Feliz año, panas chavistas
F eliz año, mis panas chavis-tas. Es verdad que no ando con ustedes
para arriba y para abajo y que son pocos los lugares de encuentro. Son
mis alumnos, colegas de la UCV, escritores(as) , gente del medio
cultural, periodistas, activistas feministas o GLBT, viejos amores. Me
encuentro con ustedes en terrenos neutrales como el Teresa Carreño, el
Aula Magna, presentaciones de libros, sitios de baile como El maní es
así o bares baratones cerca de mi amada UCV. También en aulas de
clase, conferencias, tertulias, librerías y congresos.
Viendo de modo desprejuiciado las cosas, pareciera que las diferencias
políticas en Venezuela se recrudecen en la medida en que nos acercamos
a la cima del poder y se difuminan en la medida en que nos vamos
alejando de ésta, lo cual provoca la impresión de que la sangre no
llegará al río. Pero es mejor no ilusionarse. El año 2009 no parece
especialmente halagüeño.
Se aproximan una fuerte crisis económica, un referéndum sobre la
enmienda para la reelección presidencial indefinida y comicios
parlamentarios, tres motivos más que suficientes para que el
enfrentamiento político se agudice.
El problema es que vivimos en el mismo país, panitas chavistas.
Así haya campañas gubernamentales financiadas con dineros públicos en
las que se habla de la «Venezuela de verdad» frente a la «Venezuela de
mentira» conformada por la gente de la oposición. Así según el
Presidente nosotros seamos «pitiyanquis» y ustedes patriotas. Saben
que yo, su amiga Gisela Kozak, forma parte de la Venezuela a secas y
no es pitiyanqui, como ustedes no son «pitichinos» , «piticubanos» o
«pitirrusos» o «piticheguevara» , así en los módulos de Barrio Adentro
las imágenes del Che y los cartelitos celebrando la revolución cubana
sean lo más corriente. Sí, mis panas chavistas y yo vivimos en la
Venezuela a secas que no piensa que los gringos, los cubanos o los
chinos pueden decidir su destino como colectivo. Diferimos,
evidentemente, en el modo de alcanzar la prosperidad, la justicia
social y el Estado de Derecho, pero no en que Venezuela no puede
seguir siendo lo que ha sido hasta ahora.
Ciertamente, ustedes son pacientes conmigo. Algunos(as) se han reído
cuando les digo que este es el gobierno de las cuatro «CH», la CH de
chinchurria, choza, chancleta y chanchullo, pues se exalta la poquedad
y la pobreza para la mayoría pero para las minorías poderosas
oficialistas existe el enriquecimiento ilícito. Otros miran para otro
lado o incluso pueden estar de acuerdo cuando les digo que salir del
país es cada vez más difícil y que el Estado se está metiendo hasta en
la sopa, de un modo que aunque por fortuna no es igual sí recuerda a
desafortunadas experiencias totalitarias al estilo de la Unión
Soviética.
Feliz año, compatriotas chavistas. Por no dejar, una puyita: feliz año
camaradas (como se dicen entre ustedes en honor a los comunistas),
feliz año compañeros(as) (al estilo cubano), feliz año tovariches
(camaradas en ruso).
