¿Qué pasa en Andalucía?
Pablo Figueredo Casanova
Andalucía, comunidad autónoma bastión del PSOE desde la transición, recibió la derrota más grande que ha podido sufrir en las elecciones autonómicas adelantadas andaluzas. ¿Por qué ocurrió esta catastrófica derrota? La respuesta, imagino yo, se debe a la mala gestión tanto de Pedro Sánchez y Susana Díaz, a los casos de corrupción que los mencionados no pueden deslastrarse y la pésima campaña de Susana Díaz y del PSOE.
La gestión de Pedro Sánchez, quien llegó al Congreso de Diputados y a la Presidencia de gobierno de una forma no muy ortodoxa, comete graves errores en cuanto al secesionismo Catalán, muestra tibieza con los populismos latinoamericanos y europeos y se equivoca en el plano económico. No ha solucionado los graves problemas que agobian a España como el paro y la corrupción que agobian a España. Su equipo gubernamental, hasta ahora, ha sido bastante inestable y varios de sus ministros han sido cesados en período extremadamente breves, además de que no ha removido a otros ministros involucrados, directa o indirectamente, en casos de corrupción como el de la entrada en bolsa de Bankia. No puede quitarse de encima los casos de corrupción que tanto reprochó a la gestión anterior del PP y militantes del PSOE también están involucrados. En el plano económico no es capaz de mantener una política coherente y los índices económicos están cayendo. En pocas palabras la gestión de Pedro Sánchez es realmente mala y probablemente haya elecciones generales adelantadas donde saldrá apabullado.
En cuanto a Susana Díaz se dedicó a la candidatura a las primarias del PSOE y dejó a un lado de sus compromisos en Sevilla. Andalucía, guste o no, no está dentro de las Comunidades Autónomas que más progreso han mostrado. Tampoco ha podido deslastrarse de los casos de corrupción de sus predecesores Chávez y Griñan están involucrados como los ERE y cursos de formación. Su gestión no atacó ni solucionó los problemas más serios que padecen los andaluces sino más bien se dedicó a buscar soluciones a problemas, aunque graves, pero no solucionan el meollo del problema andaluz, como, el machismo, la igualdad de género y la violencia de género. El desempleo y la corrupción quedaron en segundo plano y siguen mermando a los andaluces. Su campaña electoral se basó en atacar al machismo, la igualdad de género y la violencia de género. Al ver que estuvo emergiendo una agrupación de extrema derecha, disidente del partido popular llamada VOX, dedicó toda una ofensiva para advertir el peligro de la agrupación de extrema derecha sin tener resultado alguno sino más bien todo lo contrario. Lo que hizo fue darle leña al fuego y logró darle más escaños a una agrupación euro escéptica, ultra nacionalista, xenófoba y ultra conservadora, obtener más escaños en la Junta
Aunque el PSOE sigue siendo el partido más votado en Andalucía, obtuvo el más serio revés desde la transición. Lo más probable es que haya un gobierno de derechas. La suma de las izquierdas no da para que los partidos de izquierda ejerzan el gobierno de la Junta de Andalucía. El escenario posible es que pacten la investidura el Partido Popular, Ciudadanos y la agrupación VOX. Ciudadanos tiene el balón no la tiene nada fácil. Tiene un dilema bajo las manos y tendrá que tomar una decisión que podría afectarles a nivel nacional. PODEMOS, como siempre he pensado, llegó a su techo hace poco. Puede que tenga alguna influencia en Cádiz y Sevilla; sin embargo, los resultados eran de esperar: en Almería obtuvo más votos el PP seguido por el PSOE, Cádiz el PSOE seguido por los Adelante Andalucía, Córdoba el PSOE seguido por el PP, Sevilla el PSOE seguido por Adelante Andalucía. En Huelva, Granada y Jaén obtuvo más votos el PSOE seguido por el PP. . Los resultados por escaños fueron: 33 diputados por el PSOE, 26 por el PP, 21por Ciudadanos, 17 por Adelante Andalucía y 12 por VOX. El único partido que aumentó el número de escaños fue Ciudadanos. VOX, como agrupación emergente y primera vez que se lanza, obtuvo 12 escaños. Los partidos tradicionales perdieron. Es apresurado hablar del triunfo de los nuevos partidos.
