Opinión Nacional

La violencia: una forma de comunicación

La violencia es tan antigua como el ser humano. En sus orígenes la agresividad era utilizada por las personas como una forma de defensa contra las cosas que le eran desconocidas. Con el transcurrir del tiempo la violencia se transformó y tomó matices inimaginables. Guerras, torturas, violaciones, muertes, están presente a lo largo de nuestra historia. En la actualidad la violencia es, la mayoría de las veces, reflejo de la inconformidad del individuo con el mundo, con lo que es o no pudo ser, de la pobreza crítica, la inconsciencia, la falta de educación…Sea cual fuere la causa, las consecuencias de la violencia la sentimos a diario en nuestras ciudades, hogares, escuelas, comunidades, etc. La violencia se ha convertido en una manera de comunicación. El padre o la madre le pegan al hijo porque desconocen como educarlo con amor; la maestra(o) le grita al alumno por falta de herramientas que le permitan formar al niño, niña y adolescentes entendiendo sus necesidades y destrezas de acuerdo a su edad y madurez; el peatón ofende al conductor o viceversa porque esto ya se ha adoptado como la única vía para el entendimiento y la defensa de sus derechos; el niño(a) golpea a su compañero o hermano, porque no ha aprendido otra manera de comunicarse con ellos. En muchas ocasiones los muchachos(as) creen encontrar en un arma la manera de hacerse visibles en una sociedad que les ignora, discrimina o abandona. Y es que los niños, niñas y adolescentes se han convertido en las principales víctimas de la violencia.

El blanco predilecto

De acuerdo a datos suministrados por el investigador Roberto Briceño León del Laboratorio de Ciencias sociales y del Centro para la Paz(UCV), el 70% de los homicidios ocurridos en Caracas tienen como víctimas a jóvenes entre 15 y 29 años de edad. El Cuerpo Técnico de Policía Judicial(CTPJ) maneja la cifra de 1800 personas muertas a manos del hampa en la ciudad Capital durante 1996, de las cuales 180(10%) fueron niños(as) que quedaron atrapados en la línea de fuego de bandas rivales durante enfrentamientos ocurridos en barrios.

El informe Somos Noticias del período septiembre 1996 agosto 1997 señala que la delincuencia sigue siendo la principal causa de muertes de niños, niñas y adolescentes con un porcentaje que alcanza el 65,2% del total de muertes. Estima también que la mayoría de las muertes siguen ocurriendo en adolescentes entre los 16 y 17 años y pertenecientes al sexo masculino. El Instituto de Medicina Legal del Cuerpo Técnico de Policía Judicial expone que para los meses de enero a mayo de 1997 el número de homicidios de niños, niñas y adolescentes con edades comprendidas entre los 0 y 19 años se ubicó, sólo en el área metropolitana de Caracas, en 184.

Durante los últimos años(fuente INAM) el número de niños(as) “infractores” se incrementó en un 30%. Señala el INAM que esta situación tiene correlación con el estado de pobreza crítica del país, la cual se eleva a la cifra de 2 millones 105 mil muchachos y muchachas, de estos cerca de 26 mil son infractores de la Ley. También encuentra sus causales en el abandono del cual son víctimas los niños(as) por parte del grupo familiar. La Oficina Central de Estadísticas e informática(OCEI) estima que existen 2 millones 640 mil niños(as) abandonados. De estos, 17 mil han incurrido en infracciones.

Las múltiples caras de la violencia

Pero la violencia tiene otros matices. El maltrato infantil es uno de ellos. Recientemente Cecodap estuvo participando en el V Congreso Latinoamericano sobre Prevención y Atención del Maltrato Infantil realizado en Cartagena, Colombia (15 al 19 de Septiembre de 1997). Triste fue saber sobre la designación de Venezuela como sede del venidero Congreso(1999) por ser, junto a Colombia, los países del área en los que está más presente el maltrato infantil. UNICEF estima que el 70% de los niños, niñas y adolescentes recibe castigo físico dentro de su núcleo familiar. Los tipos de maltrato infantil más comunes son: físico, abuso sexual, abuso emocional, privación nutricional, negligencia en la protección y en los cuidados médicos.

En casos de abuso sexual, según el director del Instituto Interamericano del Niño, Rodrigo Quintana, Venezuela ocupaba para 1992 el primer puesto de América Latina con un total de 40 mil. No sólo abuso sexual, pues a pesar de que algunos voceros gubernamentales niegan su existencia, la explotación sexual y comercial de niños y niñas también es una realidad que golpea violentamente a nuestros infantes. A finales de 1996 se dieron a conocer denuncias sobre la existencia de mafias que trafican con niños y niñas utilizándolos para el denominado turismo sexual, específicamente en los estados Anzoátegui y Nueva Esparta. Estima la presidenta del INAM, Nancy Montero, que hay cerca de 4,2% de niños y niñas desempeñándose en actividades marginales, entre las que se encuentra la explotación sexual.

