OpiniónOpinión Nacional

¿Tormentoso tiempo de vacas flacas?

Muchas cosas han ocurrido desde entonces –nada favorables– para quien ganó, por un pelo, unas elecciones cuestionadas, pero avaladas por la aplanadora oficialista del Consejo Nacional Electoral. Entre ellas, una muy grave como el sostenido descenso de popularidad, nunca visto ni en los peores tiempos del fallecido caudillo eterno de la revolución bolivariana. El depositario de la herencia política de Chávez la ha dilapidado en muy corto tiempo, como los herederos haraganes que malgastan de lo noche a la mañana la fortuna dejada por sus padres, al dedicarse a francachelas sin producir nada. Maduro ya no convence ni a los propios chavistas, que se sienten desorientados, caminando a la deriva, ante la ausencia física de quien manejó los destinos del país a su leal saber y entender, sin que nadie pudiera hacer nada para contenerlo.

Ahora, como si de una suerte de maleficio manifiesto se tratara, además de la paralización económica –con una caída de 4,5% del PIB y una inflación que, calculada conservadoramente, muerde la astronómica suma de 60%–, se suman las contradicciones e indecisiones que lo llevan de fracaso en fracaso, literalmente dando palos de ciego.

La producción petrolera local se contrajo en 195.000 barriles diarios en el segundo semestre de 2014, lo que da un estimado de 2,7 millones de barriles por día, según números calculados por firmas independientes, ya que la opacidad con la que los “revolucionarios” administran Pdvsa, la ha convertido en una impenetrable caja negra. De otra parte, hay quienes aseguran que para mantener el actual nivel de gastos (despilfarro) el gobierno requiere de una cotización de 120 dólares por barril. Estudios aseguran que, por cada dólar de derrumbe en los precios, el sector público experimente una disminución de 770 millones de ingreso netos anuales, por lo que estamos hablando de cifras muy importantes.

En las últimas semanas ha habido un sostenido deterioro de los precios petroleros que han alcanzado un piso de 77,65 dólares por barril de crudo, lo que lo lleva –este año– a un promedio de 94,58, casi 4 dólares menos que en 2013. Venezuela, ahora más que nunca, para mantener sus cuentas, tiene una altísima dependencia de los ingresos provenientes de las exportaciones petroleras. De hecho, 9 de cada 10 dólares que ingresan a la nación provienen del oro negro. Lo que convierte la situación actual en muy delicada, aun cuando Maduro trate, irresponsablemente, de minimizar lo que a la larga puede ser un tragedia de grandes proporciones, al expresar que “si el barril llegara a 40 dólares, hay la capacidad financiera para garantizar el presupuesto completico”, olvidando, no sé si intencionalmente, que el presupuesto para 2015 está calculado a 60 dólares el barril.

¿Se acuerdan cuando Maduro, en plena efervescencia de la campaña electoral de abril de 2013, aseguraba que habría dólar Cadivi a 6,30 para rato? No sé por qué, me temo (y ojalá no sea así) que el tiempo de las vacas flacas nos acecha. Mientras tanto, la crisis sigue su curso indetenible…

Los comentarios, textos, investigaciones, reportajes, escritos y demás productos de los columnistas y colaboradores de analitica.com, no comprometen ni vinculan bajo ninguna responsabilidad a la sociedad comercial controlante del medio de comunicación, ni a su editor, toda vez que en el libre desarrollo de su profesión, pueden tener opiniones que no necesariamente están acorde a la política y posición del portal
Fundado hace 28 años, Analitica.com es el primer medio digital creado en Venezuela. Tu aporte voluntario es fundamental para que continuemos creciendo e informando. ¡Contamos contigo!
Contribuir

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Te puede interesar
Cerrar
Botón volver arriba