¡Unidad con todos sus matices!
Sólo quedan dos años para que finalice el período presidencial actual. Pero ya hoy, antes del Referendo Revocatorio, tendremos que resolver una peligrosa y muy anticipada disyuntiva de poder, nada sano en este momento histórico que vivimos.
Tenemos que encontrar un candidato aglutinador que, sin pretensiones de poder en el futuro, nos mantenga en la unidad necesaria que permita salvar positivamente la inmediata circunstancia del RR. Además, y no menos importante, que nos dé tiempo a pensar y preparar los cuadros políticos que han de enfrentarse por el poder en el 2006.
No juguemos ahora, se los ruego humildemente, a dar zarpazos suspicaces que entorpezcan el proceso de renovación democrática, ya que prácticamente la democracia no existe hoy y amerita de un tiempo de sana recuperación. Concentrémonos más bién en el RR que deberá hacerse antes del 15 de agosto; de lo contrario entrará en vigencia el artículo 233 de la constitución y tendremos como presidente, durante dos años, a José Vicente Rangel.
Tengo que confesar que, aunque tengo mis preferencias políticas, no me atrevería a mencionarlas sin sentir que he cometido pecado mortal.
Seamos sensatos y busquemos un primer rector imparcial que, con poder transitorio, nos ofrezca el curativo tiempo necesario para reconstruir las reglas y las normas de la nueva Venezuela.
Sabia y experimentada ha de ser esa persona, y preferiblemente sin potencialidades sucesionales. De esta manera tendremos tiempo de observarnos, discutir, dialogar y hasta pelear holgadamente sobre el definitivo derrotero del futuro nacional.
Fuerza y confianza en lo absolutamente nuevo es lo que más necesitamos en este momento. Es por eso que el partidismo puro, precisamente ahora, no tiene cabida en este discurrir.
Estamos a punto de transformar la historia política de Venezuela; no forcemos ahora, prematuramente y con ímpetus extemporáneos, la firme consolidación de sus bases.
Muchos soñamos ya con el dia y el momento en que se nos permita una verdadera contienda; cuando todos los gladiadores puedan bajar a la arena con normas claras y bajo el manto rector de jueces íntegros y honestos. Entonces habremos ganado todos. Entonces, que gane el mejor.
¡Pero sólo entonces!
Liko Perez
Estocolmo 2004-06-06