Basta con sólo nombrar otras de las tantas formas que adopta la violencia en nuestro país, para que midamos el grado de indefensión de la infancia y adolescencia: secuestros, mendicidad, maltrato por drogas, por poder, niños(as) de la calle, indocumentados, sectas satánicas, discriminación,

abusos judiciales, falta de protección institucional, traslado y retención ilícita, delincuencia, abandono, violencia intrafamiliar, televisión cargada de mensajes violentos, sistema de educación precario y a veces inaccesible, el no acceso a la información y la cultura, falta de lugares para la recreación, explotación laboral, desnutrición, servicios de salud ineficaces, filicidios(padres asesinos), violaciones, incestos, educación sexual llena de prejuicios, tabúes y desinformación…

Qué dicen los niños(as)

El estudio de opinión Voces para el Cambio que, gracias al apoyo de Rädda Barnen de Suecia y la asesoría técnica de Socsal, realiza Cecodap bimestralmente con una muestra representativa de 500 niños, niñas y adolescentes entre 9 y 17 años de edad de las principales ciudades del país, permitió indagar la posición de los muchachos y muchachas en torno a la violencia, el maltrato infantil y el abuso sexual. En el No 2, titulado “La violencia una intrusa en nuestras vidas” los niños expresaron que la violencia se hacía presente en sus hogares a través de gritos y ofensas(37%), maltrato físico o golpes(36%), peleas entre familia(35%), por la televisión(30%), por el alcohol(14%) y por drogas(12%); en su escuela por medio de bandas(28%), trato del docente(25%), acoso de malandros(23%), drogas(8%) y alumnos armados(6%); y en su comunidad por pleitos entre vecinos(33%), enfrentamientos de bandas(27%), azotes de barrio(25%), gritos y ofensas a niños(as) (23%) y golpes a niños, niñas y adolescentes(17%). El 66% preciso que el motivo más común por el que mataban a los niños y niñas en los barrios y comunidades era el robo, principalmente el de zapatos de marca.

En el No 9 de Voces para el Cambio, que abordó el tema del maltrato infantil y el abuso sexual, el 69% de los niños, niñas y adolescentes participantes manifestó que alguna vez sus padres o un familiar le había pegado y el 38% expresó que cuando esto ocurría se quedaban callados. Un 70% aseguró que recibieron malos tratos por parte de funcionarios policiales, que van desde el insulto(34%), el irrespeto(32%) hasta el matraqueo(41%), el maltrato físico(26%), el abuso de sus derechos(32%) y el aprovechamiento de su condición de policía(59%). Con sinceridad, el 75% admitió que los mismos niños(as) cometen abusos y maltratos contra otros niños y niñas. A pesar de que el 93% afirmó que nunca habían tratado de abusar sexualmente de ellos, un 24% apuntó que conocían de casos de compañeros o amigos que si atravesaban o atravesaron por esta situación y que los principales victimarios eran familiares cercanos(12%), vecinos(13%) o amigos(19%) y por desconocidos(47%).

Cómo enfrentar la violencia

Para enfrentar la violencia y los abusos que a diario se cometen en contra de infantes y adolescentes es primordial la vigencia de todos sus derechos amparados por la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño y que están fielmente reconocidos en el Proyecto de Ley de Protección del Niño y del Adolescente que actualmente lucha por su pronta aprobación en el Congreso de la República después de su visto bueno en primera discusión de Diputados el mes pasado.

Pero el tener una legislación acorde con la situación de nuestros niños, niñas y adolescentes no es suficiente. Se necesita también un soporte social que haga posible la vigencia de esos derechos. Para esto es imprescindible la concientización y educación de todos los ciudadanos(primordialmente los niños, niñas y adolescentes) en la defensa y promoción de los derechos. Sin hacer a un lado las responsabilidades y competencia que tienen los distintos entes a quienes les atañe este tema, esta labor no puede recaer en un sólo sector. Se requiere de un consenso mayoritario y la disposición de velar no sólo por el futuro de nuestra infancia y adolescencia, sino por su presente.

**Centros Comunitarios de Aprendizaje(Cecodap)
E-mail: [email protected]
http: //www.auyantepui.com/cecodap/

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