Aterciopelados “va por el sí» por una Colombia “menos desequilibrada”
«Hay que perdonar y empezar a imaginarse una Colombia menos desequilibrada», así se pronunció este jueves el grupo colombiano Aterciopelados, a propósito del proceso de paz que vive su país.
Con un rotundo «Aterciopelados va por el sí», la vocalista del grupo, Andrea Echeverri, se pronunció en México, cuando le preguntaron sobre su posicionamiento por el plebiscito que se celebrará el próximo domingo para refrendar o no el acuerdo de paz firmado entre el Gobierno y las FARC.
Echeverri, quien junto a su compañero Héctor Buitrago se encuentra en la capital mexicana para promocionar su próximo concierto en el Teatro Metropólitan, dijo que el acuerdo es «una posibilidad maravillosa, increíble», tras más de 50 años de conflicto.
Pese a esto, reconoció que puede haber «cuestionamientos alrededor de los acuerdos, porque los cambios que tienen que empezar a suceder en Colombia son súper profundos, estructurales, y claro, todos tenemos nuestras dudas», abundó.
De frente por el «Si»
Echeverri opinó que «todos los Gobiernos han demostrado su ineptitud muchas veces, un coqueteo con la deshonestidad terrible», por lo que tampoco se muestra a favor de considerar a unos como «los malos» y a otros como «los buenos».
El dúo participó el pasado lunes en el multitudinario concierto que se desarrolló en la plaza de Bolívar de Bogotá para celebrar la firma del acuerdo.
No obstante, «la paz no es firmar un acuerdo, no es solo que dejen de pelearse los militares y esta guerrilla en particular», matizó la colombiana .
En primer lugar, porque en el país hay más guerrillas, y segundo, porque la paz es una palabra «muy grande, muy relativa, muy extraña», que tiene muchos niveles.
Tras la firma, habría que empezar a «poner sobre la mesa» otros asuntos como los problemas de género o los vinculados a la naturaleza, para ver «cómo comenzar a reparar ese país tan maltrecho en el que vivimos», sostuvo la cantante.
De ganar el «sí» en la consulta del próximo domingo, se pondrá fin a un conflicto armado que causó en los últimos 52 años al menos 220.000 muertos y casi siete millones de desplazados.
