Actualidad Nacional

Menos metrobuhoneros gracias a la PNB, por Daniel Palacios Ybarra

Daniel Palacios Ybarra

@dapy_

El despliegue de funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) y la Guardia Nacional Bolivariana en la estaciones del Metro de Caracas ha disminuido la circulación de pedigüeños y vendedores informales (metrobuhoneros), que deambulan entre vagones vendiendo de todo; pero que invariablemente comprometen la seguridad de los pasajeros y personal de Metro. Esto, de acuerdo a la opinión de los propios usuarios.

En total son más de 1.100 uniformados en más de 28 estaciones de las cinco líneas de este sistema de transporte, en una operación conjunta entre los ministerios de Transporte Terrestre y el de Interior, Justicia y Paz.

“Con la llegada de los buhoneros se van generando condiciones para que sujetos con otras intenciones cometan delitos como, de hecho, ha venido ocurriendo. Pero creo que se están tomando medidas correctivas”, señala Natascha Gómez, quien a diario se desplaza en la Línea 1, entre Propatria y Palo Verde.

“En Parque Carabobo, Chacaíto,  Plaza Venezuela y La California he visto uniformados de chaleco rojo que están en los andenes incluso ayudando que la gente no se interponga durante el cierre de las puertas cuando hay demasiada gente. No he visto todavía que hayan sacado a un vendedor o indigente, pero desde que la PNB y la GNB están bajaron mucho esas situaciones incómodas dentro del vagón. Al final yo puedo darle dinero a alguien que me pida ayuda por su situación de calle o pobreza, pero me da miedo que eso haga cada vez más vulnerable el Metro y la seguridad de todos”, explicó.

Falta por hacer

En un recorrido por la línea 1 del Metro de Caracas, sin embargo, se constató cómo algunos vendedores ambulantes se camuflan fácilmente entre los pasajeros cuando el tren permanece estacionado en los andenes con las puertas abiertas. Una vez cerradas y con el tren en movimiento deambulan con su mercancía en mano, básicamente chucherías, burlando la custodia policial.

Los productos que ofrecen varían, pues también venden creyones, pasatiempos, miniengrapadoras y otros artículos. Es lo que le llaman, en argot subterráneo, las “Metrobodegas”. Carlos Jiménez, otro usuario regular del Metro de la estación Colegio de Ingenieros, considera que la solución no está fuera de los vagones, sino dentro de ellos.

“Cuando las cosas salen bien hay que decirlo: la PNB ha bajado muchísimo la cantidad de buhoneros adentro en un tiempo récord, casi en dos semanas. Pero ya muchos entendieron cómo pasar desapercibidos sin que nadie los vea. Lo ideal sería que haya funcionarios del Metro o de la policía vestidos de civil, para retirar esas personas que con el tiempo pueden representar un problema para todos, porque haría más fácil el acceso a los amigos de lo ajeno”.

Zeneida González, por su parte, añade que los vendedores son los mismos de siempre y espera que la custodia policial sea mucho más que simbólica. “Aunque son bastante, me he dado cuenta que sus caras se repiten cada vez que voy y vengo del trabajo. Si todos podemos identificarlos, la policía que está formada para eso, también puede hacerlo. Esperemos que la presencia de estos funcionarios logre mejores resultados en el tiempo”.

Los accesos a algunas estaciones de la línea 1 cuentan con vigilancia policial, específicamente en La California, donde suelen haber funcionarios de la policía municipal de Sucre. El acceso interno de esa estación, sin embargo, sigue repleto de vendedores de vendedores de chucherías, yesqueros, portatickets de Metro y hasta una vendedora del periódico Ciudad Petare, que se interponen en las escaleras de cemento. Lo mismo pasa en los accesos oeste de Parque Carabobo y Chacaíto, donde algunos vendedores suelen entrar a la boca de la estación.

Lo oficial

Néstor Reverol, ministro de Interior, Justicia y Paz, explicó en rueda de prensa que la seguridad será una prioridad “en los cuatro patios de trenes, así como en todo el punto y círculo externo que tienen que ver con las estaciones”, señaló durante el lanzamiento del plan, a finales de enero.

Precisó que 28 estaciones del sistema son asumidas por la PNB, mientras que las otras 20 por la GNB. Adelantó que próximamente se incorporarán paletas detectores de metales para fortalecer la presencia policial. De igual manera apuntó que hay cerca de 2.000 cámaras de seguridad para agilizar las gestiones de vigilancia.  Sin embargo, transcurridas al menos seis semanas del anuncio todavía no se conocen los resultados oficiales. La valoración de los pasajeros, entretanto, es positiva pero aún queda camino por recorrer hasta hacer del civismo y la seguridad las próximas estaciones.

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