La internacionalización de los conflictos
En la historia de la humanidad siempre han existido, en todas las naciones, conflictos. Son más las situaciones de tensión que de paz, sin embargo, cuando en los conflictos políticos internos se inmiscuyen terceros estados, bien sea por intereses o por ideología, los resultados han costado la mayor parte de las veces muchas vidas.
Un ejemplo clásico fue la guerra civil española, que más allá de las diferencias internas entre los partidarios de la derecha y los diversos grupos de izquierda, que se convirtió, por decirlo de alguna manera, en el laboratorio en el que midieron sus respectivas fuerzas el fascismo alemán e italiano con el comunismo soviético. Esa terrible confrontación sembró un millón de muertos.
Otro ejemplo, en nuestra región, fueron las diversas guerras ocurridas en Centroamérica en el siglo pasado, en las que los conflictos internos se agudizaron por las intervenciones de Cuba y de EEUU.
¿Estaremos en nuestro país, en una escala diferente, contemplando una intervención directa de Cuba aliada del régimen y con intereses muy claros de asegurar la cabeza de playa que lograrían instaurar en el norte de Suramérica, amén de que hoy pareciera su principal sostén económico?
¿Estaremos en presencia de otras intervenciones directas dentro de otros factores de la vida política Venezolana?
No lo sabemos. Sin embargo, lo que parece apreciarse son intervenciones internacionales, afortunadamente canalizadas a través de la OEA, y la presión que se ejerce es, hasta ahora, eminentemente diplomática y es de desear que así siga siendo.
Para que se pueda recuperar la paz y el hilo democrático en nuestro país, se deben resolver internamente los conflictos y la intervención internacional debería ser la de velar y garantizar la solución que los venezolanos puedan conseguir.
