como la libertad de expresión, el acceso a la justicia e independencia del poder judicial; “se evidencia un estancamiento y retrocesos, tanto en las normativas legales como en sus prácticas”. Hacen hincapié en que: “existen dos visiones de país que están confrontadas y es previsible que las tensiones se mantengan y aumenten dado que no hay voluntad política para el dialogo entre las partes, ni tampoco espacios y mecanismos que permitan la búsqueda de consensos mínimos”.
Por ello se evidencia de manera clara la preocupación que comienzan a tener Instituciones Internacionales sobre Venezuela que está en un nivel institucional muy deficiente por la falta de opositores coherentes y por un gobierno que desgobierna para mantenerse en el poder. Por ello el informe Venezuela fue distribuido en la XXXV Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Fort Lauderdale en EE.UU.
Se pretende de esta manera buscar los mecanismos para poner en práctica la Carta Democrática de la OEA, pero dado lo paquidérmica de dicha Institución Internacional es perentorio buscar mecanismos internos a semejante desgobierno. El tiempo pasa y los partidos políticos no terminan de entenderse ni de aplicar estrategias y tácticas coherentes en luchar en pro de la democracia en Venezuela.
