Polémica en Uruguay por reforma a la jubilación militar
La coalición de izquierda que gobierna Uruguay, el Frente Amplio (FA), emprendió en los últimos meses los pasos para modificar el sistema de retiro militar uruguayo, que genera un déficit de 400 millones de dólares anuales y cuya reforma ha levantado polémica entre los legisladores del país.
El ministro de Trabajo, Ernesto Murro, y el prosecretario de la Presidencia, Juan Andrés Roballo, entregaron el pasado lunes a la bancada de legisladores del FA el proyecto de ley, conocido como la reforma de la Caja Militar, que será discutido en el Parlamento en los próximos meses.
El texto establece, entre otras cosas, un tope salarial para las jubilaciones, la modificación en las edades de retiros voluntarios y obligatorios, y la supresión de algunos beneficios con los que actualmente cuentan los militares.
Concretamente, se prevé que el monto con el que se jubilen los militares no podrá sobrepasar los 101.108 pesos uruguayos (unos 3.500 dólares) mensuales.
Respecto a la edad de retiro voluntaria, el documento establece 30 años de servicio o haber cumplido 60 años, ya que hoy los funcionarios pueden pedir el retiro con 20 años de servicio y 38 de edad.
Además, prevé que el retiro obligatorio se dé entre los 48 y 65 años de edad, dependiendo del grado, y entre aquellos que cumplen con 22 o 25 años de servicio militar efectivo, que también dependerá del grado.
De aprobarse esta reforma, que comenzaría a regir a partir del 1 de enero de 2018, los militares dejarán de contar con el beneficio del grado superior inmediato, que supone un ascenso de grado a la hora de pedir el retiro para aquellos que cuentan con más de 36 años de servicio y determinadas calificaciones.
El ministro de Economía, Danilo Astori, ha afirmado en varias ocasiones que la reforma de la Caja Militar, que hace más de 40 años que no se modifica, es un «tema que urge» para aliviar el déficit fiscal del país, que actualmente se ubica en un 3,7 % del producto interno bruto (PIB).
Sin embargo, la discusión de este tema generó polémica entre los legisladores de los partidos políticos uruguayos, ya que no hay consenso sobre cómo aplicar la reforma de la Caja Militar.
En este sentido, el senador del opositor Partido Nacional (PN), Javier García, señaló a Efe que no está de acuerdo con el proyecto de ley presentado por el FA, ya que considera que parte de un «antimilitarismo infantil».
Concretamente, el representante nacional aseguró que con esta reforma no se discute la «integralidad del tema», ya que se está tratando «el último eslabón de la cadena -que es el retiro-, pero no toda la carrera militar de forma holística».
«Al soldado no le llegó la bonanza de los últimos diez años de una economía que fue muy floreciente, que se derramó en toda la sociedad y no así en ellos», sostuvo García respecto al salario de un soldado recién ingresado, que cobra unos 14.000 pesos uruguayos (480 dólares).
Por su parte, el senador oficialista Rafael Michelini aseguró a Efe que la reforma de la Caja Militar presentada por el FA es «tímida».
«Es una reforma tímida y ponderada, pero ordena hacia el futuro», agregó en ese sentido el legislador.
Además, manifestó que aspira a que la reforma sea «más profunda» en aspectos como el tope jubilatorio y los años requeridos para el retiro de los militares.
Concretamente, Michelini se mostró partidario de bajar los topes y los años, para igualarlos a otras profesiones.
Los militares, en tanto, se han expresado en contra de esta reforma.
El general retirado de las Fuerzas Armadas (FF.AA.) Hebert Fígoli aseguró recientemente que la vida de los militares es «diferente» a la de otros funcionarios públicos.
«A nosotros no nos pagan por presentismo, por horas extra, ni salario vacacional, estamos las 24 horas a las órdenes. Creo que tratar de comparar cuando las situaciones no son iguales puede llevar a concepciones encontradas con nuestro muy modesto punto de vista», opinó el militar.
Se prevé que la reforma del sistema de jubilaciones llegue en los próximos meses al pleno de la Cámara de Senadores, donde el FA cuenta con mayoría.
Sin embargo, el oficialismo tendrá difícil la discusión en la Cámara Baja, ya que allí perdió la mayoría que había cosechado en las últimas elecciones nacionales del 2014 tras el alejamiento del diputado Gonzalo Mujica, que ahora actúa de manera independiente.
