¿Una nueva Agenda Social, o mejorar/fiscalizar la gestión de la existente?
A 10 años que nos dejara el Dr. Edgardo Boeninger: el Pdte Piñera y la clase política han vuelto ignorar sus notables propuestas póstumas plasmadas en su ensayo “Chile, rumbo al futuro”: “estaba convencido de que en lo sustancial Chile debía continuar por la senda del crecimiento con equidad iniciado en 1990”. El Dr. Boeninger insistía en la urgencia en mejorar la gestión de los programas sociales existentes eliminando el clientelismo y la corrupción.
En efecto, nos aconsejaba al respecto:
A) Protección Social
1) “El sello de la protección social como objetivo predominante de la política pública ya está consagrado en Chile”. “Es preciso consolidar lo que se ha logrado, mejorando la eficacia de los programas sociales y la eficiencia del gasto público y eliminando las lacras de clientelismo político y de malas prácticas(corrupción) que afectan la legitimidad de los programas. Para seguir aminorando las desigualdades y ampliando la protección social se requieren avances previos sustantivos en educación y capacitación, así como una modernización del Estado que mejore su capacidad de gestión, que está ya tensada al límite”.
2) Se oponía a introducir normas que orientaran al país hacia un Estado Social de Derecho. Pensaba -es correcto- que el umbral de las políticas sociales no pueden ser los derechos, ya que eso haría muy rígidas las políticas públicas. (Basta observar el origen de la crisis europea por su enfoque de bienestar o welfare, con escasas excepciones como la sueca, que supo hacer las correcciones a tiempo).
3) El Dr. Boeninger afirma “en Chile existe una economía social de mercado regulada, que nada tiene de neoliberal, y que es similar a las opciones que están surgiendo en el mundo desarrollado tras la crisis”.
4)“Debemos asegurar la continuidad de nuestra actual política económica, conservando el poder y estatus de los ministros de hacienda, sin perjuicio de que se efectúen cambios que aconseje el contexto internacional e interno”. “Considera una de las mayores fortalezas de nuestra institucionalidad es la existencia de las entidades autónomas del Estado y su aparato regulatorio (Superintendencias y otras), que tienen amplio apoyo y han contribuido a generar confianza y certezas”.
B) PROTEGER EL ESTADO DE DERECHO. En caso, que la Extrema Izquierda insista ideológicamente en continuar desestabilizando al país:
5)“Asimismo, nuestro bien asentado Estado de Derecho, la fortaleza de nuestra institucionalidad, el respeto a los contratos y la independencia del Poder Judicial son activos no cuestionados por grupo significativo alguno y han creado un entorno propicio para el desarrollo de la actividad privada”.
6) En caso, que la izquierda insista( lo harán, qué duda cabe) por razones ideológicas en sustituir la actual Constitución, él era totalmente contrario a cambiarla, porque según él la actual no tiene una ilegitimidad de origen porque las reformas de 1989 y del 2005, corrigieron ese defecto.
7) “No creía que una Asamblea Constituyente fortalecería la democracia, porque haría del gobierno una arena de disputas constitucionales y jurídicas que distraería tiempo y talento de la agenda económico-social de la que depende el bienestar de las mayorías. Una asamblea constituyente o una democracia plebiscitaria (donde decisiones de política pública se voten cada cierto tiempo) son entretenidas para las élites; pero conducen a una relación manipulada de los mandatarios con el pueblo. Así lo muestran ejemplos cercanos que poseen precarias credenciales democráticas. En suma, ese tipo de propuestas suena bien; pero suelen realizarse mal”.
C) Terminar con la absurda obstrucción del Congreso para reformar el entuerto educacional heredado de la ex Pdta Bachelet:
8) “La educación es el más trascendente de los desafíos que enfrentamos. Era partidario “de construir en torno a la educación un gran acuerdo nacional de largo plazo que otorgue apoyo político suficiente a un plan maestro (necesariamente flexible en el tiempo) y asegure su aplicación continua a través de sucesivos períodos presidenciales, con independencia de quienes detenten el poder”.
Debe entenderse que “no hay reforma educacional sin la concurrencia activa de los profesores, que son parte fundamental del proceso educativo y requieren estatus, remuneraciones adecuadas e incentivos a la carrera docente; pero también debe entenderse que los profesores no pueden imponer gremialmente su voluntad, centrada en la mantención del statu quo y de “conquistas adquiridas”, lo que suele ser una fachada para las motivaciones políticas de grupos dirigentes dominantes”. Como son los Gremios de Profesores y la CUT controladas por el PC.
D) Aconsejaba una política no confrontacional, sino más Amistad Cívica:
9) E incluso, en el libro citado, el Dr. Boeninger, aboga por una política de acuerdos y convergencias y nos recomendaba para lograrlo, “necesitamos –y esa la tesis de su libro– una estrategia de desarrollo que permita una competencia abierta, pero no confrontacional, más amistad cívica. Los países que avanzan son aquellos cuyos miembros entienden que una nación es una empresa compartida que se cimienta sobre la confianza y la convicción que estamos condenados a vivir juntos. Nada de eso impide la competencia, pero es distinto vivirla sobre la base de bienes comunes, que vivirla como un juego de suma cero.”
¡Qué premonitoras han sido sus póstumas propuestas!, sería bueno que el gobierno y la clase política le hicieran caso a este insigne intelectual y político DC. Y comenzarán por leer el libro, porque si lo hubiesen hecho, no estarían lamentando lo ocurrido, sobre todo, sus camaradas DC .
Insisto – hasta que duela- en recordar las propuestas póstumas de Edgardo Boeninger, todas están vigentes desde hace 10 años y la ceguera cortoplacista del sistema político no ha sabido valorar su visión del Chile rumbo al futuro