Rosales acusa a Chávez de ordenar emboscadas en su contra

El principal opositor al gobierno afirmó: «Yo quiero decirle a Venezuela que si a mí me pasa algo, si me matan en esas emboscadas que me están tendiendo, es orden de Chávez», sentenció rodeado de simpatizantes.

En el transcurso de su recorrido por los barrios de Caracas, la movilización fue obstaculizada por personas afectas al chavismo, quienes a la vez estaban siendo custodiados por la Guardia Nacional y cuerpos policiales. «(Chávez) está mandando a tender emboscadas con guardias nacionales y policías ahí custodiando a los que pretendieron agredirnos, pero no les tenemos miedo».

Rosales insistió en responsabilizar al Jefe de Estado de lo que pueda sucederle y le advirtió las consecuencias que traería consigo un atentado. «Si me asesinan, el pueblo saldrá a la calle y tumbará a este gobierno que pretende eliminar la posibilidad de que yo sea el presidente de Venezuela», advirtió.

Agresión

La caminata del líder opositor vivió momentos de tensión. Según reportes de prensa hubo disparos, mientras piedras fueron lanzadas contra la concentración y los vehículos que llevaba el equipo del candidato de oposición, causando daños a varios de ellos.

Vale recordar que ésta no es la primera vez que la marcha opositora se encuentra en aprietos. El mismo guión se repitió el pasado martes cuando Rosales emprendía una caminata en el estado Vargas y ésta fue atacada por presuntos adeptos al gobierno. Sin embargo, el propio candidato diferenció aquel episodio de los disturbios en Catia, por considerar que el más reciente fue una «emboscada planificada por el gobierno, con funcionarios armados».

Piedras y armas largas

Horas más tarde de la revuelta, Rosales ofreció una rueda de prensa para dar su versión de los hechos ocurridos en la mañana de ayer. Desde el Centro Lido y flanqueado por los dirigentes de su comando detalló: «En la emboscada que nos tendieron, un grupo de hombres armados del gobierno, donde incluso habían funcionarios del Gobierno Nacional, se escondían en los cerros y en lugares estratégicos para lanzar piedras, botellas y disparar».

Bajo esa tónica, relató que «la misma gente del oficialismo decía que eso no era posible, que esa gente no era de Catia, que la mayoría eran grupos armados que habían enviado a tendernos esa emboscada. Nos agarraron allí en toda la garganta de Catia, en el Boquerón. Allí pretendieron atentar contra mí y contra los que nos acompañaron en esa actividad proselitista. Empezaron a tirarnos piedras y botellas».

Rosales resaltó que en medio del conflictivo escenario se le comenzó a disparar a la marcha desde lo más alto del cerro. «Dispararon con armas largas y eso lo vio toda la gente que estaba allí. ¿De dónde sacan las armas largas esa gente?, ¿por qué andan armados bajo la complacencia de los organismos de seguridad del Estado?. Esos no son de aquí me decía la gente de Catia».

Seguidores de Chavez

El contendor por la banda presidencial estimó que quienes sabotearon su manifestación eran «grupos armados que el Gobierno verá si los controla o no los controla». A pesar de lo ocurrido, apuntó que seguirá con su agenda electoral, «en las calles con el pueblo y el colectivo venezolano».

Sin mayores reservas, el candidato aseguró que desde las filas del gobierno nacional «se han asustado muy temprano, les están temblando las piernas muy temprano. Lo responsabilizo (a Chávez) ante el pueblo de Venezuela y ante la comunidad internacional. Que me gane voto a voto, que no se siga escondiendo en los pantalones de los militares. Vamos a las elecciones y que contemos los votos. Vamos a cobrar voto a voto».

profundizando su denuncia ante la Fiscalía y aportando las evidencias que aseguró tener sobre la presunta participación de bandas policiales armadas y funcionarios del Gobierno. Ortega también informó que para el caso fue comisionada la fiscal 56 de Caracas, Lizette Rodríguez.