Ver para creer
Parece mentira que el destino cobre tan rápido las imprudencias y metidas de pata de nosotros los tristes mortales. Lo simpático y a la vez doloroso de este proceder es que la mayoría de las veces, además, quedamos evidenciados como unos grandes mentirosos, o terminamos arrogándonos con motivo de esto último tremendas graves responsabilidades, por cosas que pretendíamos haber hecho medio escondidas u ocultas por completo, pero nada, el señor destino cobra cara las imprudencias y nos deja en evidencia de quienes pretendíamos esconderlas.
Hasta hace poco el vergajo bolchevique ( y uso tan vasto lenguaje ante el desparpajo con el cual usa también él su viperina lengua, sin miramientos de que cuando incurre en tales desaguisados, no lo hace como cualquier ciudadano, sino lamentablemente en su condición de presidente de esta infeliz república), aparecía y se vendía como víctima de un presunto golpe de Estado, el cual nunca he terminado de entender, por la maldad de quienes no lo soportan, capitalistas, o enviados del pitiyanquismo, que no toleran el fracaso en que el socialismo puso al capitalismo contra la pared y ante la genialidad del bolchevique.
Lo de Honduras ha puesto en evidencia que el entarimado es muy de sobra al revés, fue el vergajo bolchevique el que nos montó tremenda trampa a los bobos venezolanos, cuando valido de la elección transmutó las cosas para aprobar una constitución rebelde e inaudita que no revolucionaria y diáfana, para cambiar el sistema, imponer bajo la forma de un estado social, de derecho y equidad, una dictadura democrática ( por lo del voto) pero inicua para con un pueblo ayuno de intelecto y de mala intención, convirtiéndola en el saco de doña Filo, con cada vez mas vericuetos y escondrijos, socialista al estilo XXI, llena de sorpresas que nunca terminan de aparecer, y para imponerse a Fortiori, pero con esa sorna democrática, en otras mentiras que lo perpetúen en el poder.
Ese mismo paquete tramposo fue el preparado para lo de Honduras, pero no contaba el lince de payara, y de las sabanas barinesas, con la férrea y bien pensada estructura de la constitución hondureña, a prueba de balas contra los malandros y facinerosos socialistoides. Hicieron todo por lograrlo, es verdad, pero no pudieron con la clara estructura legal de defensa de la constitución.
En tal sentido, con su proceder, cometió Ud. señor bolchevique violaciones tanto internas como internacionales, para entre otras cosas, lograr: 1- Prestándose a enviar sin permiso del tan mentado pero olvidado soberano venezolano, para poner en Tegucigalpa funcionarios venezolanos del Poder electoral y militar y material de elecciones venezolanos, hasta impresos, para el montaje de la trampa jaula con la cual el tal Zelaya, tan desprestigiado, que nadie ha puesto su cara por él, salvo Ud. y sus comprometidos cómplices en esas mismas patrañas, para fomentar el fraude y garantizarse con ello la victoria con el plan de aprobar otra constituyente tan chimba como la de Venezuela; 2- La de engañar con el cuento de la voluntad democrática a quienes tienen mas virtud y abolengo democrático que nosotros, demostrado en la forma como han repelido la patraña, esto es el proceder de los hondureños., y 3- Amenazar, ensalzar y procurar que el estrato militar Hondureño tome partido por quien ha violentado la constitución para valerse de ello y encaramarse en el “coroto” sine tempore.
Y no hablemos de lo internacional, pues allí han sido mas graves las violaciones impulsadas por Ud. y sus cómplices, olvidando que quien mata a sombrerazos, no puede esperar morir entre almohaditas. Ha sido evidente su intervencionismo en los asuntos internos de Honduras, su descarada posición de apoyo a quien es reo de la justicia de dicho país, del cual se pretende Ud. amigo y servidor, y ha dispuesto sin miramientos legales de especie alguno de fondos financieros para tales propósitos.
El que alguna duda tenía sobe su falta de convicciones democráticas, si todavía piensa en la honestidad y seriedad suya, definitivamente lo será por ser mas bolchevique que Ud. o mas vergajo, como se dice en el lenguaje de nuestro pueblo.
El destino lo ha puesto en desnudo ante nuestro pueblo y la comunidad mundial, ahora ya no son sorprendidos a los que Ud. engaña habitualmente, sino a seguidores suyos o “pajuyitos” de nacimiento y conciencia.
Eso si, le vuelvo a recordar que Juan Pueblo omite, pero no olvida y que, quien a hierro mata, a hierro también muere.
