Pablo Iglesias revienta Sol y ya sueña con llegar a La Moncloa

Podemos reventó la Puerta del Sol y desbordó las calles de Madrid en un alarde de fuerza y de poder de movilización que Pablo Iglesias quiere utilizar para ir en volandas a La Moncloa. «Los sueños hay que empujarlos», decía el líder de Podemos, quien buscó el simbolismo de esta plaza tan emblemática en la Historia de España para proclamar ante todos, también Europa y los mercados, que ha llegado su momento, que «es ahora» en 2015 cuando se van a «hacer realidad» los «sueños» de una sociedad duramente castigada por los efectos de la crisis y divorciada de los partidos políticos de siempre. «Es el año del cambio. Vamos a ganar las elecciones al Partido Popular», anunció.

Cuatro años después de aquel mayo de 2011, la Puerta del Sol volvió hervir políticamente. Donde entonces hubo miles de personas indignadas y enfadadas que se proclamaron huérfanas de un partido político que les representara, y sin ninguna figura en la que refugiarse, esas personas regresaron ayer a la plaza madrileña en brazos de Podemos y, sobre todo, encomendadas a Pablo Iglesias, con la esperanza de cambiar un país y una sociedad que consideran maltratados por la crisis y las políticas de austeridad.

«Hoy no estamos aquí para protestar. Estamos aquí porque sabemos que el momento es ahora», subrayó el secretario general de Podemos a una plaza desbordada en cada una de sus arterias de acceso, con más de 100.000 personas en la calle, según cálculos de la Policía, o 300.000, según Podemos, donde se vieron multitud de banderas republicanas.

Pablo Iglesias inculcó una y otra vez que la diferencia entre esa foto de mayo de 2011 y la de ayer, 31 de enero de 2015, es precisamente que siendo los mismos ciudadanos que entonces se quejaban, ahora se encuentran ante una oportunidad histórica de llegar al Palacio de la Moncloa y gobernar España. «Podemos soñar, podemos vencer», proclamó ante esta multitud, que se entregó de lleno a sus palabras, y a la que prometió salir de «esta estafa que llaman austeridad».

Las imágenes de la Puerta del Sol abarrotada, que recorren España y Europa, son la que ansiaba Pablo Iglesias ya no sólo para movilizar a sus bases, que también, sino para arrancar los votantes que aún hoy se encuentran en otras fuerzas políticas, como el PSOE, IU o UPyD, y que también quieren decir «basta» a los recortes. Es esa «mayoría social» y «transversal» de la que tanto habla Iglesias y que irremediablemente necesita para hacer frente al Partido Popular.

De esta manera, con esta gran demostración de fuerza de cara a sus rivales políticos, Iglesias dio ayer por iniciada una precampaña electoral feroz.

Del 2 de mayo de 1808 al 15-M

El líder de Podemos y el resto de los dirigentes del partido impregnaron con tintes históricos la manifestación de ayer, trasladando el mensaje de que «en todos los libros de texto se va a ver esta foto». «Todos vamos a poder decir a nuestros hijos y a nuestro nietos que yo estuve allí», exclamó en su intervención Luis Alegre.

Después, Iglesias recogió ese testigo y presentó a los allí presentes como los herederos de los madrileños que participaron en el levantamiento del 2 de mayo de 1808 contra los franceses, los que proclamaron la II República en 1931 y, cómo no, los que se indignaron en mayo de 2011. «Esa gente valiente y humilde está en nuestro ADN y estamos orgullosos», aseguró.

Y les dio la esperanza de conseguir lo que allí habían venido a representar: «Hoy en esta Puerta del Sol soñamos, pero nos tomamos muy en serio nuestros sueños». «Este año es el año del cambio y vamos a ganar las elecciones al Partido Popular».

El líder de Podemos presentó a su partido como el Don Quijote que va a derrotar al «totalitarismo financiero» que, recalcó, ha empobrecido este país para «construir un país para la gente».

«Hacen falta locos dignos que se enfrenten a los poderosos. Hacen falta soñadores valientes que sepan soñar un mundo mejor y que se atrevan a llamar las cosas por su nombre, hacen falta soñadores», continuó Iglesias, «que se atrevan a defender a los de abajo y enfrentarse a los de arriba». «Hacen falta quijotes», remató, extendiendo a los presentes un papel crucial para la llegada del «cambio político». «Soñamos como Don Quijote pero nos tomamos muy en serio nuestro sueños», advirtió.

Syriza-Podemos

La manifestación, que más que una marcha fue una concentración de miles de personas porque apenas se podía caminar entre la plaza de Cibeles y la Puerta del Sol, no ha podido llegar en mejor momento para Podemos, espoleado por la victoria electoral de Syriza, su partido «hermano», el pasado fin de semana en Grecia. Y ha sido una casualidad, porque cuando las mentes de Podemos idearon esta manifestación, ni siquiera los más optimistas pensaban que iba a celebrarse el fin de semana posterior a las elecciones griegas y con un resultado tan arrollador en favor de Alexis Tsipras, que casi logró la mayoría absoluta. Lo que sueña Iglesias.

Esto le permitió al secretario general de Podemos proclamar con más convencimiento si cabe ante su gente que «el viento de cambio empieza a soplar en Europa».

En este sentido, tras enumerar algunas de las medidas de urgencia tomadas en los primeros días de mandato de Alexis Tsipras, se preguntó: «¿Quién decía que no se puede? ¿Quién decía que un Gobierno no puede cambiar las cosas?». La plaza, donde algunos manifestantes empuñaban algunas banderas de Grecia y de Syriza, rugía para darle la razón.

«A lo mejor es Merkel la que se va a quedar aislada», apuntó, para señalar a continuación que la canciller alemana ha perdido «al delegado Samaras» y también «al delegado Rajoy».

Sin embargo, como ya hiciese el pasado lunes, Iglesias quiso desvincular el destino de Podemos del de Syriza, asegurando que los españoles tendrán que hacer sus propios «deberes» porque a los «hermanos» griegos «nadie» les hizo los suyos. «A nosotros nos toca ahora ser protagonistas de nuestra Historia», emplazó Iglesias, encendiendo la mecha de la movilización.

En lo que sí coincidirá con Syriza es en una encarnizada lucha contra las políticas de la Troika. Iglesias arremetió contra los «defensores del totalitarismo de la austeridad», en una clara alusión al Gobierno del PP, y les acusó de ser «los que están rompiendo España». «Ellos son los antisistema», reprochó un Iglesias harto de que desde La Moncloa se tache a Podemos una y otra vez así.

«Los recortes y las políticas de austeridad están dividiendo nuestro país en dos: los que se han beneficiado y los que están peor que antes», continuó Iglesias, insistiendo en la tesis de que la pelea electoral que se avecina en este año 2015 es entre «los de arriba y los de abajo»,. Entre el PP y Podemos.

«Es democracia, no caos»

«Sólo cuando los de abajo quieren y los de arriba no pueden, se abre la posibilidad del cambio. Al cambio los de arriba lo llaman experimento y caos, y los de abajo lo llamamos democracia», destacó Iglesias, que aseguró que el régimen del 78 ha fracasado y que hay que cambiarlo.

Así lo enfatizó también el número dos de Podemos, Íñigo Errejón, quien acusó a los partidos de la «casta» de haber «roto» el pacto de convivencia de los españoles. «No hemos sido nosotros, han sido los privilegiados los que han roto el acuerdo», dijo, en alusión a los recortes educación, sanidad o políticas sociales «Son ellos los que se han colocado por encima de la ley y de las instituciones» y ya no merecen el «respeto» de los ciudadanos.