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“Sub-producto”, Exceso y Desperdicio

En redes sociales recientemente hemos leído a un usuario quejándose que el precio del yogurt, como supuesto sub-producto, según sus propias palabras, era extremadamente alto, reclamando y sugiriendo que su costo resultaba nulo por su condición de “sub-producto”.

Consideramos interesante el tema y precisaremos algunas ideas desde una perspectiva microeconómica.

Primero, en el caso que estemos hablando de un producto principal y un eventual sub-producto siendo que la producción de uno implica producir indefectible y conjuntamente el otro producto, se estaría acometiendo una serie de costos comunes y conjuntos. En estos casos la imputación de costos comunes y conjuntos a cada producto seguirán alguna regla arbitraria, por ejemplo: cantidades de cada producto producido en el nivel óptimo, tamaño del ingreso marginal por producto, etc. Valga decir que los dos criterios asomados -cantidades producidas en unidades y el nivel del ingreso marginal de cada producto en equilibrio- podrían sugerir imputar dichos costos comunes y conjuntos por medio de reglas contrapuestas respecto a la proporcionalidad de dicha asignación por producto.

Segundo, siendo que la asignación de costos dependerá de alguna regla de asignación arbitraria el cálculo de márgenes resultará igualmente arbitrario.

Tercero, una vez que estamos hablando de co-productos o producción conjunta, podríamos introducir el concepto de un producto principal y de un sub-producto y/o co-producto. ¿Cuál sería el criterio para determinar cuál es el producto principal y cuál el sub-producto? El criterio se desprendería del propio ejercicio de optimización de la empresa. En este sentido se encontraría microfundamentado dicho concepto y alineado con el sentido común. Siendo que constituye una producción conjunta, podemos imaginar un parámetro que represente la proporción fija entre ambos productos, y en consecuencia construir la función de beneficio a ser optimizada por la empresa. Para simplificar imagine que los costos comunes y conjuntos son simplemente de naturaleza variable (esto no resta generalidad al análisis).

Así las cosas, estamos hablando de un caso especial de una empresa multiproducto pero de proporciones fijas -el parámetro anteriormente mencionado definirá si la proporción fija es uno a uno o no-. Las cantidades de producción de un producto estará determinado por dicho factor respecto al otro producto -entre el producto A y el producto B-, por lo que la función de optimización podemos expresarla respecto a un único producto (luego el segundo producto, al nivel de producción óptima tendrá una cantidad producida de acuerdo con la cantidad del primer producto ajustada por el parámetro de proporcionalidad fija).

¿Cuál entre el producto A y el producto B será el principal y el sub-producto? Dependerá de cuál de los productos posee el mayor ingreso marginal al nivel de equilibrio de optimización. Aquel producto que posea el mayor ingreso marginal será el producto principal mientras que el producto de menor ingreso margina será aquel sub-producto. De hecho, el producto principal tendrá por cantidad producida, así como por cantidad ofertada el mismo número o nivel. En este caso todo el costo podemos imputarlo al producto principal.

Por su parte, en el caso del sub-producto, no tiene por qué coincidir el nivel producido con el nivel ofertado. Veamos los casos posibles.

  • Al nivel óptimo de producción y oferta del producto principal el sub-producto tendrá por cantidades producidas la cantidad producida del producto principal multiplicada por el factor de proporción. Sin embargo, si su ingreso marginal es mayor a cero a ese nivel, la cantidad producida del sub-producto coincidirá con la cantidad ofertada en el mercado.
  • Si el ingreso marginal del sub-producto es igual a cero en dicha cantidad producida, la oferta coincidirá con dicha cantidad (ocurre igual que en el caso anterior).
  • Si el ingreso marginal es negativo para dicho nivel, la oferta no coincidirá con la cantidad producida del sub-producto. En este caso, se ofertará del sub-producto aquella cantidad en la que el ingreso marginal de dicho producto sea igual a cero. En este caso, la oferta será menor a la cantidad producida por lo que existirá “exceso” de producción y un desecho que no se ofertará al mercado (igual a la diferencia entre la cantidad producida y la cantidad ofertada).

Ahora cobra sentido las definiciones realizadas anteriormente. La cantidad de desperdicio dependerá de todos los parámetros, especialmente aquellos referidos a la demanda.

Cuarto, siendo que todos los costos pueden ser imputados al producto principal es de esperarse que el producto más deseado mostrando los mayores niveles de ingresos marginales en el óptimo refleje precios significativos. Por su parte, en el caso del sub-producto, por más que la demanda a la que se enfrente la empresa posea pendiente negativa reflejando cierto poder de mercado, el hecho que fije la cantidad ofrecida cuando idealmente el ingreso marginal sea igual a cero, esperaríamos precios relativamente bajos (quizás a niveles que no cubrirían los costos a diferencia del caso del producto principal).

Un excelente ejemplo podría corresponder al sector petrolero y de refinación. En el caso de la refinación del petróleo para producir querosén y gasolina, la oferta conjunta suele surgir porque al producir un bien se crea un subproducto. La refinación del petróleo creó la gasolina como subproducto originalmente cuando el querosén era el producto más valorado y demandado antes de la masificación de los vehículos de combustión. Con la llegada del motor de gasolina, el “subproducto” se volvió más deseable que el producto inicial, el querosén, cambio de roles.

Quinto, en el caso del usuario de las redes sociales que denunciaba precios elevados de un producto particular de una empresa multiproducto podría corresponder a un caso distinto al de co-productos de proporciones fijas. Podría tratarse de una empresa multiproducto y que el producto objetivo del reclamo más que un sub-producto podría corresponder a un producto independiente aun en el caso que usase como insumos algunos productos de la propia empresa (no se presentaría una producción simultánea).

En estos casos de empresas multiproducto, la optimización por parte de la empresa arrojaría reglas de la elasticidad inversa para explicar los márgenes de cada producto (en un extremo expresados a través de la super-elasticidad para aquellos casos de productos sustitutos y complementarios).

Podría ocurrir que un producto es demandado por ciertos segmentos con alta disponibilidad de pago y en consecuencia éste hecho se vea reflejado en la propuesta de valor y en su precio (obviamente que esto exigiría un contraste empírico). Ahora bien, un eventual alto margen y precio podría reflejar poder de mercado por parte del oferente. Los precios suelen o deberían estar fijados basados en valor y va a depender de la caracterización de la oferta y de la demanda, así como de la dinámica competitiva del mercado, que los márgenes podrían ser elevados o bajos.

Economista UCV. Profesor de Estrategia Competitiva, UCAB. Profesor de Mercado Digital y Competencia, Universidad Torcuato Di Tella.

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