Kim Jong Un felicita el 69º aniversario de la victoria en la guerra de RPDC
La Guerra de Liberación de la Patria (1950-1953) fue para nuestra República una contienda de vida y muerte para defender nuestro territorio y pueblo
El estimado compañero Kim Jong Un pronunció el día 27 el discurso en el acto conmemorativo del aniversario 69 de la gran victoria en la guerra contra el imperialismo norteamericano.
Los participantes en la Guerra de Liberación de la Patria son la generación más heroica de nuestra República.
La Guerra de Liberación de la Patria (1950-1953) fue para nuestra República una contienda de vida y muerte para defender nuestro territorio y pueblo, así como primer enfrentamiento ensangrentado tras la segunda Guerra Mundial entre los dos polos: el campo democrático y el imperialista.
Para el ejército incipiente de un Estado con apenas dos años de fundado era una carga demasiada pesada combatir con tropas agresoras yanquis, las más atroces del mundo, y la banda de sus acólitos.
Defendimos la dignidad, el honor y la soberanía de la República, preservamos el ambiente favorable al desarrollo independiente del Estado. Al impedir la estrategia de la hegemonía mundial norteamericana salvaguardamos la paz de la humanidad y evitamos una nueva conflagración planetaria. He aquí el enorme significado de la victoria en la Guerra de Liberación de la Patria que ocupa un lugar importante en la historia de la nación y de guerras del mundo.
Esa victoria de haber salvaguardado fidedignamente la avanzada, punto más candente de la lucha antiimperialista de Oriente, es la victoria del defensor vs el agresor, la de la justicia y el progreso vs la injusticia y la reacción. Es la victoria de alcance mundial que comprobó la gran verdad de que ningún agresor, por muy poderoso y superior que fuera, puede vencer a un ejército y pueblo resueltos a resistir a muerte.
La bandera de la República que enarbolaron al frente del ataque se tiñó más con la preciosa sangre de los hijos e hijas de la Corea heroica, dándose a conocer ampliamente en todo el planeta como símbolo de heroísmo, triunfo y justicia y eterno estandarte de la lucha antiimperialista.
Potenciar la capacidad de defensa nacional constituye la garantía fundamental de defensa de los intereses y el desarrollo independiente de la República.
En casi 70 años de enconado enfrentamiento con EE.UU. nuestra República ha salvaguardado fidedignamente el Socialismo y reforzado sus potencialidades estratégicas de autodefensa, lo cual es una victoria igual o mayor que la lograda en la Guerra de Liberación de la Patria.
La soberbia norteamericana no cambió ni cambiará. Tenemos que enfrentarle de forma consecuente con la ideología y con las armas.
No podemos contemplar por más tiempo como meros espectadores los actos repugnantes e irreflexivos de la nueva autoridad surcoreana. Si continúan en su proceder actual, acusándonos de nuestro ejercicio de soberanía con sus falacias vandálicas, atentando contra nuestra seguridad y agravando la tensión militar, lo pagarán con la misma moneda
