Siempre Democracia y Libertad
Muchas veces y varias personas, unas más versadas que otras, se han referido a la complejidad del ser humano. Esta se puede apreciar, por ejemplo, en el comportamiento de los venezolanos con respecto al tema de la reconciliación y la unidad entre nosotros. En principio, entre personas ”normales” eso es lo que debe registrarse, con las diferencias naturales que no llegan a romper la unidad. En el caso de los venezolanos, asumiendo que somos personas aceptablemente normales, eso no es lo que se aprecia; por el contrario la desunión y la confrontación son muy evidentes, al menos entre ciudadanos comunes. La historia muestra muchísimos casos de personas normales confrontadas, como nosotros con España por nuestra independencia, con la Dictadura PerezJimenista por la democracia y la libertad, con la Cuba casfrista por nuestra soberanía. No se puede señalar alguna complejidad, alguna anormalidad, alguna animadversión a la unidad y reconciliación, a los venezolanos que vivimos estas experiencias. Y ni se hable de Hitler. En consecuencia, cabe preguntar, si nos aceptamos como normales, por qué no podemos unirnos y reconciliarnos?. Debemos forzarnos a unirnos?. Asi como los venezolanos nos vimos en la necesidad de luchar contra España, la dictadura y la invasión cubana, como la vuelven a intentar hoy otra vez, nosotros, como personas normales, nos vemos hoy en la necesidad de recuperar la democracia y la libertad. No podemos unirnos y reconciliarnos con quienes nos las han usurpado. No se puede negar fundamento a nuestro desconocimiento a la declaratoria de la Asamblea Nacional de 2015 en desacato, a la constituyente en 2017, a la pretendida elección en 2018, a la pretendida elección de Asamblea Nacional en diciembre de 2020 y otros casos más, todo lo cual significa que el gobierno no acepta dejar el poder, no acepta que el pueblo venezolano tenga el modelo de vida digno que le corresponde, no acepta renunciar al botín. A nuestro fundamentación se debe agregar el reconocimiento internacional que recibió, o el desconocimiento al gobierno. Más aún, se debe añadir que siempre hemos solicitado una elección presidencial legítima para resolver la situación. La respuesta no se encuentra en una complejidad del hombre venezolano que le impide unirse.. La respuesta es que el pueblo venezolano no se resigna a vivir sin democracia y sin libertad, ni siquiera al menor de los males, y lucha por recuperar lo que le es sagrado. Esto debe ser conocido y comprendido por quienes aquí y en el orden mundial, con una reconocida buena intención, como la de Noruega, nos piden “dialogar y negociar” una solución con el gobierno. La solución correcta, la mejor, la legítima, la que constituye el bienestar y la felicidad del pueblo venezolano, es la elección presidencial.