Militarismo y comunismo
También de la mano férrea, autoritaria, como ha manejado el partido y el Estado. La doble raigambre del chavismo militarismo y comunismo tiene el sello personal del comandante-presidente. Él mismo, representa ambas patologías: es militarista por el excesivo culto a sus orígenes militares, por el gusto de vestir de uniforme y ser llamado «comandante»; y es comunista por amor y admiración a Fidel Castro, a quien ha llegado a calificar de «padre político». Es evidente que sin el liderazgo de Chávez, la coexistencia de ambos factores se hace difícil.
El militarismo es una desviación de las verdaderas funciones de las fuerzas armadas, es la preponderancia de militares en el gobierno y en el Estado.
Chávez ha hecho eso; militares ocupan y han ocupado posiciones importantísimas en la dirección de funcionespúblicas, desde el Ministerio de Sanidad hasta organismos económicos han tenido a militares dirigiéndolos. Detrás de eso subyace la idea de militares con más responsabilidad y confianza para el líder que los civiles de su entorno. De veinte gobernadores elegidos en estados escogidos por Chávez mismo once son militares de carrera. Chávez cree que los militares son la mejor compañía que él puede tener para gobernar. Lo cierto es que el militarismo es una realidad del país, hasta ahora opuesta a cualquier cambio democrático. Claudio Magris en uno de sus libros señala cómo la vieja Prusia «no era un país que posee un ejército, sino un ejército que posee unpaís».
El chavismo también es una copia del comunismo cubano.
Con mayor resistencia de los venezolanos, Chávez ha intentado implantarlo. Comunistas son el propio Chávez, Maduro, Jaua, El Aissami, Jorge Rodríguez, Soto Rojas, Jacqueline Faría, Socorro Hernández Aristóbulo puede ser eso, pero puede ser lo otro, depende de donde soplen los vientos, los grupos paramilitares del 23 de Enero, Mérida y otros lugares.
Además la presencia cubana es de miles de activistas del fidelismo en Venezuela, quienes gozan de toda protección oficial.
La verdad es que son dos proyectos que hasta ahora convergen en Hugo Chávez; un acontecimiento grave, como sería la desaparición física de Chávez, seguramente conduciría a radicalizar las diferencias entre ambos sectores. El marxismo-leninismo fidelista es la intolerancia comunista, eso es Maduro, también los viejos y nuevoscomunistas refugiados en ese parque jurásico que es el PSUV. Maduro no puede mimetizarse en Chávez, tampoco Cabello, de quien se dice es jefe de la corriente militarista, este segundo cada vez que habla destila odio, segregación a todos los que no son chavistas, es evidente que Cabello está más cerca del fascismo que de la democracia. Muy dañino para el país el legado de Chávez.
