¿Estamos preparados para una megaelección?
Cada día se hace más evidente que la maniobra del régimen va en dirección a anticipar las elecciones y aprovechar la circunstancia para hacer una mega elección en la que se elegiría no sólo al presidente, sino a la Asamblea Nacional, gobernadores, alcaldes y quizás otras instancias, asambleas legislativas, concejos municipales y otros entes comunales. Ya, con la locuacidad característica, Diosdado incluso mencionó que ese evento podría llevarse a cabo este año. Por algo la AN se declaró en sesión continua.
Esta maniobra tiene un tufo cubano inconfundible, porque presumen que tomará a los opositores desprevenidos y que será virtualmente imposible que en el poco tiempo disponible se logre poner orden en el gallinero.
Sin embargo, aplicando el dicho de que guerra avisada no mata soldados, los opositores sea cual fuere su visión, saben que si no son capaces de armar una alternativa común, la derrota será de proporciones inimaginables.
¿Cómo va a prepararse la oposición para esa opción? ¿Podrán armar figuras de consenso para todos los cargos electivos? ¿Les permitirá el CNE ir con una tarjeta común, como pasó, en su tiempo, con la MUD?
Hay un precedente que no se debe olvidar, las elecciones del ’53, en las que la oposición democrática votó como un sólo hombre por Jóvito Villalba, incluyendo los adecos y éste le ganó a Pérez Jiménez, el resultado lo sabemos, no les quedó otra que entronizar la dictadura militar. Hoy, las circunstancias no son las mismas, y desconocer el triunfo electoral de una oposición unida es bastante más cuesta arriba que en los ’50.
¿Serán capaces los líderes opositores, y en este caso los candidatos a las primarias, de iniciar conversaciones para preparar un plan B que los encuentre listos para dar la batalla en todos los terrenos? Si lo hacen sería la ocasión de oro para sentar las bases de un cambio democrático integral en el país.
Es evidente que hoy eso luce muy difícil de lograr, pero los tiempos adversos son los que forman a hombres y mujeres. Esta maniobra del régimen, si sabemos cómo afrontar el reto, puede hacer que el tiro les salga por la culata.
